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La escuela secundaria es vieja y no es atractiva para los chicos

Domingo, 08 de diciembre de 2013 01:52

Si algo puso en evidencia el hecho de que Argentina cayó un lugar en el ranking de los países en materia educativa, es que la escuela secundaria tiene falencias que la muestran como avejentada para estos tiempos y con un esquema de enseñanza no actualizado a la forma en que aprenden y se comunican hoy los adolescentes. Eso dejaron en claro tres especialistas que El Tribuno consultó luego de que se conocieran los resultados del examen PISA, que cada tres años realiza la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

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Si algo puso en evidencia el hecho de que Argentina cayó un lugar en el ranking de los países en materia educativa, es que la escuela secundaria tiene falencias que la muestran como avejentada para estos tiempos y con un esquema de enseñanza no actualizado a la forma en que aprenden y se comunican hoy los adolescentes. Eso dejaron en claro tres especialistas que El Tribuno consultó luego de que se conocieran los resultados del examen PISA, que cada tres años realiza la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

“Tenemos problemas en la escuela secundaria. Falta hacer un trabajo sostenido para enseñar de otra manera, para trabajar de otra manera con los estudiantes”, remarcó Nancy Montes, especialista del área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flasco).

La investigadora y docente especificó lo que sería un “trabajo sostenido”: nuevas propuestas de enseñanzas, adecuadas a las formas de comunicación entre los jóvenes y de generación del conocimiento.

“Hoy los docentes se quejan de la falta de los estudiantes, y a su vez los estudiantes se quejan de una propuesta curricular que no dialoga con sus intereses o con sus modos de aprender”, remarcó.

Montes insistió: “Que los chicos sigan aprendiendo de la misma manera que nosotros aprendimos hace 20 o 30 años es lo que está desajustado”.

En la misma línea se expresaron Paula Razquin, directora de la Licenciatura en Educación de la Universidad de San Andrés (Buenos Aires) y Gerardo Bianchetti, titular de Política Educacional, en la carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Salta.

El nivel de los estudiantes secundarios en el país “no es un fenómeno que los docentes desconozcamos; por ejemplo, el problema de la falta de comprensión lectora ya tiene cierta antigüedad en el nivel medio e incluso en el superior”, apuntó Bianchetti.

Para el especialista de la UNSa., se trata de una “problemática bastante compleja porque hay un cambio en las formas como los chicos se informan y conocen elementos de la realidad a través de los nuevos sistemas de comunicación”. Y esto aún no está completamente incorporado en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Razquin apuntó la necesidad de “volver a la escuela una institución donde los chicos vayan y aprendan de una manera dinámica”. Además, sumó otros factores -“incluso que van más allá del resultado de PISA”- que se necesitan corregir en el país: mejorar la accesibilidad y sobre todo la permanencia y el egreso de los chicos.

Algunos atenuantes

Para la investigadora de la Universidad de San Andrés, un análisis en detalle del examen PISA (donde Argentina quedó en el puesto 59 sobre 65), muestra algunos atenuantes de los resultados obtenidos por el país.

“La Argentina salió entre los que tienen un puntaje más bajo, pero los países que participan en PISA son del primer mundo, como China, Finlandia, Singapur, que tienen sistemas educativos y economías mucho más fuertes que nosotros”.

Al estudiar los resultados del examen PISA por región en la Argentina, Razquin señaló que en la caída del promedio a nivel país tuvo una influencia fuerte la baja en las notas de la zona de Cuyo. En cambio, destacó que en la zona noroeste se observó una mejora en el rendimiento de los jóvenes de 15 años que participaron en la prueba.

También observó que “si sacás a los alumnos que repitieron el secundario, es decir que están fuera del año correspondiente, se observa que los resultados mejoran”.

Qué hacer

Los tres especialistas mencionaron distintos aspectos a mejorar: trabajar en más accesibilidad, permanencia y finalización de los estudios secundarios; reducir la cantidad de alumnos por aula; adecuar los planes de estudios de las carreras docentes; trabajar con los docentes para que actualicen su forma de enseñar, etc.

Montes, Bianchetti y Razquin coinciden en que el presupuesto nacional para educación está dentro de los estándares internacionales. Sin embargo, advierten que se debe revisar su uso. También los tres remarcaron la responsabilidad de las provincias (por encima de la Nación), ya que “son las que tienen las escuelas”.

“Hay que trabajar mucho en cómo se usa ese incremento del presupuesto, porque gran parte de ese incremento se fue a salarios, porque habían caído mucho; se fue a aumentar el cuerpo docente, porque si permitís que ingresen más chicos a la escuela necesitás más maestros: la verdad que hay poco estudiado respecto a cómo se gasta”, explicó Razquin.

Para Montes, “se vienen invirtiendo recursos, creo que lo que necesitamos es probar otras cosas, inventar otras dinámicas de trabajo ya que las actuales demostraron su límite. Si nosotros no mejoramos es porque seguimos haciendo lo mismo”.

Los argentinos, los que más faltan

Entre los 65 países analizados por el PISA, la Argentina quedó primera en faltas y tercero en “rateadas”.
A los miles de alumnos de 15 años que participaron de esta prueba en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y otros asociados, como Argentina, les preguntaron cuántas veces se habían salteado clases o habían faltado todo el día en las dos semanas previas a la evaluación.

Los resultados revelan que el ausentismo es un problema general: el 18% de los estudiantes dijeron que se habían salteado al menos una clase y el 15% que había faltado al menos un día entero a la escuela sin autorización de sus padres. De los chicos argentinos, el 45% admitió haberse “rateado” y el 58% que había faltado al menos un día de esas dos semanas. En las rateadas, Argentina sólo es superada por Letonia y Turquía.

Y en relación al ausentismo, en Argentina el 7% de los estudiantes aseguró que había faltado cinco días en las dos semanas previas a PISA.

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