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Por la tormenta del lunes, se suspendió la última noche de los corsos de Perico, después de seis jornadas multitudinarias y festivas que caracterizan a esa ciudad en la celebración carnavalera.
A pesar de las inclemencias del tiempo, los periqueños después del mediodía de ayer se dedicaron a la chaya y entierro del carnaval en diferentes sectores, donde el intendente Rolando Ficoseco compartió con la ciudadanía el festejo.
Belleza, color, seducción, elegancia y ritmo se destacaron a cielo abierto sobre la avenida Belgrano, donde las comparsas en diferentes rubros recibieron el aplauso del público.
El corso de Perico es uno de los espectáculos más convocantes del carnaval en la región Valles y también de las Yungas, con su excelente propuesta que deslumbra al público que llega de diferentes ciudades.
En las noches cálidas vibró el corsódromo con ritmos alegres de las instituciones posicionadas en la preferencia del público, aportando un marco de algarabía en la avenida y en el sector de tribunas.