La sensibilidad, la solidaridad pero -sobre todo- la paz social se siente en el barrio José Ignacio Gorriti, luego del enfrentamiento acontecido el último 20 de junio de público conocimiento.
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La sensibilidad, la solidaridad pero -sobre todo- la paz social se siente en el barrio José Ignacio Gorriti, luego del enfrentamiento acontecido el último 20 de junio de público conocimiento.
Y es que como lo indica la frase que los nuclea como residentes del sector, "Cuando un vecino ayuda a otro, se fortalece la comunidad", la colaboración y la empatía resurgieron en este último tiempo como valores que juntos logran compartir.
"De repente, ver mi barrio en esa situación, los vecinos que informaban todo y sacaban fotos, los comerciantes que me decían que cerraban las puertas para quedarse adentro encerrados; en estos casi cien años que cumplirá Gorriti, jamás se había dado algo así", expresó la presidenta del centro vecinal, Alejandra Cruz.
Y es que aquel Día de la Bandera fue opacado por destrozos en las calles debido a la violencia que fue más allá y que destruyó frentes de hogares de familia y negocios comerciales. La zona más afectada abarcó desde la calle Manuel Dorrego hasta Juan José Campero.
"Ni siquiera se podía hablar con esa gente, muchísimos vendedores se vieron forzados a cerrar, los delincuentes arrancaron pedazos de piso y con piedras rompieron los vidrios. Hasta un centro de contención para personas con cáncer dejó de funcionar a raíz de estos hechos", relató la referente con tristeza ante lo vivido.
No obstante, cuando la tranquilidad se hizo sentir alrededor de las 19 horas, los vecinos se autoconvocaron en la plaza de los inmigrantes y, con velas encendidas y banderas, pidieron por la paz en Jujuy. Al día siguiente, todo regresó a la normalidad gracias a la labor de vecinos de Gorriti y de otros barrios que limpiaron los escombros y despejaron las calles, acumulando lo que había quedado esparcido. "Nosotros respondimos con unión y trabajo porque había que salir adelante. Se recolectó 19 toneladas entre cascotes y piedras, desde una obra de Alem y Urdininea", explicó Alejandra Cruz que describió que el cordón cuneta de varias cuadras quedó con faltantes de cemento y muchas veredas, sin cerámicos. "La gente mayor empezó a circular días después, es gente que trabajó toda su vida y vivir esta situación de ser rehenes en sus propias casas fue terrible", aseguró.
Sin embargo, la luz de esperanza siempre se mantuvo iluminando más la ayuda en comunión. Así, en el Centro Vecinal se establece la convicción de siempre sumar y se rescata el optimismo de los socios del mismo, al momento de colaborar en cualquier actividad.
"Lo que nos une es gestionar para que los servicios estén a disposición y brindar la mejor calidad de vida. Siempre estamos pendientes, es un trabajo de territorio", afirmó la referente vecinal.
Una muestra de la permanente preocupación por el prójimo es que desde tiempos de pandemia y hasta hoy, existe un grupo de Whatsapp en el que residentes y comerciantes continúan en contacto para promover sus actividades y/o sugerencias. "Tratamos de ayudarnos y auxiliarnos en todo momento, tenemos once alarmas comunitarias. En pandemia hicimos desinfección, concientización repartiendo barbijos, cartelería en puntos de higienización -ph- que algunos siguen estando". El barrio está próximo a celebrar cien años de historia, con la fecha de natalicio de José Ignacio Gorriti y fue siempre un lugar -que desde sus albores- estuvo en constante progreso.
Una gran iniciativa
Un proyecto importante del centro vecinal “José Ignacio Gorriti” -que incluyó el fondo societario de vecinos- fue la realización de carteles nomencladores con reseña histórica y código QR para señalizar las calles del barrio. Únicas en todo el país, las piezas fueron efectuadas tres años atrás por un equipo de trabajo de la escuela de artes “Medardo Pantoja” que aplicó la técnica esmalte cerámico sobre cubierta a tercer fuego.
Es un trabajo que contiene el nombre completo de cada prócer y su perfil, referencia histórica y traducción al inglés, fecha de natalicio, muerte y código QR para más datos. “Hicimos una exhibición de esto y nos autorizaron desde el municipio para su instalación en la calle”, expresó Alejandra Cruz. Asimismo, para mayor seguridad del barrio, solicitaron la instalación de tres atalayas o torres de vigilancia policial en puntos estratégicos para evitar hechos delictivos en Gorriti.