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El costo de semillas, combustible y otros insumos desalientan la producción, debido a que en el 2022 tuvieron pérdidas.
En la zona de Palma Sola continúa la preocupación de pequeños productores quienes pese al temporal reciente tuvieron escasas lluvias en la zona que no alcanzaron para recuperar los cultivos. Algunos perdieron plantas de cítricos por la prolongada sequía, otros no se deciden a plantar por el riesgo de la escasez de agua, costo de insumos y por las pérdidas anteriores. Plantar una hectárea de tomate saldría cinco millones de pesos.
"Si bien ha llovido el 2 de enero pero precipitó 30 milímetros (ml). Estaban previstas lluvias para miércoles y jueves pero no ha llovido, inclusive en Yuto y Ledesma que están a 50 kilómetros llovió pero aquí casi nada. Son dos años de sequía severa", explicó el productor Luis Perales. Planteó su preocupación debido a que pese al temporal que azotó varias zonas de la provincia, dañando inclusive algunas producciones, en la zona de Palma Sola aún preocupa la falta de precipitaciones, que afectó mucho al sector por el prolongado tiempo que lleva y las consecuencias que generó.
"El daño que ha provocado la sequía que se ha extendido del 2021, 2022 y 2023 ha provocado la caída de frutas, las plantas están sin fruta. En el 2022 se han perdido plantas y las que están, algunas se recuperaron pero no ha quedado fruta, hay muy poquita fruta, mandarina, naranja y tanjarina, igual palta", detalló.
Planteó que por la sequía prolongada quedaron muchas plantas que están muy castigadas con lo cual generan muy poco rinde y de hecho se estima que el rendimiento que tienen es de un 10% de la producción normal. "Al no llover, la fruta no alcanza a tener el tamaño que tiene que tener, el adecuado para la venta, que exigen los mercados. Con toda esta sequía la fruta que hay es de bajo calibre y cuesta mucho venderla", explicó.
Actualmente recién prevén arrancar con la temporada de citrus dulce, que proyectaría para fines de marzo o abril una cosecha de naranja variedad temprana "okitsu", mientras la más fuerte iría de abril hasta junio con naranja, mandarina y tanjarina. Por otro lado explicó que si bien es temporada de limón en Palma Sola no hay mucho, en su caso no tiene por lo que no está cosechando nada, y está pendiente de la chirimoya, pitaya y carambola que está en etapa de floración y cuaje.
"Todo lo que es producción viene muy atrasado y afectado", aseguró. "Al haber tan poca agua y sin lluvia muchos han dejado de producir hortalizas. Son muy pocos los que están produciendo", dijo sobre una de las consecuencias de la seca. Explicó que en su caso tuvo que apelar al riego por goteo que le permite racionar la poca agua que tiene, de modo que le llegue un poco a cada planta.
Altos costos de siembra
En coincidencia, otro productor de Palma Sola Adrián Armella, explicó que si bien cuentan con el arroyo Santa Rita éste no creció aún con las lluvias recientes en esa zona con una disímil precipitación por zonas, estimada en 150 ml, de igual manera estiman que llevará al menos tres años recuperar algunos cultivos de citrus.
"Viene un poco complicado, estamos pensando y no sabemos qué hacer. Yo tengo que empezar a sembrar alfalfa y no sé qué voy a hacer porque no quiero salir a tirar semillas con los costos de ahora, el gasoil, no está para arriesgar capital y después perderlo", explicó ante la incertidumbre y altos costos. Es que las semillas de alfalfa que necesita cuestan alrededor de 5.000 pesos el kilo de productores locales que las obtienen, mientras que otras certificadas e importadas son aún más caras de acuerdo a la cotización del dólar.
Explicó que conversando con otros productores encontró que algunos que tienen parcelas y otros arriendan están pensando también en dejar de producir este año por el alto costo de las semillas, insumos, tractor, preparación del suelo y mano de obra. "Hoy estamos hablando para una hectárea de tomate en cinco millones de pesos para semillas e insumos, y en caso de arriendos no son caros, pero si vamos a otra zona están alrededor de los 700 mil pesos", explicó.
Sostuvo que aunque es propietario, desde hace un año y a raíz de la larga sequía, tuvo que emplearse en otra finca y trabajar en relación de dependencia, por lo que tuvo que dejar de producir y alejarse de su hogar. Actualmente está en la incertidumbre de apostar o no por cultivar debido a que el año pasado plantó alfalfa y perdió todo, al igual que sus vecinos que perdieron zapallitos y otras hortalizas.
Aspiran se hagan nuevas obras
Planteó en tal sentido que desde el Gobierno hubo obras, comenzaron a hacer represas e iniciaron revestimiento de canales con plástico reciclado para evitar infiltraciones, algunas soluciones que consideró temporales y estimó que sería clave retomar un viejo proyecto de un muro de afloro. Recordó que hubo un estudio del arroyo Santa Rita que indica que tiene una grieta 20 kilómetros hacia arriba donde el agua se infiltra, que plantea cementarla de modo que el agua aflore y entubar con cañerías que permita lograr un sistema de riego que se favorezca de la gravedad que cuenta sin usar energía para bombas.
También preocupa que comience a faltar agua para consumo humano, por lo que espera que sigan con obras, y que haya precipitaciones. Dijo que afecta a todos porque repercute en el precio de frutas y verduras, y debido a que se comienza a producir menos por la ley de oferta y demanda podría seguir aumentando el precio.
En 2022 el Gobierno les proveyó agua mediante camiones cisterna. Hace una semana el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción entregó insumos y subsidios a 131 agricultores y 52 ganaderos afectados por la sequía de las localidades de El Fuerte, Fraile Pintado, Santa Clara, Vinalito, Palma Sola, Ledesma y Yuto, mediante el programa de Emergencia Agropecuaria con 69 millones de pesos.