Una serie de imágenes en las que se muestras condiciones de severo maltrato a ancianos internados en un geriátrico de la ciudad de San Juan causaron indignación en la región, tras viralizarse en redes sociales.
El establecimiento, situado en Rivadavia y juez Ramón Díaz, en inmediaciones del Parque Mayo de la capital sanjuanina, fue inspeccionado por funcionarios del Ministerio de Salud Pública provincial. Si bien no se habían podido corroborar las dantescas imágenes que se mostraron especialmente en la red social Facebook, el geriátrico fue clausurado por no encontrarse habilitado, además de detectarse algunas irregularidades.
Personas mayores en condiciones precarias, aparente desnutrición, algunos de ellos desnudos y con signos de recibir maltrato físico forman parte de la serie de fotos, que alcanzó también repercusión en medios locales como el diario Tiempo de San Juan.
La dueña del lugar negó las acusaciones, dijo que las fotos fueron "armadas" por una empleada a la que echó porque le robaba a los abuelos, mientras que aseguró que nunca pudo habilitar el establecimiento, el que ahora piensa en cerrar, porque le perdieron unos planos en una oficina pública.
La difusión de la aberrante situación estuvo a cargo de un usuario de la red social identificado como Alberto Raúl Carrizo: "Ayudemos con esto, no se puede estar ajeno...Me comentaron que hay 12 ancianos, 5 escondidos en la planta alta y de una olla de 10 litros tienen que almorzar y cenar", expresó en el posteo que acompañan las imágenes.
El director de Regulación y Control de Salud Pública provincial, Walter Antuña, reveló que el lugar ya había sido clausurado en varias oportunidades, inclusive el año pasado, mientras que además de responsabilizar a la dueña del lugar, también lo hizo a los familiares de los pacientes a quienes en oportunidades anteriores habían sido advertidos. Algunos se ocuparon de los abuelos y otros no.
Según se indicó, en el geriátrico, entre otras irregularidades, se detectó que no contaba con 24 horas de enfermería, no tenía espacios de recreación, ni actividades psicosociales y había una mala manipulación de los medicamentos.
El funcionario advirtió en ese sentido que "los maltratos no son sólo de golpes. Tener a un abuelo quieto en una silla también es una forma de maltrato".
La dueña del lugar, Rosa Atencio, admitió que no cuenta con habilitación y reveló que cobraba ocho mil pesos por paciente pero que su intención es cerrar el geriátrico.
En tanto, varios familiares de los abuelos salieron en defensa del geriátrico y aseguraron que los pacientes eran bien tratados, mientras que creían que la falta de habilitación solo era por una cuestión edilicia. Coincidieron que los abuelos contaban en el lugar con asistencia médica, una nutricionista y masajistas.
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Una serie de imágenes en las que se muestras condiciones de severo maltrato a ancianos internados en un geriátrico de la ciudad de San Juan causaron indignación en la región, tras viralizarse en redes sociales.
El establecimiento, situado en Rivadavia y juez Ramón Díaz, en inmediaciones del Parque Mayo de la capital sanjuanina, fue inspeccionado por funcionarios del Ministerio de Salud Pública provincial. Si bien no se habían podido corroborar las dantescas imágenes que se mostraron especialmente en la red social Facebook, el geriátrico fue clausurado por no encontrarse habilitado, además de detectarse algunas irregularidades.
Personas mayores en condiciones precarias, aparente desnutrición, algunos de ellos desnudos y con signos de recibir maltrato físico forman parte de la serie de fotos, que alcanzó también repercusión en medios locales como el diario Tiempo de San Juan.
La dueña del lugar negó las acusaciones, dijo que las fotos fueron "armadas" por una empleada a la que echó porque le robaba a los abuelos, mientras que aseguró que nunca pudo habilitar el establecimiento, el que ahora piensa en cerrar, porque le perdieron unos planos en una oficina pública.
La difusión de la aberrante situación estuvo a cargo de un usuario de la red social identificado como Alberto Raúl Carrizo: "Ayudemos con esto, no se puede estar ajeno...Me comentaron que hay 12 ancianos, 5 escondidos en la planta alta y de una olla de 10 litros tienen que almorzar y cenar", expresó en el posteo que acompañan las imágenes.
El director de Regulación y Control de Salud Pública provincial, Walter Antuña, reveló que el lugar ya había sido clausurado en varias oportunidades, inclusive el año pasado, mientras que además de responsabilizar a la dueña del lugar, también lo hizo a los familiares de los pacientes a quienes en oportunidades anteriores habían sido advertidos. Algunos se ocuparon de los abuelos y otros no.
Según se indicó, en el geriátrico, entre otras irregularidades, se detectó que no contaba con 24 horas de enfermería, no tenía espacios de recreación, ni actividades psicosociales y había una mala manipulación de los medicamentos.
El funcionario advirtió en ese sentido que "los maltratos no son sólo de golpes. Tener a un abuelo quieto en una silla también es una forma de maltrato".
La dueña del lugar, Rosa Atencio, admitió que no cuenta con habilitación y reveló que cobraba ocho mil pesos por paciente pero que su intención es cerrar el geriátrico.
En tanto, varios familiares de los abuelos salieron en defensa del geriátrico y aseguraron que los pacientes eran bien tratados, mientras que creían que la falta de habilitación solo era por una cuestión edilicia. Coincidieron que los abuelos contaban en el lugar con asistencia médica, una nutricionista y masajistas.