¿Cuántos instrumentos tocas?
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¿Cuántos instrumentos tocas?
Esa pregunta me la hacen siempre y nunca sé qué responder, porque siempre estoy agregando instrumentos nuevos. Básicamente, entre los principales de una banda, toco todo, es decir, batería, percusión, bajo, guitarra, teclado, piano, acordeón, bandoneón, violín.
¿Cuál fue el primer instrumento que tocaste?
El primero que aprendí fue guitarra, pero el que adopto como principal es el violín. Al poco tiempo de aprender guitarra, agarré el violín y no lo solté más. Fue el instrumento que más estudié.
¿Con qué te identificas más, con el canto o lo instrumental?
Eso fue un proceso raro. Yo al principio, cuando tenía ocho o nueve años, no me animaba a cantar, me daba vergüenza. El uso de la voz es reciente y me siento más confiando en cantar. Ahora tomo a la voz como un instrumento más.
¿En qué momento de tu carrera estás?
Considero que aún voy en camino. Esto es largo y voy firme. No considero que haya llegado a ningún lugar y tampoco pienso que haya que tener un destino. Siento que estoy transitando un camino de constancia. No sé si seré muy conocido. Llegué a conseguir un sonido particular que me define y me importa más eso. La visibilidad demora más cuando uno apuesta a estos sonidos.
¿Qué es "Changosolo"?
"Changosolo" es un disco que data de 2017. Después de eso se convirtió en el concepto en el cual me paro. Se trata de un hecho llamado "live looping", que es samplearme y grabarme en vivo, con muchos instrumentos. Armo la música mientras voy cantando y armo la banda yo solo, con el transcurrir de la canción. No uso pistas ni nada pregrabado. Es mi proyecto unipersonal.
¿En tu vida cotidiana sos un chango solo?
No tanto. Tengo mis momentos de soledad, pero no son los más. Siempre estoy acompañado de amigos que generalmente son músicos y siempre que me encuentro solo salgo a buscar un amigo. El espectáculo no nace de esto, sino de la necesidad de tocar todos los instrumentos y mostrarlo. Me hace muy feliz tocar muchos instrumentos.
¿Estás parado en algún género musical?
Hago de todo, pero siempre partiendo de la raíz folclórica. Aprendí a hacer música con el folclore; es la música que me representa e identifica, entonces todo lo que toco, le aporto el sonido ligado a la raíz folclórica norteña. No hago un género particular, es bastante ecléctico lo que toco.
¿Cómo surgió esto de unir lo telúrico con lo tecnológico?
Con la necesidad de poder tocar todos los instrumentos en escena. De chico me grababa solo. Cuando descubrí la loopera, quede maravillado y comencé a agregar cosas.
¿Cuáles son tus refugios creativos?
Depende el día me refugio en la guitarra, en Balderrama, donde está mi casa paterna, donde nací. Estoy aquí, grabando mi próximo disco. Lo que escuchan después, nace aquí, cuando estoy tranquilo comiendo comida de acá, saliendo a escuchar los pajaritos, con amigos. A la noche, cuando todo se apaga, comienzo a grabar.
¿Qué le aporta Jujuy a tu música?
Un montón. Jujuy, Salta, Tucumán y Santiago son fundamentales en la música que yo hago. Los ritmos surgen de estos lugares. Escuché mucha música que habla de Jujuy. Hay mucho de eso en lo que yo hago. El año pasado fue la primera vez que fui y me encanta volver cada vez que se pueda.
¿Qué te quedó de tu etapa participando en grupos?
Más que nada la cultura del trabajo en equipo. Estar en formaciones grandes me enseñó a cómo manejarme en ciertos festivales.
¿Qué te falta hacer en tu carrera teniendo en cuenta que sos muy joven y ya anduviste mucho?
Lo que tenía ganas de hacer ya lo hice. Me gustaría seguir en el camino, creciendo de a poquito. Dejé de trabajar con otros artistas o ser cesionista para dedicarme a hacer lo que me gusta, sin restricciones. Me gusta ir a otros países, recorrer mi país. No tengo un deseo específico. Por suerte me pasaron lindas cosas últimamente.