Desde Salta se toma la ruta 68 hacia el sur, hasta llegar a El Carril. Allí aparece la ruta provincial 33, que nos conduce hasta la Quebrada de Escoipe, uno de los paisajes más increíbles de la zona, llena de árboles y una fauna de nuboselva. Reinan los helechos, los ríos que bajan, los loros, y la gente del lugar, siempre rica en historias.
De a poco, y luego de transitar casi 80 kilómetros, el camino comienza a cambiar hacia la aridez típica de las alturas. El camino comienza a subir por la Cuesta del Obispo, con rulos, curvas y pequeñas rectas. Por un costado, dejamos al Valle Encantado. Un parque que guarda lugares únicos, con una fauna y una flora también únicas, que nos recuerda el verde de altura como en Cuzco.
Seguimos hasta la Piedra del Molino, un sitio ubicado a 3.620 metros desde donde podemos otear el horizonte. De allí seguimos unos kilómetros hasta la recta de Tin Tin. Se trata de una ruta trazada perfectamente recta, que atraviesa el parque nacional Los Cardones. Es una ruta moderna que se hizo sobre el antiguo Camino del Inca. Está trazada a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Posee a su izquierda un pequeño cerro que le da nombre. Antes de entrar en Cachi, pasamos por Payogasta, pueblo anterior a la dominación española . Allí también tenemos sitios donde hacer turismo, incluso pasear por sus viñas. De los atractivos más salientes destacamos los "secaderos de pimiento". Se trata de espacios que disponen las fincas cercanas e incluso en medio del mismo pueblo, en los que se expanden toneladas de pimiento con el fin de secarlos al sol y así transformarlos en el famoso y siempre codiciado pimentón. Sus rojos, transforman el paisaje. En estos días de otoño, justamente los campesinos han recogido los pimientos en todos los Valles Calchaquíes.
Pasamos Payogasta, donde se puede encontrar alojamiento en La Sala, y entramos a Cachi.
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Desde Salta se toma la ruta 68 hacia el sur, hasta llegar a El Carril. Allí aparece la ruta provincial 33, que nos conduce hasta la Quebrada de Escoipe, uno de los paisajes más increíbles de la zona, llena de árboles y una fauna de nuboselva. Reinan los helechos, los ríos que bajan, los loros, y la gente del lugar, siempre rica en historias.
De a poco, y luego de transitar casi 80 kilómetros, el camino comienza a cambiar hacia la aridez típica de las alturas. El camino comienza a subir por la Cuesta del Obispo, con rulos, curvas y pequeñas rectas. Por un costado, dejamos al Valle Encantado. Un parque que guarda lugares únicos, con una fauna y una flora también únicas, que nos recuerda el verde de altura como en Cuzco.
Seguimos hasta la Piedra del Molino, un sitio ubicado a 3.620 metros desde donde podemos otear el horizonte. De allí seguimos unos kilómetros hasta la recta de Tin Tin. Se trata de una ruta trazada perfectamente recta, que atraviesa el parque nacional Los Cardones. Es una ruta moderna que se hizo sobre el antiguo Camino del Inca. Está trazada a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Posee a su izquierda un pequeño cerro que le da nombre. Antes de entrar en Cachi, pasamos por Payogasta, pueblo anterior a la dominación española . Allí también tenemos sitios donde hacer turismo, incluso pasear por sus viñas. De los atractivos más salientes destacamos los "secaderos de pimiento". Se trata de espacios que disponen las fincas cercanas e incluso en medio del mismo pueblo, en los que se expanden toneladas de pimiento con el fin de secarlos al sol y así transformarlos en el famoso y siempre codiciado pimentón. Sus rojos, transforman el paisaje. En estos días de otoño, justamente los campesinos han recogido los pimientos en todos los Valles Calchaquíes.
Pasamos Payogasta, donde se puede encontrar alojamiento en La Sala, y entramos a Cachi.