SAN PEDRO (Corresponsal). Con la bendición de ramos, la feligresía católica, inició ayer el camino hacia la Semana Santa, que se vive de una singular manera en la provincia de Jujuy, donde se conjuga el ritual, lo místico y una profunda religiosidad popular, que se traduce en ricas y arraigadas manifestaciones.
Las distintas parroquias del departamento, vivieron con gran gozo esta festividad, que comenzó con la bendición, procesión y posterior misa celebrada por cada uno de sus sacerdotes.
Como ya es tradicional, la comunidad de la capilla Nuestra Señora de Fátima, se congregó en un sector de la terminal de ómnibus, donde se levantó un altar para vivir la primera parte de la celebración.
Tras un breve mensaje, el padre Héctor Martínez realizó la primera bendición de ramos, para luego partir en procesión por las calles hasta llegar al atrio de la capilla, donde se dispuso el altar ornamentado con palmas y ramos para la santa misa.
En el lugar otros feligreses aguardaban con sus ramos y antes del oficio religioso, tuvo lugar la bendición general.
Primera misa de ramos
En su primera misa de ramos junto a su nueva comunidad, el padre Héctor Martínez pronunció una sentida homilía, en la que fue presentando todos aquellos rostros que formaron parte de la pasión de Cristo, indicando que en el relato de la pasión, descubrimos el rostro de Dios y el rostro divino del hombre, descubrimos a un Cristo con sentimientos, a un Cristo humano, pero también hoy como ayer descubrimos la maldad del corazón del hombre.
"Vemos la maldad de los sacerdotes que buscaron por todos los medios la manera para condenar a Jesús con testimonios falsos, vemos ahí la falsedad e hipocresía, vemos la incomprensión de los apóstoles que no entendían a Jesús, vemos a un Pedro que lo niega tres veces y a los demás que escapan. Vemos a un Judas que un momento sagrado, compartió del mismo plato y luego lo traiciona con un beso. Pero ante todo lo malo que manifiesta el corazón del hombre, en el momento de la muerte en la cruz, hay alguien que cree sin pedir milagros, vemos a un soldado que al ver la humanidad de Cristo sufriente, dice verdaderamente este es el hijo de Dios".
En otro tramo de su prédica, el sacerdote refirió que la semana santa es el tiempo de contemplar al Dios de la vida y de descubrir nuestro corazón muchas veces cargado de maldad, de hipocresía, de levantar falsos testimonios.
"En este tiempo tenemos que pedirle a Dios que nos dé un corazón semejante al suyo, que nos lleve a tener la fe del centurión, para poder descubrir y sentir en esta semana que verdaderamente Jesús es el hijo de Dios, para poder descubrir en la cruz, la expresión de amor más bella para con el hombre y descubrir que nosotros somos llamados a vivir esta vida como verdaderos hijos de Dios", agregó.
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SAN PEDRO (Corresponsal). Con la bendición de ramos, la feligresía católica, inició ayer el camino hacia la Semana Santa, que se vive de una singular manera en la provincia de Jujuy, donde se conjuga el ritual, lo místico y una profunda religiosidad popular, que se traduce en ricas y arraigadas manifestaciones.
Las distintas parroquias del departamento, vivieron con gran gozo esta festividad, que comenzó con la bendición, procesión y posterior misa celebrada por cada uno de sus sacerdotes.
Como ya es tradicional, la comunidad de la capilla Nuestra Señora de Fátima, se congregó en un sector de la terminal de ómnibus, donde se levantó un altar para vivir la primera parte de la celebración.
Tras un breve mensaje, el padre Héctor Martínez realizó la primera bendición de ramos, para luego partir en procesión por las calles hasta llegar al atrio de la capilla, donde se dispuso el altar ornamentado con palmas y ramos para la santa misa.
En el lugar otros feligreses aguardaban con sus ramos y antes del oficio religioso, tuvo lugar la bendición general.
Primera misa de ramos
En su primera misa de ramos junto a su nueva comunidad, el padre Héctor Martínez pronunció una sentida homilía, en la que fue presentando todos aquellos rostros que formaron parte de la pasión de Cristo, indicando que en el relato de la pasión, descubrimos el rostro de Dios y el rostro divino del hombre, descubrimos a un Cristo con sentimientos, a un Cristo humano, pero también hoy como ayer descubrimos la maldad del corazón del hombre.
"Vemos la maldad de los sacerdotes que buscaron por todos los medios la manera para condenar a Jesús con testimonios falsos, vemos ahí la falsedad e hipocresía, vemos la incomprensión de los apóstoles que no entendían a Jesús, vemos a un Pedro que lo niega tres veces y a los demás que escapan. Vemos a un Judas que un momento sagrado, compartió del mismo plato y luego lo traiciona con un beso. Pero ante todo lo malo que manifiesta el corazón del hombre, en el momento de la muerte en la cruz, hay alguien que cree sin pedir milagros, vemos a un soldado que al ver la humanidad de Cristo sufriente, dice verdaderamente este es el hijo de Dios".
En otro tramo de su prédica, el sacerdote refirió que la semana santa es el tiempo de contemplar al Dios de la vida y de descubrir nuestro corazón muchas veces cargado de maldad, de hipocresía, de levantar falsos testimonios.
"En este tiempo tenemos que pedirle a Dios que nos dé un corazón semejante al suyo, que nos lleve a tener la fe del centurión, para poder descubrir y sentir en esta semana que verdaderamente Jesús es el hijo de Dios, para poder descubrir en la cruz, la expresión de amor más bella para con el hombre y descubrir que nosotros somos llamados a vivir esta vida como verdaderos hijos de Dios", agregó.