Se confirma día a día que el cristinismo se juega todo por el todo en las elecciones del 14-N. No deja de producir hechos políticos de todo tipo y calibre, buscando aumentar las posibilidades de recuperarse del golpe recibido en las primarias.
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Se confirma día a día que el cristinismo se juega todo por el todo en las elecciones del 14-N. No deja de producir hechos políticos de todo tipo y calibre, buscando aumentar las posibilidades de recuperarse del golpe recibido en las primarias.
Pero aumenta también en igual medida, el riesgo de que cada paso que da en ese sentido se le vuelva en contra. "Mutearon" parcialmente al presidente y lo enviaron a escuchar a la gente. Le armaron videos de campaña que parecen amateurs, mientras la relación entre él y la vicepresidente sigue siendo cuando menos mala. En el Poder Legislativo, Máximo Kirchner, perdió la pulseada por el quórum que no pudo amortiguar culpando al macrismo.
Massa amasa con paciencia su desembarco en un superministerio de Economía y ahora intentó apoderarse del proyecto presidencial de convertir planes en empleos genuinos. Mientras, en el entorno del jefe de La Cámpora se preparan para mover las piezas que lo lleven a presidir la cámara baja y quedar así tercero en la sucesión presidencial, detrás de CEFK y Claudia Ledesma, titular provisional del Senado. En la SCJ, el baldazo de agua helada de la renuncia de Elena Highton aumentó el dolor de cabeza del cristinismo puro y duro y como si fuera poco, apareció el exjuez Zaffaroni, sugiriendo que se amplíe la corte a 15 miembros! Así llegó el multitudinario acto de las organizaciones sociales en el estadio de Nueva Chicago, como la cereza del postre, con los discursos de Tolosa Paz, Máximo K, Pérsico y del propio Alberto, que reclamaron la eternización del modelo.
Como todo parece limitarse a la pelea en la Caba y en la PBA, (casi como si hubiesen desertado las batallas en las grandes provincias), el bonaerense Axel Kicillof con su gobierno totalmente monitoreado por el cristinismo, lanzó el controvertido programa de viajes de estudios "gratis" para estudiantes de colegios estatales y privados. En tanto la Justicia Federal, el TOF N° 8 que integran Gabriela López Iñiguez, Daniel Obligado y José Michilini, sobreseyó sin juicio a Cristina Fernández, Zannini, D'Elía, Parrilli, y otros notables, en la causa por supuesto encubrimiento del atentado a la Amia, considerando que ese "desacierto político... no constituyó delito". Sobre la llegada del feriado XXXL, desplazaron a Paula Español, secretaria de Comercio Interior, reemplazada por Roberto Feletti.
A ella se la llevó puesta la inflación y la exorbitante suba de precios, a él lo trajo la intención de aumentar la rigurosidad de los controles. En el área comunicación presidencial, el cristinismo puso a la destacada periodista y política Gabriela Carla Cerrutti, y para que asesore en la campaña, la señora calzó un Durán Barba a medida del FDT: al catalán Antoni Gutiérrez Rubí. Como se ve, el cristinismo no dejó de avanzar ni un solo día, arrasando como una topadora todos los escenarios y los lugares, confinando a la ilusión del "albertismo" a su condición de nonato, y al PJ tradicional al rol de observador pasivo. Sólo los movimientos espasmódicos y eclécticos del brioso Juan Manzur, un virtual primer ministro para tiempos de tormenta, muestran rasgos de una personalidad propia rumbo a noviembre.
Como se ve, el poder intenso y omnipresente de la vicepresidente juega en todo el tablero y con todas las piezas, pero vale preguntarse si los puntos aquí mencionados y todo el resto de medidas y disposiciones, están logrando al objetivo buscado: recuperar votantes díscolos o desilusionados, levantar las imágenes del gobierno y del Frente de Todos, y posicionar a los candidatos oficialistas de cara a un triunfo. O si todo lo que hacen y dicen termina siendo neutro, o peor, se está volviendo en contra. El oficialismo tiene a favor una oposición insulsa que a pesar de sus esfuerzos, aún no termina de armar un Frente confiable y sólido. Y que por ahora, cabalga sobre los errores del oficialismo con la oferta imprecisa del poner un freno a las ambiciones del cristinismo.
En Jujuy, las dificultades nacionales se trasladan al peronismo local. El PJ se ordenó de golpe, sin necesidad de internas. Rubén Rivarola ya ganó, tras la "proscripción virtualmente autoprovocada" de la lista opositora del senador Guillermo Snopek que se presentó rodeada de insanables errores. Ahora, el partido y sus candidatos Leila Susana Chaher, Rodolfo Tecchi y Mirna Abregú, sólo deben caminar convenciendo al electorado de su rol de defensa de Jujuy en la jungla nacional y prepararse para dar el golpe en el 2023.
El dirigente nacional y uno de los armadores políticos del oficialismo, Máximo Rodríguez, visitó Jujuy y dejó un pedido: "Una amnistía general para quienes están suspendidos del partido, para que el 14 de noviembre estemos todos juntos". Leila Susana ratificó la idea: "Sacamos cien mil votos en las primarias por haber presentado una oferta única y porque camino todo Jujuy.
Si vamos unidos, nos irá mucho mejor ahora y de cara al 2023". En el PJ anotaron el pedido, y expresaron que el 25 de noviembre cuando asuman las autoridades ya ganadoras, se abrirá una instancia para que todos los que quieran volver lo expresen formalmente asegurando también su respeto a la Carta Orgánica del partido. "¿Por qué no ya?" preguntaron unos y la respuesta fue clara: "Porque queremos ver que esta vez no queden dudas de que voten todos al peronismo, y no como en las primarias", cuando quedó flotando la sospecha de que muchos de los "rebeldes" no votaron o mandaron a votar a la izquierda para hacer sentir su castigo. La esperanza y el riesgo están altísimos.
Cambia Jujuy también vela sus armas. Algunos con la novedosa preocupación de sospechar que Gerardo Morales, aún con su potencia política y electoral, habría llegado a un techo de su crecimiento, y estarían apareciendo importantes síntomas de desgaste. "Justo ahora que el GM debe salir a recorrer provincias, mostrándose con los candidatos de Juntos y reforzando su carrera presidencial" confiesan en su entorno.
"Gerardín está seguro que el Frente Juntos será gobierno nacional en el 2023 y que él será protagonista" afirma alguien que lo trata a diario, "por eso trabaja para cerrar la grieta nacional y también las de adentro de la oposición. Pero el camino es duro..." confiesa. Tal vez, anoticiado de las mismas sospechas, el GM esté pensando -por fin- producir en diciembre la varias veces anunciada "oxigenación" de su gabinete, donde los ministros y otros funcionarios, se comportan de manera bastante despareja a la hora de empujar el carro. La expectativa crece fuerte afuera del gobierno, y más adentro del mismo. Y el GM sabe claramente los riesgos que vienen.