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19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Salta abrazó a Rosario

Martes, 24 de septiembre de 2013 02:26

La música y los corazones abiertos a la solidaridad son un poder grandioso. Es una pareja formidable que puede aliviar el dolor, saciar la sed y disparar una sonrisa. 

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La música y los corazones abiertos a la solidaridad son un poder grandioso. Es una pareja formidable que puede aliviar el dolor, saciar la sed y disparar una sonrisa. 

De esto se trató, justamente, el festival realizado anoche en el Teatro Provincial de Salta, con la consigna de “abrazar a Rosario”, esa ciudad santafesina que el 6 de agosto último sufrió el azote trágico de una explosión en un edificio que se llevó una veintena de vidas.
El mentor de la movida artística fue Fito Páez, rosarino de nacimiento, quien con Red Solidaria y Mundo Invisible, se lanzaron al país en busca de las manos generosas de artistas y de incontables voluntades anónimas.
Y Salta respondió como siempre, generosa, de corazón abierto. Cerca de 1.500 personas cubrieron la capacidad del edificio de Zuviría 70 y pagaron una entrada, a la vez que disfrutaron de un show de la mayor jerarquía.
Hoy se conocerá la suma exacta de la recuadación, que se depositará en una cuenta bancaria para aliviar necesidades de los afectados por el siniestro. Los artistas, todos, actuaron gratis.
El comienzo
Los Huayra fueron los encargados de abrir el telón del festival. Y eligieron “La volverdora”, zamba salteña, de Manuel J.Castilla y Eduardo Falú para el envión inicial desde este norte argentino hacia Rosario. Luego fue el turno de “Muchacha ojos de papel” y “Adiós que te vaya bien”, para luego dejar, momentáneamente, el escenario.
De inmediato apareció en una pantalla gigante un video con la inconfundible interpretación de Fito de “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, con mensajes referidos a la movida.
Después sí apareció Fito en persona en el escenario para despertar los aplausos y los clásicos gritos de recepción desde la platea y los palcos. “Gracias por venir, gracias por acompañarnos en este barco”, disparó el rosarino y arrancó con el inconfundible “Inconsciente colectivo”, “Y dale alegría a mi corazón” y “Se escondieron”, todas con el coro de la gente.

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