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Inició el juicio político contra Dilma Rousseff

Viernes, 26 de agosto de 2016 01:30
<div>JUICIO POLÍTICO / EL SENADO INICIÓ LA FASE FINAL DEL PROCESO CONTRA DILMA.</div><div>
El Senado brasileño inició ayer la sesión histórica del juicio político para destituir o confirmar en el cargo, la próxima semana, a la suspendida presidenta Dilma Rousseff, lo cual puede ratificar como jefe de Estado al vicepresidente Michel Temer.
La sesión fue abierta por el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, quien explicó que esta sesión "convierte a los senadores en jueces"
En la primera parte se esperan ocho testigos, dos de la acusación y seis de la defensa, para abordar la imputación contra Rousseff, delitos de responsabilidad contra la Constitución por hacer alteraciones en el presupuesto supuestamente sin aval parlamentario
Hoy serán escuchados los testigos, comenzando por el fiscal del tribunal de cuentas de la Unión (TCU), Julio Marcelo de Oliveira, y el auditor de ese órgano revisor, Antonio Dávila Carvalho Junior, ambos defensores de la tesis de que Rousseff cometió delito de responsabilidad en la administración del presupuesto 2015.
La defensa tuvo derecho a presentar seis testigos, entre ellos el exministro de Economía Nelson Barbosa, el profesor de Derecho de la Universidad Estadual de Río de Janeiro Ricardo Lodi Ribeiro y el economista y exprofesor y asesor económico de Rousseff Luiz Gonzaga Belluzo (también ex presidente del club de fútbol Palmeiras).
Los otros tres son la exsecretaria del presupuesto Esther Dweck, el profesor de Derecho Geraldo Prado y el ex viceministro de Educación Luiz Costa.
Una sesión escandalosa
En la sesión de ayer se cruzaron acusaciones de "falta de moral", "aspirador de cocaína" y "esclavista", lo que atrasó gran parte del cronograma trazado para escuchar a testigos del proceso de destitución.
Los senadores del Partido de los Trabajadores (PT) hicieron decenas de cuestiones de orden del régimen interno, dilatando el inicio del proceso, y eso elevó los ánimos en la sesión histórica que dirige en el Senado el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowsi.
"Este Senado no tiene estatura moral para juzgar a una presidenta como Dilma", dijo la senadora Gleisi Hoffman, exjefa de gabinete de Rousseff, lo que inició el revuelo generalizado de sus rivales, que respaldan al interino Michel Temer.
Rápidamente reaccionó el jefe del bloque del conservador Demócratas, el ganadero Ronaldo Caiado, aliado de Temer: "Yo no le robo a los jubilados", dijo, en referencia a que el marido de Hoffman, el exministro Paulo Bernardo, fue denunciado por fraude en el sistema de créditos a los pensionados.
A Caiado lo cruzó otro senador del PT, Lindberg Farias, quien le recordó su alianza con un senador condenado por corrupción y lavado de dinero, Demóstenes Torres.
"Pido antidoping para él. No aspires aquí", le respondió Caiado, en medio de una discusión generalizada y gritos del presidente de la corte para reducir la tensión.
La base de apoyo a Rousseff logró ganar tiempo.
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El Senado brasileño inició ayer la sesión histórica del juicio político para destituir o confirmar en el cargo, la próxima semana, a la suspendida presidenta Dilma Rousseff, lo cual puede ratificar como jefe de Estado al vicepresidente Michel Temer.
La sesión fue abierta por el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, quien explicó que esta sesión "convierte a los senadores en jueces"
En la primera parte se esperan ocho testigos, dos de la acusación y seis de la defensa, para abordar la imputación contra Rousseff, delitos de responsabilidad contra la Constitución por hacer alteraciones en el presupuesto supuestamente sin aval parlamentario
Hoy serán escuchados los testigos, comenzando por el fiscal del tribunal de cuentas de la Unión (TCU), Julio Marcelo de Oliveira, y el auditor de ese órgano revisor, Antonio Dávila Carvalho Junior, ambos defensores de la tesis de que Rousseff cometió delito de responsabilidad en la administración del presupuesto 2015.
La defensa tuvo derecho a presentar seis testigos, entre ellos el exministro de Economía Nelson Barbosa, el profesor de Derecho de la Universidad Estadual de Río de Janeiro Ricardo Lodi Ribeiro y el economista y exprofesor y asesor económico de Rousseff Luiz Gonzaga Belluzo (también ex presidente del club de fútbol Palmeiras).
Los otros tres son la exsecretaria del presupuesto Esther Dweck, el profesor de Derecho Geraldo Prado y el ex viceministro de Educación Luiz Costa.
Una sesión escandalosa
En la sesión de ayer se cruzaron acusaciones de "falta de moral", "aspirador de cocaína" y "esclavista", lo que atrasó gran parte del cronograma trazado para escuchar a testigos del proceso de destitución.
Los senadores del Partido de los Trabajadores (PT) hicieron decenas de cuestiones de orden del régimen interno, dilatando el inicio del proceso, y eso elevó los ánimos en la sesión histórica que dirige en el Senado el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowsi.
"Este Senado no tiene estatura moral para juzgar a una presidenta como Dilma", dijo la senadora Gleisi Hoffman, exjefa de gabinete de Rousseff, lo que inició el revuelo generalizado de sus rivales, que respaldan al interino Michel Temer.
Rápidamente reaccionó el jefe del bloque del conservador Demócratas, el ganadero Ronaldo Caiado, aliado de Temer: "Yo no le robo a los jubilados", dijo, en referencia a que el marido de Hoffman, el exministro Paulo Bernardo, fue denunciado por fraude en el sistema de créditos a los pensionados.
A Caiado lo cruzó otro senador del PT, Lindberg Farias, quien le recordó su alianza con un senador condenado por corrupción y lavado de dinero, Demóstenes Torres.
"Pido antidoping para él. No aspires aquí", le respondió Caiado, en medio de una discusión generalizada y gritos del presidente de la corte para reducir la tensión.
La base de apoyo a Rousseff logró ganar tiempo.