La suspendida presidente de Brasil, Dilma Rousseff, decidió no asistir hoy a una sesión de la comisión del Senado que lleva el juicio político en su contra, debido a que sus abogados consideran que su presencia no ayudará a su defensa.
Rousseff había sido citada para hoy, pero dejará su representación en manos de su abogado, José Eduardo Cardozo.
Se informó que Cardozo cree que la presencia física de Rousseff ante la comisión "no ayudaría a su defensa", ya que de los 21 miembros del cuerpo solamente cinco se oponen a la destitución de la mandataria, lo cual la sitúa en posición de desventaja.
"Esta comisión tiene las cartas marcadas, por lo que no debería presentarse ante ese grupo de senadores que defiende el golpe", dijo el pasado lunes el senador Lindbergh Farias, miembro de la comisión por el Partido de los Trabajadores (PT), la fuerza política que llevó a Rousseff a la presidencia.
La mandataria fue suspendida por 180 días en sus funciones el pasado 12 de mayo, bajo la acusación de haber reasignado partidas presupuestarias sin la autorización del Congreso.
La suspensión marcó también el inicio del juicio político, en el que ya fueron escuchados 39 testigos de la defensa, dos de la acusación y cuatro ofrecidos por la comisión senatorial.
La sesión a la que había sido citada Rousseff pondrá fin al tiempo para la presentación de pruebas y abre el paso a la elaboración del informe final de la comisión, cuya presentación está prevista para el 2 de agosto.
La votación de los senadores puede llevarse a cabo el 9 de agosto.
Si Rousseff es destituida, la presidencia quedará en manos del actual jefe de Estado interino, Michel Temer, hasta el 1 de enero de 2019.
Si la presidente es absuelta, retomará el poder apenas se publique la sentencia.
Rousseff había sido citada para hoy, pero dejará su representación en manos de su abogado, José Eduardo Cardozo.
Se informó que Cardozo cree que la presencia física de Rousseff ante la comisión "no ayudaría a su defensa", ya que de los 21 miembros del cuerpo solamente cinco se oponen a la destitución de la mandataria, lo cual la sitúa en posición de desventaja.
"Esta comisión tiene las cartas marcadas, por lo que no debería presentarse ante ese grupo de senadores que defiende el golpe", dijo el pasado lunes el senador Lindbergh Farias, miembro de la comisión por el Partido de los Trabajadores (PT), la fuerza política que llevó a Rousseff a la presidencia.
La mandataria fue suspendida por 180 días en sus funciones el pasado 12 de mayo, bajo la acusación de haber reasignado partidas presupuestarias sin la autorización del Congreso.
La suspensión marcó también el inicio del juicio político, en el que ya fueron escuchados 39 testigos de la defensa, dos de la acusación y cuatro ofrecidos por la comisión senatorial.
La sesión a la que había sido citada Rousseff pondrá fin al tiempo para la presentación de pruebas y abre el paso a la elaboración del informe final de la comisión, cuya presentación está prevista para el 2 de agosto.
La votación de los senadores puede llevarse a cabo el 9 de agosto.
Si Rousseff es destituida, la presidencia quedará en manos del actual jefe de Estado interino, Michel Temer, hasta el 1 de enero de 2019.
Si la presidente es absuelta, retomará el poder apenas se publique la sentencia.
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La suspendida presidente de Brasil, Dilma Rousseff, decidió no asistir hoy a una sesión de la comisión del Senado que lleva el juicio político en su contra, debido a que sus abogados consideran que su presencia no ayudará a su defensa.
Rousseff había sido citada para hoy, pero dejará su representación en manos de su abogado, José Eduardo Cardozo.
Se informó que Cardozo cree que la presencia física de Rousseff ante la comisión "no ayudaría a su defensa", ya que de los 21 miembros del cuerpo solamente cinco se oponen a la destitución de la mandataria, lo cual la sitúa en posición de desventaja.
"Esta comisión tiene las cartas marcadas, por lo que no debería presentarse ante ese grupo de senadores que defiende el golpe", dijo el pasado lunes el senador Lindbergh Farias, miembro de la comisión por el Partido de los Trabajadores (PT), la fuerza política que llevó a Rousseff a la presidencia.
La mandataria fue suspendida por 180 días en sus funciones el pasado 12 de mayo, bajo la acusación de haber reasignado partidas presupuestarias sin la autorización del Congreso.
La suspensión marcó también el inicio del juicio político, en el que ya fueron escuchados 39 testigos de la defensa, dos de la acusación y cuatro ofrecidos por la comisión senatorial.
La sesión a la que había sido citada Rousseff pondrá fin al tiempo para la presentación de pruebas y abre el paso a la elaboración del informe final de la comisión, cuya presentación está prevista para el 2 de agosto.
La votación de los senadores puede llevarse a cabo el 9 de agosto.
Si Rousseff es destituida, la presidencia quedará en manos del actual jefe de Estado interino, Michel Temer, hasta el 1 de enero de 2019.
Si la presidente es absuelta, retomará el poder apenas se publique la sentencia.
Rousseff había sido citada para hoy, pero dejará su representación en manos de su abogado, José Eduardo Cardozo.
Se informó que Cardozo cree que la presencia física de Rousseff ante la comisión "no ayudaría a su defensa", ya que de los 21 miembros del cuerpo solamente cinco se oponen a la destitución de la mandataria, lo cual la sitúa en posición de desventaja.
"Esta comisión tiene las cartas marcadas, por lo que no debería presentarse ante ese grupo de senadores que defiende el golpe", dijo el pasado lunes el senador Lindbergh Farias, miembro de la comisión por el Partido de los Trabajadores (PT), la fuerza política que llevó a Rousseff a la presidencia.
La mandataria fue suspendida por 180 días en sus funciones el pasado 12 de mayo, bajo la acusación de haber reasignado partidas presupuestarias sin la autorización del Congreso.
La suspensión marcó también el inicio del juicio político, en el que ya fueron escuchados 39 testigos de la defensa, dos de la acusación y cuatro ofrecidos por la comisión senatorial.
La sesión a la que había sido citada Rousseff pondrá fin al tiempo para la presentación de pruebas y abre el paso a la elaboración del informe final de la comisión, cuya presentación está prevista para el 2 de agosto.
La votación de los senadores puede llevarse a cabo el 9 de agosto.
Si Rousseff es destituida, la presidencia quedará en manos del actual jefe de Estado interino, Michel Temer, hasta el 1 de enero de 2019.
Si la presidente es absuelta, retomará el poder apenas se publique la sentencia.