Apariencia, fragilidad y paradoja, son las definiciones que Mayra Flores y Gabriel Farfán dieron de "Artificio", la nueva propuesta escénica en danza contemporánea que finalizó el año con una función íntima en teatro El Pasillo.
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Apariencia, fragilidad y paradoja, son las definiciones que Mayra Flores y Gabriel Farfán dieron de "Artificio", la nueva propuesta escénica en danza contemporánea que finalizó el año con una función íntima en teatro El Pasillo.
Durante treinta minutos la grupalidad nos regaló una puesta en donde el cuerpo se convierte en el único canal de comunicación para tratar temáticas sensibles y serias como la ansiedad, la depresión y la soledad, aquellas sensaciones de las que "no se habla" fácilmente en la sociedad.
La propuesta nace de Mayra Flores, una bailarina de danza contemporánea que, estudiando en Buenos Aires, tuvo que volver a Jujuy por el aislamiento social y comenzó un trabajo de investigación profundo a raíz de una situación que le tocó vivir.
"No quería contarle nada a mi familia, sentía que literalmente estaba hablando con Dios. En lo que lloraba vi una imagen de mi pierna envuelta en papeles de diario la cual me impactó. Ahí es cuando digo que nació 'Artificio' como idea principal. Esa imagen que dice 'eso te está pasando a vos', vos te estás queriendo tapar", contó la directora e intérprete.
"Hice encuestas como a 100 personas acerca de la vulnerabilidad, de cómo se encuentran cuando se sienten mal, si lo esconden, si lo dicen, si piden ayuda. Me sorprendió porque casi el 80 por ciento respondía 'no me gusta sentirme mal'. Toda esa búsqueda de información y de lectura hizo que empiece a decir que es interesante porque no solamente me estaba pasando esto", agregó.
Durante su aislamiento en 2021 y por medio de una docente de danza contemporánea, Flores conoce al actor y bailarín Gabriel Farfán en donde, en primera instancia, tuvieron encuentros virtuales junto a otros dos intérpretes que abandonaron el proyecto y fue recién en febrero de este año que siguieron este camino juntos de manera presencial para continuar trabajando, proponiendo ideas y así llevar a cabo la función.
Farfán, por su parte, comentó que la danza es algo nuevo para él. "Tomé mis primeros talleres en pandemia con Mayra en la virtualidad y me costaba. Si bien tengo otros trabajos en expresión corporal, esta es otra lógica, otro trabajo en mi cuerpo que no puedo decir que me fue fácil. Es mucho trabajo, mucha paciencia y mucha escucha de Mayra. También es saber entender que habitamos ese cuerpo, pero también es un cuerpo que siente, que no es el mismo y en una próxima función no va a ser igual" y agregó que "es un cuerpo genuino con pautas claramente coreografiadas, pero que no deja de ser un cuerpo sensible en escena".
La obra se estrenó el pasado 30 de septiembre en teatro La Mar en Coche (Puna 173) y las expectativas para la directora fueron sorpresivas, ya que "mirarlo desde afuera siempre es un poco más complejo. Este tipo de trabajo era muy nuevo para presentarlo en Jujuy y me preguntaba por cómo lo iba a interpretar el espectador", expresó Flores.
El público fue muy diverso, desde estudiantes de la danza como teatro y gente que no tenía relación con ningún tipo de arte, "me sorprendieron mucho sus reseñas, sus interpretaciones, lo que los conmovió y hacia dónde les disparó", expresó la directora.
Otro punto a destacar es la composición musical a cargo de Augusto Busignani, quien tomó el desafío de realizar toda la propuesta sonora por primera vez. "Nos acompañó en algunos ensayos para mirar y pautar los distintos ambientes, el vestuario con su colorimetría bien pensados a la hora de comunicar la seriedad, la pasión, la fuerza, ira o alerta que se ve claramente en toda la obra", relató la bailarina. (Melina Camargo)