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Cambia, todo cambia... los que querían y los que no...

Lunes, 07 de diciembre de 2015 10:00
<div><div>CHULI JORGE. 2º. en la UCR nacional</div>

Pocas veces vivimos los argentinos tanto ruido en una transición. Ni siquiera cuando don Raúl Ricardo Alfonsín clausuró el gobierno de facto a fuerza de golpes de democracia, recitando como un credo laico y universal el preámbulo de la Constitución Nacional. Ni cuando entregó anticipadamente el gobierno a Carlos Menem en medio de convulsiones de origen todavía indescifrado totalmente. Ni cuando el presidente riojano hizo a un lado al peronismo prefiriendo pasar los atributos al radical Fernando De la Rúa. Tras la olvidable semana de los cinco presidentes a principios de siglo, tampoco hubo estos desagradables sacudones cuando el presidente parlamentario Eduardo Duhalde, colocó la banda y entregó al bastón a Néstor Kirchner, quien al fin y al cabo, era su propia creación. Y obviamente, aún recordamos el cálido abrazo del traspaso familiar cuando Néstor puso el país en brazos de su esposa, y cuando tras la reelección, fue la hija de Cristina Elisabet Fernández- Florencia, quien acomodó la banda sobre el pecho de su madre viuda, ambas embargadas de una emoción y un llanto incontenibles, que el país acompañó con respeto y con afecto. En los treinta y dos años del joven último tramo de nuestra vida institucional, seguramente nadie hubiera imaginado llegar a este fin de ciclo, entre siembra de bombas de tiempo, desvalije de cajas y presupuestos a última hora, designaciones que cruzan tangencialmente por la ilegalidad y pegan en el centro de la irracionalidad, y sobre todo, los patéticos caprichos, acerca del acto de entrega de atributos presidenciales. Este melodramático culebrón tiene a todos azorados mientras da vuelta al mundo mostrando el costado más vodevil de la vida pública argentina, más digno del realismo mágico que de la política nacional. El presidente electo, intentó clausurar el capítulo del ridículo y le comunicó a la Presidente saliente cómo serán las ceremonias, el día en que él ya será el jefe del país. Pero, como todavía quedan tres días antes del 10, ningún argentino se animaría a firmar que ya no hay más espacio para otras sorpresas.

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Pocas veces vivimos los argentinos tanto ruido en una transición. Ni siquiera cuando don Raúl Ricardo Alfonsín clausuró el gobierno de facto a fuerza de golpes de democracia, recitando como un credo laico y universal el preámbulo de la Constitución Nacional. Ni cuando entregó anticipadamente el gobierno a Carlos Menem en medio de convulsiones de origen todavía indescifrado totalmente. Ni cuando el presidente riojano hizo a un lado al peronismo prefiriendo pasar los atributos al radical Fernando De la Rúa. Tras la olvidable semana de los cinco presidentes a principios de siglo, tampoco hubo estos desagradables sacudones cuando el presidente parlamentario Eduardo Duhalde, colocó la banda y entregó al bastón a Néstor Kirchner, quien al fin y al cabo, era su propia creación. Y obviamente, aún recordamos el cálido abrazo del traspaso familiar cuando Néstor puso el país en brazos de su esposa, y cuando tras la reelección, fue la hija de Cristina Elisabet Fernández- Florencia, quien acomodó la banda sobre el pecho de su madre viuda, ambas embargadas de una emoción y un llanto incontenibles, que el país acompañó con respeto y con afecto. En los treinta y dos años del joven último tramo de nuestra vida institucional, seguramente nadie hubiera imaginado llegar a este fin de ciclo, entre siembra de bombas de tiempo, desvalije de cajas y presupuestos a última hora, designaciones que cruzan tangencialmente por la ilegalidad y pegan en el centro de la irracionalidad, y sobre todo, los patéticos caprichos, acerca del acto de entrega de atributos presidenciales. Este melodramático culebrón tiene a todos azorados mientras da vuelta al mundo mostrando el costado más vodevil de la vida pública argentina, más digno del realismo mágico que de la política nacional. El presidente electo, intentó clausurar el capítulo del ridículo y le comunicó a la Presidente saliente cómo serán las ceremonias, el día en que él ya será el jefe del país. Pero, como todavía quedan tres días antes del 10, ningún argentino se animaría a firmar que ya no hay más espacio para otras sorpresas.


CEFK y el PJ

La realidad nacional que viene se va mostrando de a poco con gran fuerza. Un gran tema es qué papel querrá jugar CEFK una vez que recupere la serenidad ya instalada en su lugar en el mundo. Todo parece indicar que querría convertirse en la jefa de un Partido Justicialista, que desde el centro del más duro kirchnerismo, más de una vez intentó dejar en un oscuro segundo plano. Una muestra ocurrió cuando recibió a los gobernadores del PJ en la quinta de Olivos. La información oficial hablaba de un reconocimiento al apoyo de doce años, pero la reunión en realidad, fue una pulseada, donde la jefa desató sus iras sobre sus coroneles con la fórmula habitual: "yo soy cero defecto, la culpa de la derrota es de los demás". Quizás fue Eduardo Fellner uno de los que más sufrió los ataques. EAF había comenzado a distanciarse hace tiempo, cuando como presidente del PJ nacional avaló el armado del entonces asesor Presidencial –ya fallecido- Juan Carlos Mazzón, y concurrió con otros mandatarios a Mendoza a un recordado lanzamiento de proyectos políticos que excluían a la Cámpora. Ese momento quizá selló la distancia del gobernador jujeño con la señora. Todo terminó la semana pasada, cuando la Presidente molesta porque los gobernadores rechazaban como podían la postulación de Aníbal Fernández como titular de la Auditoria General de la Nación, instaló su plan B: Ricardo Echegaray, el hombre de la AFIP. Cualquiera, menos Fellner, que era el "candidato PJ". Le enrostró la derrota en Jujuy, que dolió más en el mundo K porque fue a manos del trío de los enemigos públicos declarados Morales-Macri-Massa. Eduardo dicen las versiones, calló dolorido, por respeto a la investidura presidencial, y sólo argumentó en su defensa dos poderosas razones: 1- que peleó la gobernación porque así se lo pidieron, y 2- recordó que le impusieron el "salvavidas de plomo" de Milagro Sala y la Tupac. Detalles, que ayudarán a comprender muchas cosas cuando se analice lo ocurrido aquel lejanísmo 25 de Octubre. Conclusión CEFK impuso al sucesor de Leandro Despouy en la AGN y mostró que aún, por afecto o por temor, logra imponer su voluntad puertas adentro. Seguramente, ese poder, se licuará un poco con el tiempo, y las nuevas figuras estelares que cruzarán el cielo peronista, serán los cada vez más críticos y distantes, Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo, y quizás cuando cierren las heridas, Daniel Scioli y Eduardo Fellner. Y tal vez, tengan que armar diálogos con José Manuel de la Sota, Sergio Massa y su gente. Son, claro, meras especulaciones, elucubradas en el limbo que rodea la transición. En Jujuy, las autoridades del PJ convocaron a elecciones para el 20 de Marzo. Hoy, la cúpula partidaria está conformada por Eduardo Fellner como presidente, Rubén Rivarola como vice primero y único sobreviviente de la performance electoral, Eduardo Huáscar Alderete, vice segundo y Guillermo Raúl Jenefes como titular del Congreso Partidario. Considerando que diciembre ya se fue, y que el protagonismo de enero le corresponderá a las nuevas autoridades, y que en Jujuy, hasta después del Carnaval, es poco probable hilvanar algo serio, los tiempos para la normalización del peronismo, estarán apretadísimos, y deberán avanzar en reuniones reservadas para ir tejiendo un armado razonable. Por ahora, le corresponderá a Javier Hinojo –ratificado como presidente del bloque de diputados- ser el escudero político y vocero del PJ. En tarea más institucional, se estrenará Rubén Rivarola, ahora como vicepresidente segundo de la Legislatura. Claro, también tendrán que pensar qué hacer con el "peronismo externo" hoy inorgánico pero victorioso, que quiere voz y voto en la nueva vida del PJ local. Esto es en buen romance, como ellos mismos lo definen, "copar el partido, ahora que somos gobierno". Claro, nada será ni obvio ni fácil.

El Vicegobernador Carlos Guillermo Haquim designó sus secretarios: Parlamentario Javier De Bedia y Administrativo José María Montiel y aún no se conocieron nombres de los prosecretarios ni de otros funcionarios del Poder legislativo. Frente Unidos y Organizados, de futuro a definir todavía, sumó a Juan Manuel Esquivel y Mabel Balconte, y próximamente a Ariel Ruarte por Milagro Sala, que partirá al Parlasur y eligió como presidente de bloque a Germán Noro. Y el Frente Primero Jujuy, nominó al ex vicegobernador Pedro Antonio Segura como presidente de Bloque

Los radicales se arman

La Unión Cívica Radical también emprenderá su re armado interno. Por primera vez son gobierno, y comenzaron a sentir que a pesar de haberse preparado intensamente, y de los diseños de programas y proyectos, el traslado de los mismos a la práctica, y la designación de funcionarios responsables para cada caso, es una misión mucho más compleja, de lo que desde la oposición se ve. Gerardo Morales desmanteló las listas de diputados electos, desvistió parte del elenco de la Municipalidad de la Capital, y aún apelando a los socios peronistas y de otros partidos integrantes del Frente Cambia Jujuy, todavía le faltan centenares de lugares por cubrir, con el adicional de que muchas veces, los amigos y colaboradores más leales, no siempre generan consensos automáticos ni adentro ni afuera del elenco oficial. Se confirmaron en general todos los anticipos de esta columna: dos diputados electos renunciaron antes de asumir y corrió la lista para permitir el ingreso de Renán Dada y Marcela Arjona. Dos se irán después para que asuman los suplentes Guido Luna y Rodolfo Nieto. También asumieron otros dos suplentes: Felipe Balcázar por Alejandra Martínez (diputada Nacional), y Osvaldo Cuellar, por Julio Braco (intendente de San Pedro). Presidirá el bloque Alberto Piki Bernis, y actuará como vicepresidente primero del Poder Carlos Amaya.

Perfume de mujer

Los corrimientos radicales, permitieron que Silvia Giaccoppo, reemplace a Gerardo Morales en el Senado. Por su parte Gabriela Albornoz lo sustituirá a Mario Fiad y Norma Aguirre, a la segunda candidata en la banca del Parlasur, Isolda Calsina, futura ministra de Educación (quien cruzará arenas movedizas en el Frente Cambia Jujuy y en el ministerio más devastado de la provincia). Así, con Alejandra Martínez, y Gabriela Burgos, y Cristina Fernández, (que había sustituido a Miguel Giubergia), quedaron tres las diputadas nacionales, una senadora, y una legisladora internacional, por la UCR jujeña. ¡Seis Mujeres! Algo que el tradicional machismo ucerreísta jamás hubiera armado voluntariamente. ¡Quién hubiera pensado, si esto sigue así, serán los muchachos radicales quienes peleen por un cupo en su partido!

"Chuli" Jorge para cubrir sus vacantes en la Municipalidad, (Ekel Meyer, Juan Carlos Robles y Mary Ferrín), promocionará a tres jóvenes profesionales que ya lo acompañan: Agustina Apaza, Luciano Córdoba y Gustavo Muro. Esto se supo en medio de la algarabía generada por la designación del intendente de San Salvador de Jujuy, como vicepresidente primero de la UCR nacional. Tras el alejamiento de Ernesto Sanz, (principalísimo operador y respaldo del ascenso nacional del jujeño), el centenario partido se inclinó por una nueva generación de dirigentes, y trasladó las responsabilidades a intendentes ganadores: presidente José Corral, de Santa Fé, "Chuli" y Ramón Mestre de Córdoba, entre otros. Mientras tanto GM no pierde tiempo. Estrenando ministro de Hacienda, Carlos Romeo Alfonso, tuvo su primer contacto "fuerte" fue con Alfonso Prat Gay en Buenos Aires. Hablaron de modernizar el Banco Nación y ponerlo al servicio de la producción local, de atender con precisión el tema del Ingenio La Esperanza, para lo que reclamó definiciones urgentes de los inversores, de reflotar el proyecto de una Zona Franca en Jujuy. Pero especialmente, del flujo de fondos para el pago de los sueldos de diciembre, y también de los desembolsos con que Nación deberá asistir sin trabas y sin dilaciones, para cubrir el medio aguinaldo y la ayuda extraordinaria de fin de año. La actitud dubitativa del ministro nacional frente a la gravísima situación que ya sabe que heredará se desplomó, dicen, ante la furibunda exigencia del gobernador electo. Un tira y afloje, que seguramente, se repetirá y requerirá siempre de iguales actitudes.

Desde este jueves, los flashes, las luces de la TV, los grandes titulares, y la historia cotidiana que retratan los medios de comunicación, apuntarán a las nuevas caras, nombres, situaciones y actividades de los funcionarios que serán gobierno. La señora Presidente de la Nación, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, el señor Gobernador, Eduardo Alfredo Fellner, y sus respectivos funcionarios, equipos de trabajo y demás allegados, irán de a poco desapareciendo de los primeros planos- Pasarán lentamente a formar parte de la historia inmediata anterior a los nuevos días, y muchos de esos hombres y mujeres y sus correspondientes acciones, se irán alojando en los anaqueles de los archivos del país y de la provincia, a la espera que las pasiones se esfumen, y la pátina del tiempo los cubra de una cierta objetividad para asignarles reproches o reconocimientos, y un sitio definitivo en la memoria. Cada vez se los irá nombrando menos, a excepción de los momentos e instancias en que las nuevas autoridades los requieran o los traigan a colación, por alguna razón especial. Suena como doloroso, y hasta desagradecido, pero la realidad es esa. Esto, en el terreno de la administración del estado, sea éste nacional o provincial. En el terreno puramente político, la cosa es diferente. Para todos, siempre está abierta la posibilidad de seguir en vigencia, de convertirse en líderes de la oposición, en referentes de las nuevas generaciones, en baluartes de una valiosísima experiencia atesorada que solamente queda reservada entre miles o millones de ciudadanos, a los pocos que transitaron los círculos del poder. Experiencia que jamás se puede desdeñar, sin correr el riesgo de repetir equivocaciones terribles, o caer en nuevos errores que siempre prohijan la soberbia y la suficiencia exageradas. Por eso el título de esta columna: los militantes del nuevo oficialismo que se instalará en jueves en Argentina y Jujuy, ya no tienen que prometer que cambios. Tienen que realizarlos, demostrando que serán capaces de estar a la altura de la responsabilidad que la ciudadanía les impuso, consolidando lo bueno que encuentren y cambiando o mejorando lo que encuentren mal. Para los protagonistas del oficialismo que se va, paradójicamente, se inicia el tiempo de los cambios. Cambios en la manera de vivir la cosa pública y de sentir la cosa privada y hasta familiar, cambios en cómo tratar y considerar al mundo que los rodea y a sus ciudadanos simplemente como otros habitantes más del extenso y multifacético universo que llamamos "el llano". Los que llegan, ahora deberán mostrar para qué querían, y qué harán con el poder. Los que se van, cómo vivirán sin tener el poder en sus manos, o conservando apenas retazos del poder que tuvieron. Con profundo respeto para ambos sectores, los mejores deseos de éxitos en las nuevas funciones, en un país y una provincia, que deberá hacer pie sobre un terreno consolidado de pura justicia, de consensos, y de acuerdos.


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