La moderna Clínica Nuestra Señora de Fátima adquirió una máquina de circulación extra corpórea de la firma Nipro Medical Corporation, líder mundial en el suministro de productos médicos. María Beatriz Bravo, perfusionista con 45 años de experiencia, dialogó con personal médico altamente calificado, quienes recibieron la formación técnica para la moderna adquisición, utilizada en intervenciones quirúrgicas cardíacas.
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La moderna Clínica Nuestra Señora de Fátima adquirió una máquina de circulación extra corpórea de la firma Nipro Medical Corporation, líder mundial en el suministro de productos médicos. María Beatriz Bravo, perfusionista con 45 años de experiencia, dialogó con personal médico altamente calificado, quienes recibieron la formación técnica para la moderna adquisición, utilizada en intervenciones quirúrgicas cardíacas.
Bravo participó de la entrega de la máquina de Circulación Extra Corpórea, que la clínica le compró a la firma Nipro y fue entregada en el día de ayer con el objetivo de iniciar un Programa de Cirugías Cardíacas en adultos, en principio con el nuevo equipamiento adquirido.
La llamada Máquina Corazón Pulmón Artificial se utiliza para suplantar la función cardiaca y respiratoria mientras a una persona la operan del corazón. "Ya sea por un bypass coronario, un cambio de válvulas, al corazón hay que pararlo, entonces para ello hay que conectarlo al paciente a esta máquina que nosotros manejamos, en este caso, estará a cargo de Faustino Cabana, y lo que hace es suplantar y mantener con vida al paciente mientras el corazón está parado", explicó la profesional.
"Una vez finalizado el proceso de intervención quirúrgica, se cierra todo lo que tiene que ver con el corazón y se restituye la función y se va desconectando paulatinamente de la máquina", explicó.
Mientras dura el proceso, la vida del paciente corre por las manos del perfusionista, en colaboración también de la parte anestésica que la sigue manejando el profesional a cargo, mientras el cirujano opera. "Cuando el paciente pasa a ser controlado por la máquina, que tiene una parte mecánica que sería la bomba en sí y una parte descartable que hace a veces de pulmón, que se llama oxigenador, es allí donde el anestesiólogo para el respirador, pero sigue mandando la anestesia a través de la máquina por donde administra las drogas y todo lo demás y así se va manteniendo al paciente dormido, pero con una circulación externa, llamada también circulación extra corpórea", explicó.
Este equipo es utilizado también al realizarse un trasplante cardíaco, dijo. "En general en todos los lugares donde se hace cirugía cardiovascular, tiene que haber una máquina de estas, en este caso es una nueva versión actualizada", sostuvo.
Pocos especialistas
En el país hay solo 170 perfusionistas, "somos muy pocos. Para acceder a una formación de estas características tienen que tener una carrera previa como enfermero o instrumentador quirúrgico, es una formación de posgrado", dijo.
Y remarcó que colaborarán con la clínica en todo lo que necesite, "incluso de mi parte ofrecí una capacitación con las instrumentadoras, como docente en escuelas de instrumentadoras y capacitación a profesionales".
María Beatriz Bravo es perfusionista, instrumentadora quirúrgica y enfermera, trabaja con esta tecnología desde el año 1977. "Este año cumplo 45 años en la profesión, me forme en Hospital de Clínicas José de San Martín de la Ciudad de Buenos Aires como instrumentadora y perfusionista y trabajé en diversas instituciones de Argentina", comentó a El Tribuno de Jujuy.
La profesional trabajó en el Hospital de Clínicas que pertenece a la Facultad de Medicina, en el hospital Español. Cumplió funciones en la Fundación Favaloro y junto a su esposo formó parte del equipo del reconocido cardiólogo. Actualmente se desempeña como asesora técnica de la firma Nipro Medical Corporation, en la instalación de equipamientos.