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Las mujeres como objeto de buenas cosas en el universo

La muestra de pinturas, esculturas e instalaciones estará disponible hasta el 5 de diciembre. La creativa artista propone una mirada diferente sobre estos personajes femeninos de los cuentos.
Domingo, 12 de noviembre de 2023 00:40

Y en la muestra están los bocetos a partir de los que nacen personajes maravillosos y enormes, que desde el viernes protagonizan la belleza creada en las salas del centro cultural “Culturarte” (Sarmiento y San Martín). Y también están ellas, las mujeres creadas, en imágenes hechas con pincel y otras tridimensionales, invadiendo el espacio de manera envolvente.

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Y en la muestra están los bocetos a partir de los que nacen personajes maravillosos y enormes, que desde el viernes protagonizan la belleza creada en las salas del centro cultural “Culturarte” (Sarmiento y San Martín). Y también están ellas, las mujeres creadas, en imágenes hechas con pincel y otras tridimensionales, invadiendo el espacio de manera envolvente.

Se abrió “Sirenas de aguas dulces”, una serie de pinturas, esculturas e instalaciones de la gran Cecilia Espinoza, que una vez más sorprende con la creatividad y la exploración de sus personajes, que siempre tienen alguna enseñanza para dar, y una bandera que levantar. La muestra estará disponible hasta el 5 de diciembre.

“Estoy contenta porque por fin puedo presentar esta serie”, dice mientras monta cada uno de los trabajos, y mide las distancias, y elige la luz, la altura, los elementos que estarán cerca, porque en ese espacio, Cecilia está contando una nueva historia sobre las sirenas. “Las sirenas de agua dulce hacen alusión a los seres mitológicos que nos relataban en la infancia. Pero en este caso, las que yo ilustro son sirenas del interior de América y son mujeres que no desencadenan sucesos desafortunados, como tradicionalmente sucede en aquellas viejas historias. Me preguntaba ¿por qué siempre en los cuentos, la mujer es causa de algo que no es bueno, como los marineros que se pierden, por ejemplo?”, comienza explicando el significado de ellas, tratando de encontrar las palabras, que yo necesito para hacer esta nota, pero lo cierto es que el mensaje se experimenta en medio de las obras, sólo con recorrer con la mirada, la mente y el corazón, detenidamente.

LAS ESCULTURAS | INVADEN EL ESPACIO DE “CULTURARTE”.

“Además siempre en los relatos, las sirenas deben despojarse de algo por ese enamorado, por ese príncipe, o por lo que creen que puede llegar a ser el amor. En cambio estas sirenas no. No tienen extremidades piciformes, son muchísimo más grandes que el ser humano, y en este sentido me gustó la apreciación de Mónica Sera Lauces, una lingüista cubana, que las describe como ‘mujeres iceberg’ porque dejan ver sólo una parte, y creo que va por ahí la vida de cada una, en la que dejamos ver lo que queremos”, se explaya. Hay dos ilustraciones originales, que dan origen a esta muestra, y que se encuentran en el entrepiso de “Culturarte”, donde se extiende la instalación.

Explica Cecilia que es una muestra en todo, en formato circular, en alusión a la luna. En todas las ilustraciones está presente la luna, y en las esculturas hay dos objetos que son como cajas, que tienen reflejos representados con espejos, y que además tiene escritos los cuentos de Tito Lizárraga, escritor ledesmense, sobre estas sirenas en base a las ilustraciones de Cecilia. En el entrepiso también se escuchan y se ve en un dispositivo audiovisual estos cuentos.

Cecilia siempre reivindica, libera y le da voz a la figura de la mujer, en cada una de sus propuestas, desde hace años. La mujer en todas sus facetas, fértil, expresiva, dolorida y floreciente. Y en este caso, reafirma el concepto. “Muchos justifican ciertas actitudes, porque la mujer andaba por, o iba vestida de tal manera... soy mamá de un varón y de una nena, y no quiero que ellos lo vivan así”, expresa. En cada pintura circular como la luna, nos encontraremos con una sirena, con piernas, sumergida en agua dulce, y que deja salir a la superficie, una parte de su cuerpo, muy pequeña en relación a su totalidad. Todas las pinturas tienen un tenor, una imagen de alguna característica de la mujer. Se pueden apreciar la maternidad, el libre albedrío, la ingenuidad, el faro en representación de la mujer guía, y la presencia de lo masculino apoyada siempre en zonas erógenas del cuerpo de femenino, el picaflor que simboliza los ancestros, la mujer que soporta el hogar, etc.

LA INGENUIDAD | MANIFESTADA EN ESTA PINTURA

Sobre el proceso, la artista contó que las ilustraciones surgieron en 2020, y las esculturas fueron saliendo en las últimas semanas, “porque se acercaba la fecha y se me ocurrían más cosas. Tres de las esculturas están suspendidas en formas irregulares, casi circulares, que también hacen alusión al crecimiento de la luna, tiene aplicación de mosaicos, y en uno de sus lados, parte del cuento de Lizárraga, y en relieve, los pececitos”, explica. El cabello de las sirenas requirió una especial investigación de los materiales posibles, para poder darle la forma en las puntas, de esos pececitos, que Cecilia decidió que surjan desde ahí.

Entonces eligió el tul, que es un material “que me ha permitido generar esa sensación de cardumen”. Y en este sentido, recordó que el año pasado para la muestra “Soy Selva”, buscó un hilo con nudos, “hasta que encontré uno parecido a las lianas”. Mientras tanto se escucha y se lee en las obras fragmentos de los cuentos de Lizárraga: “Sirenas de cabellos negros como hoguera, iluminan la noche del pescador...”, o “Cuentan las abuelas que fornidas sirenas de greda transitan por los vericuetos más irrisorios del monte, sembrando papa y caña”