Este sábado y domingo se llevará a cabo la 21º edición de la Feria del Cambalache y Trueque en la Comunidad de Cianzo - El Zenta, a 50 kilómetros de Humahuaca, bajo la consigna "Por los saberes de nuestros pueblos y la soberanía alimentaria" , organizado por la Red Puna y la comunidad aborigen de Cianzo, El Zenta, con la participación de 45 comunidades originarias de la Quebrada, Puna y Valles jujeños.
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Este sábado y domingo se llevará a cabo la 21º edición de la Feria del Cambalache y Trueque en la Comunidad de Cianzo - El Zenta, a 50 kilómetros de Humahuaca, bajo la consigna "Por los saberes de nuestros pueblos y la soberanía alimentaria" , organizado por la Red Puna y la comunidad aborigen de Cianzo, El Zenta, con la participación de 45 comunidades originarias de la Quebrada, Puna y Valles jujeños.
En la oportunidad los campesinos y campesinas intercambiaran, de modo ancestral, una gran variedad de productos agrícolas, ganaderos y alimenticios, entre ellos frutas, verduras, carnes, granos, lanas, cueros, sal, y artesanías.
Desde hace 20 años se reúnen todos los años para intercambiar sus productos en base a sus necesidades y a la vez dandole importancia a otros productos que no son valorados en los mercados, pero si necesarios y útiles para las familias. "Nos hemos organizado para luchar por nuestros territorios, la tierra, el agua, la producción, nuestras semillas, y nuestra identidad", indicaron.
"La importancia de los cambalaches radica en mantener nuestra cultura, las tradiciones y sobre todo defender el estilo de vida campesino indígena y de alimentación" remarcaron.
Con esta feria reconocen la importancia de la producción agroecológica campesina, a diferencia del modelo de los agronegocios con semillas transgénicos, agroquímicos y un sistema de producción homogéneo, que limita la variedad de productos y semillas, de manera de controlar el sistema de producción y alimentación de los pueblos.
Consideraron que "Argentina, desde hace más de 30 años viene entregando su Soberanía Alimentaria al permitir que la producción y distribución de alimentos quede en manos de un pequeño grupo de empresas transnacionales, que controlan los mercados, especulan con los precios, y hacen de la comida un negocio. Los alimentos son un derecho".
Para la producción, tomaron la experiencia de los abuelos. "Los de la Puna lo hacían con sus carnes, los de la Quebrada lo hacían con la fruta y con la verdura, y los de la Salinas con sus panes de sal. Hoy, venimos haciendo lo mismo, recuperando la historia, la de nuestros abuelos, la de nuestros antiguos. Estas raíces son las que forjan nuestra organización y nuestra lucha. Buscamos defender nuestro derecho a la tierra, a la producción y la comercialización y por sobre todo el derecho a nuestra soberanía alimentaría".