Los basurales a cielo abierto siguen siendo una de las problemáticas a las cuales no se encuentra una solución en La Quiaca.
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Los basurales a cielo abierto siguen siendo una de las problemáticas a las cuales no se encuentra una solución en La Quiaca.
Pasan los años, pasan las gestiones y esta situación sigue latente como una especie de herida abierta en las arterias de la ciudad, actualmente cuatro barrios quiaqueños sufren las consecuencias.
Con el aumento de la temperatura bajo el sol intenso a tan sólo 2 kilómetros al oeste del ejido urbano, existe un enorme basural donde los olores nauseabundos es cosa de todos los días.
Vecinos de los barrios Estela Silos, Venancio Cabana, Éxodo Jujeño y Natividad Quispe en esta época deben lidiar con ratas y moscas por la proximidad de estos sectores con el foco infeccioso.
Terrenos baldíos repletos de basura abundan en La Quiaca, y por doquier.
Los hay grandes y pequeños, pero todos se nivelan en lo que tiene que ver con lo perjudicial para la vida en comunidad y con lo nocivo que resultan para la salud de quienes habitan en sus inmediaciones.
Por la misma zona primeramente mencionada pastan ovejas siendo todo un despropósito ante tanta contaminación a la vista.
Camiones y maquinaria del municipio trabajan en el lugar, levantando y removiendo la basura no puede ser enterrada muy cerca de allí está la napa de agua que provee del líquido elemento a cientos de personas de los barrios ubicados a la vera de la ruta provincial 5.
En ese sector donde apenas se puede respirar hay de todo, el camino que conduce al sector va mostrando como la decidía del hombre va destruyendo el propio ecosistema que nos rodea.
Estado municipal ausente
Cuesta creer la misma municipalidad arroja allí los residuos, sin ningún remordimiento, la suya es una conducta reprochable e irresponsable.
A modo de “arreglar” las cosas cada tanto llevan a trabajadores de limpieza urbana que sin las condiciones adecuadas tratan de limpiar el lugar, algo imposible además de ser una tarea insalubre.
Ahí es donde se necesita un Estado presente para erradicar esta imprudente práctica, evitar que estos lugares sigan creciendo y también impedir el establecimiento de nuevos basurales a cielo abierto.
Vecinos de los sectores citados señalaron “han arrojado de todo ahí con el calor el olor es insoportable por las moscas debemos cerrar todo porque no se puede estar tranquilo. Vamos a pedirle a la municipalidad fumigue el lugar así no se puede vivir” remarcaron.
La Quiaca tiene basura por todos lados y hay que buscar soluciones con urgencia, las autoridades deberán arbitrar los medios necesarios para que la situación no desborde y termine siendo una dificultad sin solución.