A pocas horas de iniciar el 2024, Japón sufrió un terremoto de magnitud 7,6 que dejó decenas de muertos y graves daños. Ahora, una nueva tragedia azotó a la ciudad de Tokio: un avión que llevaba 367 pasajeros y que intentaba aterrizar en un aeropuerto, colisionó en la pista y se prendió fuego.
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A pocas horas de iniciar el 2024, Japón sufrió un terremoto de magnitud 7,6 que dejó decenas de muertos y graves daños. Ahora, una nueva tragedia azotó a la ciudad de Tokio: un avión que llevaba 367 pasajeros y que intentaba aterrizar en un aeropuerto, colisionó en la pista y se prendió fuego.
El accidente ocurrió en el aeropuerto de Haneda y, según el medio japonés NHK, todas las personas que iban a bordo fueron evacuadas. Al parecer, el avión habría impactado con otro de la Guardia Costera.
El choque quedó registrado por las cámaras de seguridad, donde se puede ver el momento exacto en el cual se produce la colisión y la explosión instantánea. Unos segundos después, el avión sigue avanzando por la pista envuelto en llamas.
El vuelo 516, perteneciente a Japan Airlines, contaba con 12 miembros de la tripulación y llevaba 367 pasajeros del aeropuerto Shin-Chitose de la isla de Hokkaido con destino a Haneda, uno de los puntos más transitados durante las fiestas de Año Nuevo.
Yoshinori Yanagishima, vocero de la Guardia Costera, confirmó la colisión entre el jet de pasajeros y su vuelo MA-722, un Bombardier Dash-8. En tanto, el Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transporte anunció que se abrió una investigación para discernir las causas del accidente.
NHK TV reportó que todos los pasajeros del vuelo JAL-516 de Japan Airlines, que se cree eran 379 personas en total, salieron ilesos antes de que el avión fuera devorado completamente por las llamas. El servicio de guardacostas japonés, que operaba la otra nave, señaló que su piloto había logrado escapar, pero cinco tripulantes estaban desaparecidos. Fueron hallados muertos poco después.
El avión del incidente había despegado del aeropuerto de Shin-Chitose, en Hokkaido, uno de los pocos servicios desplegados luego de que una serie de fuertes sismos hiciera temblar con dureza el oeste de Japón, afectara el transporte, y causara la muerte de por lo menos 48 personas.
Además de dañar miles de edificios, vehículos y embarcaciones, y las autoridades advirtieron el martes a los habitantes de algunas zonas que se mantuvieran alejados de sus hogares ante el riesgo de que se produjeran más terremotos de gran magnitud.