El diputado provincial Rubén Rivarola encabezó hoy un acto de homenaje a Eva Perón en la plazoleta homónima ubicada en la esquina Dorrego y José de la Iglesia, con la presencia del diputado provincial Germán Fellner y jóvenes militantes.
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El diputado provincial Rubén Rivarola encabezó hoy un acto de homenaje a Eva Perón en la plazoleta homónima ubicada en la esquina Dorrego y José de la Iglesia, con la presencia del diputado provincial Germán Fellner y jóvenes militantes.
La actividad se inscribió en una serie de acciones encaradas por la Casa Peronista que conduce el legislador, en el marco del natalicio de la “Abanderada de los humildes”.
En una sencilla ceremonia, Rivarola colocó una ofrenda floral, tras lo cual realizó una semblanza de Eva Perón.
Durante la semana que pasó, militantes de la Casa Peronista concretaron tareas de reparación y mantenimiento de los bustos ubicados en la esquina de Dorrego y Juana Manuela Gorriti y avenida Perón y Gobernador Tello del barrio San Pedrito, donde hoy se concretó el homenaje.
“La mujer del ex presidente Juan Domingo Perón que falleció con apenas 33 años, siempre lucho por los pobres y humildes, su sacrificio era mayor “citó Rivarola.
Además recordó unos de los acontecimientos que sucedió el 5 de junio de 1950, cuando Eva Perón recorrió la Juana Manuela Gorriti e inauguró el Hogar Escuela".
Por último, brindó un mensaje a los jóvenes presentes “el peronismo sigue cada día más fuerte y se ve en la juventud y en los que quedamos, creo que todo tenemos que luchar”.
"La mejor política es tocarle la puerta al vecino y escucharlos, vamos a trabajar en conjunto con mucha fuerza y muchas ganas"concluyó.
Abanderada de los humildes
Recordemos que Eva Duarte de Perón nació en Los Toldos el 7 de mayo de 1919 y murió tras una larga agonía el 26 de julio de 1952, no sin antes meterse en los corazones de todo el pueblo, bregando por los más necesitados.
Evita era el alerta de la estructura impuesta, los ojos y oídos de Perón, su simple presencia pasó a ser la vanguardia del peronismo, una vigía insobornable y sin pelos en la lengua.Todo aquello que el Estado no podía ejecutar, relacionado con la ayuda y la asistencia social, estuvo centralizado en Evita.
En 1950 ya era una potencia política autónoma, si bien al mismo tiempo permanecía adherida a Perón de manera fanática y obsesiva.
Su poder era total; su personalidad, madura y consciente del papel que desempeñaba.