¿Qué sería del arte sin la fantasía, sin esa libertad de crear y reescribir sobre lo que hay? Surge una respuesta obvia; algo vacío, sin color, sin alma.
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¿Qué sería del arte sin la fantasía, sin esa libertad de crear y reescribir sobre lo que hay? Surge una respuesta obvia; algo vacío, sin color, sin alma.
Esas combinaciones de colores y movimientos, nacidos en la fantasía del fantástico ser que es Cristina del Valle Tula, volvieron a brillar en el teatro Mitre, con Fantaseando, el clásico espectáculo de la Escuela de Danzas Cristina del Valle, que tuvo cuatro galas a sala completamente llena.
Cabe destacar que este año, la organización mostró el espectáculo en cuatro funciones, dos infantiles y dos de adolescentes y adultos, para que todos puedan desplegar su arte y tener su momento en el mítico escenario del Mitre.
María del Carmen Calneggia, la fundadora de la escuela, como hace muchos años, desde el inicio, estuvo en el hall recibiendo gente, en los palcos, compartiendo con sus invitados, en la cabina de sonido, atendiendo detalles que van hacia la sutil perfección.
Cristina Tula trabajó desde horas tempranas, para dejar todo perfectamente delineado. Después, fueron los profesores los que se encargaron de que el brillo luzca más en escena.
Una obertura inicial, fue el mejor comienzo planeado por la eximia coreógrafa. Sobre una misma base musical, se mostró un poco de cada una de las danzas que fueron parte del espectáculo.
Luego, desplegaron pasión y trabajo, intérpretes de flamenco, jazz, break dance, danzas urbanas, comedia musical (con la especial compañía de integrantes de la banda periqueña Tokabra), contemporáneo, tap, ballet, street y reggetón.
Al final, con todos los protagonistas en el escenario, "La Monys" Calneggia se mostró feliz de volver al Teatro Mitre, "escenario emblemático, donde siendo parte de este espectáculo, bailaron mis hijos, entre otros tantos que fueron parte de la escuela", expresó visiblemente emocionada.
Es preciso destacar que Fantaseando es una creación de María del Carmen Calneggia, con producción general de Cristina del Valle Tula, pero cuenta con motores que ponen en escena las ideas trabajadas. Por eso, gran parte de la ovación de la noche se la llevaron los profesores Rocío Miranda, Álvaro Julián, Pablon, Iris Fleita, Nadia Torrejón, Nurya Verazay, María Ortiz, Belén Sato, Agustín González Macagno, Álvaro Orellana, Maurin y Lula Ricotti junto a Francisco Chañi (producción artística y vestuario) y Maximiliano Ruiz (dirección coreográfica).