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Un mural para el legado de Juan Balderrama

Martes, 11 de junio de 2013 22:23

Casi como una premonición, en 2011 Juan Balderrama ya había decidido que una esquina de San Martín y Esteco debía tener un mural que reflejara el devenir de más de medio siglo de fructíferos años del boliche familiar.

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Casi como una premonición, en 2011 Juan Balderrama ya había decidido que una esquina de San Martín y Esteco debía tener un mural que reflejara el devenir de más de medio siglo de fructíferos años del boliche familiar.

Lo hizo acercándose a la escultora Pilar Velazco, quien en ese momento montaba uno en homenaje al poeta y compositor Ariel Petrocelli, en pleno Paseo de los Poetas. Juan cruzó desde su vereda, se acercó a la artista y prácticamente le dejó encargado el mural. “Su familia cumplió ese deseo de hace dos años atrás. El no me conocía, pero habló conmigo para manifestar su interés, que no dejó de sorprenderme”, contó la inédita anécdota la escultora a El Tribuno.

Desde anoche, la obra pasó a formar parte del Paseo que ahora conservará, por siempre, esa parte de la historia cultural de la ciudad, tras descubrirse en un acto encabezado por la familia Balderrama y funcionarios provinciales y municipales.

Juan, que ayer hubiera cumplido 79 años, y sus hermanos Daría y Celestino, fueron hijos de Antonio, peruano que llegó al país en 1922, y de Remigia Zurita, boliviana, quienes comenzaron con un almacén de ramos generales. A principios de los "50 reconvirtieron el negocio en una picantería con billares. Con los años se convirtió en el centro de atracción de poetas, cantores y artistas en tiempos de una riquísima bohemia salteña.

El Boliche Balderrama inspiró a Manuel J. Castilla y a Gustavo “Cuchi” Leguizamón, quienes escribieron la zamba “Balderrama”, que Mercedes Sosa hizo conocer en el mundo.

Fue declarado en 2003 sitio de interés turístico por el Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes de la Nación, y el Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta lo declaró “de interés arquitectónico, histórico y cultural”.

El mural

La obra fue realizada en concreto de hormigón, patinada en simil bronce y mide 2,50 x 3 metros.

La figura central es Juan Balderrama, rodeado por algunos de los artistas que demostraron su arte en esa casa: Mercedes Sosa y Jorge Cafrune a la derecha, el Chaqueño Palavecino a la izquierda y en la parte inferior el entorno de la peña como una simbología de su diaria tarea.

“Trabajé casi tres meses con un equipo de discípulos que me ayudó técnicamente con esta obra, teniendo en cuenta el tamaño y la envergadura de la superficie. Se trata de Roberto Mamaní, Ramón Chocobar y Mónica Moyano”, dijo Pilar Velazco mientras daba instrucciones para el emplazamiento del mural que pesa 800 kilos y solo pudo ser trasladado desde su taller, en La Florida 600, en una máquina zamping de una empresa privada.

La artista, exdocente de los tres niveles en la especialidad de la Escuela de Bellas Artes y formadora de muchos artistas, hace 25 años que trabaja en este género. Explicó que la idea fue consensuada con un equipo de artistas y el resultado está a la vista.

Emotividad y recuerdos

Patricia Balderrama, la menor de las tres hijas de don Juan, fue la encargada de hacer una referencia a su padre, basada principalmente en un emotivo agradecimiento a los salteños y a todos los que pensaron en homenajearlo y recordar su trabajo. Junto a su madre Julia Ester, a sus hermanas Noemí y Liliana, y los nietos, puso el énfasis en el orgullo que como familia sienten por la trayectoria de su padre y agradeció “por tantas cosas bonitas que le brindaron en vida. En este mural queda inserta para siempre la trayectoria de Juan Balderrama a lo largo de tantos años”, remarcó.

Patricia contó que su padre “siempre nos decía que nosotras teníamos que seguir adelante con esto, porque él amaba lo que hacía y nos marcaba para impulsar la peña. Recuerdo algo hermoso en sus días previos a su partida: el último escenario que pisó, con mucha alegría, en Cosquín, donde se le hizo un homenaje el 24 de enero pasado. Trasladamos todo el elenco y ofrecimos un espectáculo grande y de profunda emotividad”. Y subrayó que el recibimiento de la gente fue increíble. “Allí dijo: mi casa es de todos ustedes, no mía... para qué yo”, repitió Patricia.

Y remarcó que ahora quedan los cuadros y las fotos. “Tenemos que sostener este legado de 60 años y por 60 más en honor a él”. Y cerró su charla remarcando que “Es duro para la familia porque hoy (por ayer) cumpliría 79 años, pero nos regocija evaluar que tuvo una vida fructífera”. Don Juan Balderrama celebró los sesenta años de la peña el pasado 29 de marzo, último día que fue hasta allí. Murió el 2 de abril.

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