Personal del Hospital "Gutiérrez" de la ciudad de La Plata realizó ayer un cese de actividades en forma parcial para pedir justicia por el brutal asesinato de Francisco Guerrero, el joven médico ultimado por delincuentes el último viernes durante un asalto en el barrio El Mondongo.
"Hospital Cerrado por Duelo", rezaba un cartel colocado en la entrada del nosocomio, donde el profesional realizaba prácticas, ya que solamente se atendía con normalidad la guardia y urgencias, mientras que otras actividades se realizaban en la medida que cada responsable lo determinaba. ""Estamos emocionalmente muy tocados", sostuvo Walter Paz, director ejecutivo del Gutiérrez, un hospital donde en la mañana del lunes imperaban los globos negros para recordar al colega asesinado.
Guerrero, de 28 años y oriundo de la ciudad entrerriana de Concordia, fue asesinado delante de su novia el viernes pasado en la calle 66, entre 115 y 116. Cuando la pareja caminaba por el lugar, dos delincuentes que circulaban en un vehículo, interceptaron al médico con fines de robo. Aparentemente, Guerrero se resistió al asalto y uno de los asaltantes le efectuó dos disparos a quemarropa.
Mientras los delincuentes escaparon, el médico fue llevado al Hospital San Martín, a pocos metros del lugar, donde se produjo su muerte.
Los compañeros del Hospital Gutiérrez contaron que el jueves último Guerrero había llevado sandwiches al servicio de Traumatología, donde se desempeñaba, para festejar su cumpleaños número 28.
La novia del médico, Gimena Juri, de 28 años, dijo que los delincuentes le dispararon a Guerrero cuando se negó a darles la billetera.
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Personal del Hospital "Gutiérrez" de la ciudad de La Plata realizó ayer un cese de actividades en forma parcial para pedir justicia por el brutal asesinato de Francisco Guerrero, el joven médico ultimado por delincuentes el último viernes durante un asalto en el barrio El Mondongo.
"Hospital Cerrado por Duelo", rezaba un cartel colocado en la entrada del nosocomio, donde el profesional realizaba prácticas, ya que solamente se atendía con normalidad la guardia y urgencias, mientras que otras actividades se realizaban en la medida que cada responsable lo determinaba. ""Estamos emocionalmente muy tocados", sostuvo Walter Paz, director ejecutivo del Gutiérrez, un hospital donde en la mañana del lunes imperaban los globos negros para recordar al colega asesinado.
Guerrero, de 28 años y oriundo de la ciudad entrerriana de Concordia, fue asesinado delante de su novia el viernes pasado en la calle 66, entre 115 y 116. Cuando la pareja caminaba por el lugar, dos delincuentes que circulaban en un vehículo, interceptaron al médico con fines de robo. Aparentemente, Guerrero se resistió al asalto y uno de los asaltantes le efectuó dos disparos a quemarropa.
Mientras los delincuentes escaparon, el médico fue llevado al Hospital San Martín, a pocos metros del lugar, donde se produjo su muerte.
Los compañeros del Hospital Gutiérrez contaron que el jueves último Guerrero había llevado sandwiches al servicio de Traumatología, donde se desempeñaba, para festejar su cumpleaños número 28.
La novia del médico, Gimena Juri, de 28 años, dijo que los delincuentes le dispararon a Guerrero cuando se negó a darles la billetera.