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Sabores que son salud

Viernes, 25 de julio de 2014 01:30
En esta temporada nuestro cuerpo debe ajustarse a las bajas temperaturas bajas y la falta de sol, por lo que debemos para ayudarlo, podemos recurrir a una alimentación balanceada que proporcione calorías y nutrientes necesarios. La naturaleza nos proporciona alimentos de temporada que cuentan con las propiedades que requerimos para prevenir y combatir enfermedades respiratorias tan comunes en estas fechas. También hay frutas y verduras que cuentan con nutrientes que mejoran las defensas. Consumir alimentos de temporada es conveniente por la mayor calidad y economía de los mismos. Por ejemplo: la cebolla y el ajo cuentan con propiedades antisépticas (eliminan microorganismos) y mucolíticas (favorecen la expulsión del moco) que previenen o ayudan en la recuperación de infecciones respiratorias. Son ricos en azufre que pasan a la sangre después de la digestión, y casi de inmediato se dirigen a los pulmones. Dichas sustancias son más abundantes cuando los productos que las contienen se consumen crudos o con poco tiempo de cocción, y aunque son responsables de característico olor que adquiere el aliento, también fortalecen a las mucosas (tejido suave y húmedo) y ayudan a combatir afecciones de vías respiratorias (sinusitis, bronquitis, neumonía).
Nuestro organismo también requiere vitamina A para mantener la piel y las mucosas (como las de los bronquios) y reducir el riesgo de enfermedades respiratorias. La zanahoria es el alimento ideal para obtener betacaroteno (antioxidante que en el intestino se transforma en vitamina A), la acelga y espinacas, que aportan betacaroteno, fibra y folatos que, entre otras cosas, colaboran en la formación de proteínas y ayudan en la regeneración de tejidos.
Frutas cítricas (naranja, mandarina, limón, lima, kinoto o kiwi), constituyen la primera fuente de vitamina C, tan necesaria para reparar tejidos, eliminar radicales libres y estimular el sistema de defensas. En la naranja y la mandarina hay una alta concentración de betacaroteno. Y para aprovechar las cualidades nutritivas de las frutas hay que consumirlas crudas y sin excederse en la cáscara, ya que se localizan sus vitaminas, justo debajo de la piel.
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En esta temporada nuestro cuerpo debe ajustarse a las bajas temperaturas bajas y la falta de sol, por lo que debemos para ayudarlo, podemos recurrir a una alimentación balanceada que proporcione calorías y nutrientes necesarios. La naturaleza nos proporciona alimentos de temporada que cuentan con las propiedades que requerimos para prevenir y combatir enfermedades respiratorias tan comunes en estas fechas. También hay frutas y verduras que cuentan con nutrientes que mejoran las defensas. Consumir alimentos de temporada es conveniente por la mayor calidad y economía de los mismos. Por ejemplo: la cebolla y el ajo cuentan con propiedades antisépticas (eliminan microorganismos) y mucolíticas (favorecen la expulsión del moco) que previenen o ayudan en la recuperación de infecciones respiratorias. Son ricos en azufre que pasan a la sangre después de la digestión, y casi de inmediato se dirigen a los pulmones. Dichas sustancias son más abundantes cuando los productos que las contienen se consumen crudos o con poco tiempo de cocción, y aunque son responsables de característico olor que adquiere el aliento, también fortalecen a las mucosas (tejido suave y húmedo) y ayudan a combatir afecciones de vías respiratorias (sinusitis, bronquitis, neumonía).
Nuestro organismo también requiere vitamina A para mantener la piel y las mucosas (como las de los bronquios) y reducir el riesgo de enfermedades respiratorias. La zanahoria es el alimento ideal para obtener betacaroteno (antioxidante que en el intestino se transforma en vitamina A), la acelga y espinacas, que aportan betacaroteno, fibra y folatos que, entre otras cosas, colaboran en la formación de proteínas y ayudan en la regeneración de tejidos.
Frutas cítricas (naranja, mandarina, limón, lima, kinoto o kiwi), constituyen la primera fuente de vitamina C, tan necesaria para reparar tejidos, eliminar radicales libres y estimular el sistema de defensas. En la naranja y la mandarina hay una alta concentración de betacaroteno. Y para aprovechar las cualidades nutritivas de las frutas hay que consumirlas crudas y sin excederse en la cáscara, ya que se localizan sus vitaminas, justo debajo de la piel.

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