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El sueño de la casa propia se puede cumplir

Padres de cadetes retirados toman la posta para recaudar fondos y finalizar la obra paralizada.
Lunes, 19 de febrero de 2024 01:04

Consustanciados con la imperiosa necesidad que tiene la Banda de Música Juvenil de contar con un espacio acorde para las clases y ensayos, padres de cadetes retirados unieron manos y voluntades para concretar el sueño de la casa propia, mediante la recaudación de los fondos necesarios. Esta acción solidaria se gestó en el corazón de la querida enfermera ya jubilada Aida Gaspar de Cardozo, quien supo ocupar la presidencia de la comisión de padres de los cadetes en dos períodos, tiempo en el que se alcanzaron grandes logros para los niños y adolescentes que integraban la Banda de Música.

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Consustanciados con la imperiosa necesidad que tiene la Banda de Música Juvenil de contar con un espacio acorde para las clases y ensayos, padres de cadetes retirados unieron manos y voluntades para concretar el sueño de la casa propia, mediante la recaudación de los fondos necesarios. Esta acción solidaria se gestó en el corazón de la querida enfermera ya jubilada Aida Gaspar de Cardozo, quien supo ocupar la presidencia de la comisión de padres de los cadetes en dos períodos, tiempo en el que se alcanzaron grandes logros para los niños y adolescentes que integraban la Banda de Música.

Para conocer detalles de este importante desafío, El Tribuno de Jujuy participó de la reunión realizada en el domicilio de Aida Gaspar, ubicado en barrio Santa Cecilia, que contó con la presencia de quienes formaron parte de la comisión en el 2013, y cadetes retirados, algunos de los cuales están de visita en la ciudad, aprovechando el período de vacaciones.

En la oportunidad Gaspar expuso los problemas que atraviesa la Banda de Música, dando cuenta del lugar precario que ocupa, el que no pudo ser refaccionado y si bien es un lugar cedido por la parroquia, es un espacio abierto con cercados de chapas, donde los chicos sufren las inclemencias del tiempo.

"Comencé a trabajar por la banda cuando no había comisión, mi hijito del corazón, mi nietito tenía 12 años y pidió ingresar a la Banda. Conformamos la primera comisión, fui electa por dos períodos consecutivos. Acompañamos a los chicos, viajamos a muchos lugares, conseguimos cosas que necesitaban como los uniformes, compramos tazas, sillas, los instrumentos se mojaban, conseguimos un armario. El eterno agradecimiento para Elsa Colqui, quien donaba para el desayuno de los chicos, yerba, té, picadillos y dulce. Había chicos que venían por necesidad por recibir un desayuno, se refugiaban en la Banda", relató.

Apuntó que siempre visitó a los chicos, salvo un tiempo en el que Dios le puso una difícil prueba y tuvo que enfrentar una grave enfermedad. "Ya he superado esa prueba y hoy quiero trabajar por la Banda de Música, mi sueño es que tenga su casa propia, por ello, convoqué a los padres que me acompañaron y dijeron presente, también los cadetes retirados", dijo Gaspar a nuestro diario.

Esta solidaria mujer que supo sembrar tanto bien en su comunidad, hoy se apresta a cosechar los frutos de su fecunda siembra y ya recibió el apoyo de mucha gente, incluso indicó que directores de los hospitales de La Esperanza, de Palma Sola, profesionales del Paterson y de las clínicas, se comprometieron a ayudarla en esta osada aventura. Sólo espera ahora la respuesta de las autoridades para que se sumen y pueda lograrse el cometido.

Bono contribución

Explicó que el primer paso será la venta de un bono contribución que se sorteará el 15 de marzo, la responsable de manejar los fondos será la primera tesorera que tuvo la Banda de Música, Mónica Peralta, quien demostró honestidad e idoneidad en su función.

La sede de la Banda de Música se construye en un terreno que fue cedido por el municipio, ubicado en una esquina del barrio 28 Viviendas, situado en la franja sudeste de la ciudad. Los primeros trabajos fueron realizados durante la pandemia en el año 2000 por el director y los instructores de la banda. En la actualidad, la obra quedó paralizada, debido a la falta de fondos, y es por ello que los padres de los cadetes retirados asumieron el compromiso de conseguir los fondos necesarios.

Jesús Vargas ingresó como cadete a los 11 años y a los 18 años, como ya estaba establecido debía retirarse. Estuvo un tiempo en algunos grupos musicales y en el 2015 ingresó al ejército como soldado voluntario y en la actualidad presta servicio en la Banda de Música Militar de Mar del Plata. "Cada vez que vengo de visita a San Pedro visito la Banda de Música, hablo con los nuevos chicos y todos sueñan con tener un lugar propio, por eso, no dudé en venir a la casa de Aida para brindarle mi apoyo en este proyecto. Los cadetes le debemos mucho a la banda, gracias a ella hoy podemos forjar nuestro presente y nuestro futuro, haciendo lo que tanto nos gusta que es la música y por eso les pido a todos que apoyemos esta iniciativa", dijo.