El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó ayer que la economía argentina se contraerá 0,7 por ciento el año próximo, una estimación peor que la última, de julio pasado, cuando había dicho que el crecimiento sería nulo.
La actualización de los datos se dio a conocer ayer en Lima, Perú, en el marco de la reunión anual del organismo multilateral, donde anticipó una inflación de 16,8 por ciento para este año y de 25,6 por ciento el año próximo, la segunda más alta entre los países considerados, solo por detrás de Venezuela, país para el que se prevé una inflación de 204,1 por ciento.
En cuanto a la economía en 2015, el FMI dijo que la Argentina cerrará el ejercicio con un crecimiento de 0,4 por ciento, mejor frente a la última previsión, que era de 0,1 por ciento, y una tasa de desempleo de 6,9 por ciento, que se agravará a 8,4 por ciento con el nuevo gobierno.
A tono con los planteos del organismo en cuanto a las estadísticas nacionales, el informe aclaró que "las cifras de Argentina son los datos oficiales declarados, revisados en mayo de 2014" y recordó que "el 1 de febrero de 2013 el FMI emitió una declaración de censura, y en diciembre de 2013 instó a Argentina a adoptar medidas especificadas para mejorar la calidad de los datos oficiales del PBI dentro de un calendario especificado".
Además, mencionó que "el 3 de junio de 2015, el Directorio Ejecutivo reconoció las conversaciones en curso con las autoridades argentinas y el avance concreto en remediar las deficiencias en el suministro de datos desde 2013, pero observó que algunas de las medidas especificadas que había solicitado para fines de febrero de 2015 no se habían implementado completamente".
"El Directorio Ejecutivo volverá a examinar esta cuestión nuevamente el 15 de julio de 2016 y en consonancia con los procedimientos establecidos en el marco jurídico del FMI", advirtió.
La crisis brasileña
Esas aclaraciones fueron las únicas destinadas a la Argentina, a diferencia de lo que ocurrió con otras de las economías de la región, como Brasil, de la que observó que "la confianza de las empresas y de los consumidores continúa disminuyendo en gran medida debido al empeoramiento de las condiciones políticas".
Además, mencionó sobre el principal socio comercial del país que "la inversión está disminuyendo con rapidez y el endurecimiento necesario de la orientación de la política macroeconómica está ejerciendo presión a la baja sobre la demanda interna".
Para Brasil proyectó que el producto se contraerá 3% en 2015 y 1% en 2016 (en ambos años, 2 puntos porcentuales menos que en abril), con sustanciales efectos de contagio negativos en el crecimiento de grandes partes de la región dados el tamaño y el grado de interconexión de la economía brasileña''''.
A nivel mundial, para 2015 está proyectado un crecimiento de 3,1 por ciento, y de 3,6 por ciento para el año próximo.
China, el freno
Las rebajas de las perspectivas de crecimiento a nivel mundial estimadas ayer por el FMI se deben en gran parte a la desaceleración de China y los países emergentes.
"Seis años después de que la economía mundial emergiera de la recesión más amplia y profunda desde la postguerra, la vuelta a una expansión profunda y sincronizada sigue siendo incierta", dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI.
Así las cosas y luego de crecer 3,4% durante el 2014, el mundo se prepara a anotar su peor desempeño desde la recesión mundial registrada en el año 2009.
La actualización de los datos se dio a conocer ayer en Lima, Perú, en el marco de la reunión anual del organismo multilateral, donde anticipó una inflación de 16,8 por ciento para este año y de 25,6 por ciento el año próximo, la segunda más alta entre los países considerados, solo por detrás de Venezuela, país para el que se prevé una inflación de 204,1 por ciento.
En cuanto a la economía en 2015, el FMI dijo que la Argentina cerrará el ejercicio con un crecimiento de 0,4 por ciento, mejor frente a la última previsión, que era de 0,1 por ciento, y una tasa de desempleo de 6,9 por ciento, que se agravará a 8,4 por ciento con el nuevo gobierno.
A tono con los planteos del organismo en cuanto a las estadísticas nacionales, el informe aclaró que "las cifras de Argentina son los datos oficiales declarados, revisados en mayo de 2014" y recordó que "el 1 de febrero de 2013 el FMI emitió una declaración de censura, y en diciembre de 2013 instó a Argentina a adoptar medidas especificadas para mejorar la calidad de los datos oficiales del PBI dentro de un calendario especificado".
Además, mencionó que "el 3 de junio de 2015, el Directorio Ejecutivo reconoció las conversaciones en curso con las autoridades argentinas y el avance concreto en remediar las deficiencias en el suministro de datos desde 2013, pero observó que algunas de las medidas especificadas que había solicitado para fines de febrero de 2015 no se habían implementado completamente".
"El Directorio Ejecutivo volverá a examinar esta cuestión nuevamente el 15 de julio de 2016 y en consonancia con los procedimientos establecidos en el marco jurídico del FMI", advirtió.
La crisis brasileña
Esas aclaraciones fueron las únicas destinadas a la Argentina, a diferencia de lo que ocurrió con otras de las economías de la región, como Brasil, de la que observó que "la confianza de las empresas y de los consumidores continúa disminuyendo en gran medida debido al empeoramiento de las condiciones políticas".
Además, mencionó sobre el principal socio comercial del país que "la inversión está disminuyendo con rapidez y el endurecimiento necesario de la orientación de la política macroeconómica está ejerciendo presión a la baja sobre la demanda interna".
Para Brasil proyectó que el producto se contraerá 3% en 2015 y 1% en 2016 (en ambos años, 2 puntos porcentuales menos que en abril), con sustanciales efectos de contagio negativos en el crecimiento de grandes partes de la región dados el tamaño y el grado de interconexión de la economía brasileña''''.
A nivel mundial, para 2015 está proyectado un crecimiento de 3,1 por ciento, y de 3,6 por ciento para el año próximo.
China, el freno
Las rebajas de las perspectivas de crecimiento a nivel mundial estimadas ayer por el FMI se deben en gran parte a la desaceleración de China y los países emergentes.
"Seis años después de que la economía mundial emergiera de la recesión más amplia y profunda desde la postguerra, la vuelta a una expansión profunda y sincronizada sigue siendo incierta", dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI.
Así las cosas y luego de crecer 3,4% durante el 2014, el mundo se prepara a anotar su peor desempeño desde la recesión mundial registrada en el año 2009.
Los países que mejor resistirán la recesión
Pese al escenario de freno y caída de la economía en buena parte del mundo y principalmente en América del Sur, algunos de los países de la región están en mejores condiciones de hacerle frente a la crisis.
En este sentido, se cree que los que mejor resistirán, e incluso crecerían, serán Paraguay (3,0%), Colombia y Uruguay (2,5% cada una), Perú (2,4%), México y Chile (2,3% cada una) y Bolivia (4,1%), cuya economía es centralizada en el Estado y que crece mejor que sus vecinos.
"El crecimiento será menor de lo esperado en México, un reflejo del menor crecimiento de Estados Unidos -uno de sus principales socios comerciales- y una deslucida demanda interna", sostuvo el informe.
La situación de los países más ordenados podría verse amenazada con un alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU, ante una recuperación de su economía, lo que originaría la salida de capitales de naciones emergentes hacia Estados Unidos y repercutiría en una mayor alza del dólar.
En este sentido, se cree que los que mejor resistirán, e incluso crecerían, serán Paraguay (3,0%), Colombia y Uruguay (2,5% cada una), Perú (2,4%), México y Chile (2,3% cada una) y Bolivia (4,1%), cuya economía es centralizada en el Estado y que crece mejor que sus vecinos.
"El crecimiento será menor de lo esperado en México, un reflejo del menor crecimiento de Estados Unidos -uno de sus principales socios comerciales- y una deslucida demanda interna", sostuvo el informe.
La situación de los países más ordenados podría verse amenazada con un alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU, ante una recuperación de su economía, lo que originaría la salida de capitales de naciones emergentes hacia Estados Unidos y repercutiría en una mayor alza del dólar.
Carrera contrarreloj para recuperar las reservas
La brutal caída de reservas del lunes por el pago del Boden 15 (se hundieron US$4.741 millones) hace más relevante la batería de movimientos que empieza a hacer el Gobierno.El Bonar 2020 permitirá mantener una inversión en un bono denominado y pagadero en dólares para un plazo intermedio entre el Bonar 2018 (AN18) y el Bonar 2024 (AY24). Kicillof tratará de conseguir masa crítica externa o interna que pueda comprar esta emisión.
De acuerdo a un informe publicado por Infobae, los mismos empezaron ayer mismo cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, avanzó con su idea de licitar un bono nuevo como el Bonar 2020 que buscará captar algo de los casi 5.000 millones que se fueron por el Boden. Además, el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, emprendió su viaje hacia Lima para participar de la reunión del FMI-
Banco Mundial con una misión central: volver con un nuevo tramo del swap con China, virtualmente firmado.
Por estas horas -detalla el informe-, hay incertidumbre en el Gobierno con el desenlace de ambos frentes. En el Ministerio de Economía reina mucha cautela ante la emisión del Bonar que tuvo lugar ayer.
Economía se lanzará a conseguir US$500 millones pero con la idea de que sea ampliable según lo que demande el mercado. El hermetismo en el Palacio de Hacienda es palpable. "No hay un piso o un techo de lo que podemos llegar a captar. Depende de muchos factores que marcan los mercados día a día. No se puede estimar", decían escuetamente desde Economía. El mismo Kicillof en las últimas horas bajó el tono con esta emisión y habló de la tan mentada "volatilidad" que podría impactar en la emisión.
Por estas horas -detalla el informe-, hay incertidumbre en el Gobierno con el desenlace de ambos frentes. En el Ministerio de Economía reina mucha cautela ante la emisión del Bonar que tuvo lugar ayer.
Economía se lanzará a conseguir US$500 millones pero con la idea de que sea ampliable según lo que demande el mercado. El hermetismo en el Palacio de Hacienda es palpable. "No hay un piso o un techo de lo que podemos llegar a captar. Depende de muchos factores que marcan los mercados día a día. No se puede estimar", decían escuetamente desde Economía. El mismo Kicillof en las últimas horas bajó el tono con esta emisión y habló de la tan mentada "volatilidad" que podría impactar en la emisión.
"Una inflación del 15%"
El ministro de Economía, Axel Kicillof, estimó ayer que la inflación de este año llegará al 15% y consideró que, para 2016, la suba de precios anual "podría estar" en un dígito.
"Calculo que cerca de fin de año habrá un 15% de inflación", sostuvo el funcionario, quien consideró que la desaceleración de precios se logró "sin aplicar el plan neoliberal que quieren desarrollar" desde la oposición.
En declaraciones radiales, Kicillof evaluó: "El tema es cómo se desaceleran los precios. La oposición pedía el ajuste. Decían hay una inflación desmesurada y ahora les molesta que haya desaceleración de precios".
"También decían que iba a haber un descontrol de los precios por el gasto público y los subsidios. Ven que se desacelera la inflación y no pueden explicar cómo se hizo", añadió el ministro.
"Calculo que cerca de fin de año habrá un 15% de inflación", sostuvo el funcionario, quien consideró que la desaceleración de precios se logró "sin aplicar el plan neoliberal que quieren desarrollar" desde la oposición.
En declaraciones radiales, Kicillof evaluó: "El tema es cómo se desaceleran los precios. La oposición pedía el ajuste. Decían hay una inflación desmesurada y ahora les molesta que haya desaceleración de precios".
"También decían que iba a haber un descontrol de los precios por el gasto público y los subsidios. Ven que se desacelera la inflación y no pueden explicar cómo se hizo", añadió el ministro.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó ayer que la economía argentina se contraerá 0,7 por ciento el año próximo, una estimación peor que la última, de julio pasado, cuando había dicho que el crecimiento sería nulo.
La actualización de los datos se dio a conocer ayer en Lima, Perú, en el marco de la reunión anual del organismo multilateral, donde anticipó una inflación de 16,8 por ciento para este año y de 25,6 por ciento el año próximo, la segunda más alta entre los países considerados, solo por detrás de Venezuela, país para el que se prevé una inflación de 204,1 por ciento.
En cuanto a la economía en 2015, el FMI dijo que la Argentina cerrará el ejercicio con un crecimiento de 0,4 por ciento, mejor frente a la última previsión, que era de 0,1 por ciento, y una tasa de desempleo de 6,9 por ciento, que se agravará a 8,4 por ciento con el nuevo gobierno.
A tono con los planteos del organismo en cuanto a las estadísticas nacionales, el informe aclaró que "las cifras de Argentina son los datos oficiales declarados, revisados en mayo de 2014" y recordó que "el 1 de febrero de 2013 el FMI emitió una declaración de censura, y en diciembre de 2013 instó a Argentina a adoptar medidas especificadas para mejorar la calidad de los datos oficiales del PBI dentro de un calendario especificado".
Además, mencionó que "el 3 de junio de 2015, el Directorio Ejecutivo reconoció las conversaciones en curso con las autoridades argentinas y el avance concreto en remediar las deficiencias en el suministro de datos desde 2013, pero observó que algunas de las medidas especificadas que había solicitado para fines de febrero de 2015 no se habían implementado completamente".
"El Directorio Ejecutivo volverá a examinar esta cuestión nuevamente el 15 de julio de 2016 y en consonancia con los procedimientos establecidos en el marco jurídico del FMI", advirtió.
La crisis brasileña
Esas aclaraciones fueron las únicas destinadas a la Argentina, a diferencia de lo que ocurrió con otras de las economías de la región, como Brasil, de la que observó que "la confianza de las empresas y de los consumidores continúa disminuyendo en gran medida debido al empeoramiento de las condiciones políticas".
Además, mencionó sobre el principal socio comercial del país que "la inversión está disminuyendo con rapidez y el endurecimiento necesario de la orientación de la política macroeconómica está ejerciendo presión a la baja sobre la demanda interna".
Para Brasil proyectó que el producto se contraerá 3% en 2015 y 1% en 2016 (en ambos años, 2 puntos porcentuales menos que en abril), con sustanciales efectos de contagio negativos en el crecimiento de grandes partes de la región dados el tamaño y el grado de interconexión de la economía brasileña''''.
A nivel mundial, para 2015 está proyectado un crecimiento de 3,1 por ciento, y de 3,6 por ciento para el año próximo.
China, el freno
Las rebajas de las perspectivas de crecimiento a nivel mundial estimadas ayer por el FMI se deben en gran parte a la desaceleración de China y los países emergentes.
"Seis años después de que la economía mundial emergiera de la recesión más amplia y profunda desde la postguerra, la vuelta a una expansión profunda y sincronizada sigue siendo incierta", dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI.
Así las cosas y luego de crecer 3,4% durante el 2014, el mundo se prepara a anotar su peor desempeño desde la recesión mundial registrada en el año 2009.
La actualización de los datos se dio a conocer ayer en Lima, Perú, en el marco de la reunión anual del organismo multilateral, donde anticipó una inflación de 16,8 por ciento para este año y de 25,6 por ciento el año próximo, la segunda más alta entre los países considerados, solo por detrás de Venezuela, país para el que se prevé una inflación de 204,1 por ciento.
En cuanto a la economía en 2015, el FMI dijo que la Argentina cerrará el ejercicio con un crecimiento de 0,4 por ciento, mejor frente a la última previsión, que era de 0,1 por ciento, y una tasa de desempleo de 6,9 por ciento, que se agravará a 8,4 por ciento con el nuevo gobierno.
A tono con los planteos del organismo en cuanto a las estadísticas nacionales, el informe aclaró que "las cifras de Argentina son los datos oficiales declarados, revisados en mayo de 2014" y recordó que "el 1 de febrero de 2013 el FMI emitió una declaración de censura, y en diciembre de 2013 instó a Argentina a adoptar medidas especificadas para mejorar la calidad de los datos oficiales del PBI dentro de un calendario especificado".
Además, mencionó que "el 3 de junio de 2015, el Directorio Ejecutivo reconoció las conversaciones en curso con las autoridades argentinas y el avance concreto en remediar las deficiencias en el suministro de datos desde 2013, pero observó que algunas de las medidas especificadas que había solicitado para fines de febrero de 2015 no se habían implementado completamente".
"El Directorio Ejecutivo volverá a examinar esta cuestión nuevamente el 15 de julio de 2016 y en consonancia con los procedimientos establecidos en el marco jurídico del FMI", advirtió.
La crisis brasileña
Esas aclaraciones fueron las únicas destinadas a la Argentina, a diferencia de lo que ocurrió con otras de las economías de la región, como Brasil, de la que observó que "la confianza de las empresas y de los consumidores continúa disminuyendo en gran medida debido al empeoramiento de las condiciones políticas".
Además, mencionó sobre el principal socio comercial del país que "la inversión está disminuyendo con rapidez y el endurecimiento necesario de la orientación de la política macroeconómica está ejerciendo presión a la baja sobre la demanda interna".
Para Brasil proyectó que el producto se contraerá 3% en 2015 y 1% en 2016 (en ambos años, 2 puntos porcentuales menos que en abril), con sustanciales efectos de contagio negativos en el crecimiento de grandes partes de la región dados el tamaño y el grado de interconexión de la economía brasileña''''.
A nivel mundial, para 2015 está proyectado un crecimiento de 3,1 por ciento, y de 3,6 por ciento para el año próximo.
China, el freno
Las rebajas de las perspectivas de crecimiento a nivel mundial estimadas ayer por el FMI se deben en gran parte a la desaceleración de China y los países emergentes.
"Seis años después de que la economía mundial emergiera de la recesión más amplia y profunda desde la postguerra, la vuelta a una expansión profunda y sincronizada sigue siendo incierta", dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI.
Así las cosas y luego de crecer 3,4% durante el 2014, el mundo se prepara a anotar su peor desempeño desde la recesión mundial registrada en el año 2009.
Los países que mejor resistirán la recesión
Pese al escenario de freno y caída de la economía en buena parte del mundo y principalmente en América del Sur, algunos de los países de la región están en mejores condiciones de hacerle frente a la crisis.
En este sentido, se cree que los que mejor resistirán, e incluso crecerían, serán Paraguay (3,0%), Colombia y Uruguay (2,5% cada una), Perú (2,4%), México y Chile (2,3% cada una) y Bolivia (4,1%), cuya economía es centralizada en el Estado y que crece mejor que sus vecinos.
"El crecimiento será menor de lo esperado en México, un reflejo del menor crecimiento de Estados Unidos -uno de sus principales socios comerciales- y una deslucida demanda interna", sostuvo el informe.
La situación de los países más ordenados podría verse amenazada con un alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU, ante una recuperación de su economía, lo que originaría la salida de capitales de naciones emergentes hacia Estados Unidos y repercutiría en una mayor alza del dólar.
En este sentido, se cree que los que mejor resistirán, e incluso crecerían, serán Paraguay (3,0%), Colombia y Uruguay (2,5% cada una), Perú (2,4%), México y Chile (2,3% cada una) y Bolivia (4,1%), cuya economía es centralizada en el Estado y que crece mejor que sus vecinos.
"El crecimiento será menor de lo esperado en México, un reflejo del menor crecimiento de Estados Unidos -uno de sus principales socios comerciales- y una deslucida demanda interna", sostuvo el informe.
La situación de los países más ordenados podría verse amenazada con un alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU, ante una recuperación de su economía, lo que originaría la salida de capitales de naciones emergentes hacia Estados Unidos y repercutiría en una mayor alza del dólar.
Carrera contrarreloj para recuperar las reservas
La brutal caída de reservas del lunes por el pago del Boden 15 (se hundieron US$4.741 millones) hace más relevante la batería de movimientos que empieza a hacer el Gobierno.El Bonar 2020 permitirá mantener una inversión en un bono denominado y pagadero en dólares para un plazo intermedio entre el Bonar 2018 (AN18) y el Bonar 2024 (AY24). Kicillof tratará de conseguir masa crítica externa o interna que pueda comprar esta emisión.
De acuerdo a un informe publicado por Infobae, los mismos empezaron ayer mismo cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, avanzó con su idea de licitar un bono nuevo como el Bonar 2020 que buscará captar algo de los casi 5.000 millones que se fueron por el Boden. Además, el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, emprendió su viaje hacia Lima para participar de la reunión del FMI-
Banco Mundial con una misión central: volver con un nuevo tramo del swap con China, virtualmente firmado.
Por estas horas -detalla el informe-, hay incertidumbre en el Gobierno con el desenlace de ambos frentes. En el Ministerio de Economía reina mucha cautela ante la emisión del Bonar que tuvo lugar ayer.
Economía se lanzará a conseguir US$500 millones pero con la idea de que sea ampliable según lo que demande el mercado. El hermetismo en el Palacio de Hacienda es palpable. "No hay un piso o un techo de lo que podemos llegar a captar. Depende de muchos factores que marcan los mercados día a día. No se puede estimar", decían escuetamente desde Economía. El mismo Kicillof en las últimas horas bajó el tono con esta emisión y habló de la tan mentada "volatilidad" que podría impactar en la emisión.
Por estas horas -detalla el informe-, hay incertidumbre en el Gobierno con el desenlace de ambos frentes. En el Ministerio de Economía reina mucha cautela ante la emisión del Bonar que tuvo lugar ayer.
Economía se lanzará a conseguir US$500 millones pero con la idea de que sea ampliable según lo que demande el mercado. El hermetismo en el Palacio de Hacienda es palpable. "No hay un piso o un techo de lo que podemos llegar a captar. Depende de muchos factores que marcan los mercados día a día. No se puede estimar", decían escuetamente desde Economía. El mismo Kicillof en las últimas horas bajó el tono con esta emisión y habló de la tan mentada "volatilidad" que podría impactar en la emisión.
"Una inflación del 15%"
El ministro de Economía, Axel Kicillof, estimó ayer que la inflación de este año llegará al 15% y consideró que, para 2016, la suba de precios anual "podría estar" en un dígito.
"Calculo que cerca de fin de año habrá un 15% de inflación", sostuvo el funcionario, quien consideró que la desaceleración de precios se logró "sin aplicar el plan neoliberal que quieren desarrollar" desde la oposición.
En declaraciones radiales, Kicillof evaluó: "El tema es cómo se desaceleran los precios. La oposición pedía el ajuste. Decían hay una inflación desmesurada y ahora les molesta que haya desaceleración de precios".
"También decían que iba a haber un descontrol de los precios por el gasto público y los subsidios. Ven que se desacelera la inflación y no pueden explicar cómo se hizo", añadió el ministro.
"Calculo que cerca de fin de año habrá un 15% de inflación", sostuvo el funcionario, quien consideró que la desaceleración de precios se logró "sin aplicar el plan neoliberal que quieren desarrollar" desde la oposición.
En declaraciones radiales, Kicillof evaluó: "El tema es cómo se desaceleran los precios. La oposición pedía el ajuste. Decían hay una inflación desmesurada y ahora les molesta que haya desaceleración de precios".
"También decían que iba a haber un descontrol de los precios por el gasto público y los subsidios. Ven que se desacelera la inflación y no pueden explicar cómo se hizo", añadió el ministro.