Llantos, dolor e impotencia en la sala tras el fallo en la causa Mura Ortiz

Del lado de la puerta de ingreso, se ubicaron los familiares y amigos de Gabriel Mura Ortiz. Divididos por un "cordón policial", al otro lado se ubicaron los familiares de los imputados, quienes rompieron el silencio a través del desahogo, el consuelo y bienestar que inundó sus almas.
Mientras eso ocurría en una parte del Salón, en la otra una de las hijas de la víctima sufrió un leve desmayo y cayó al suelo. Intentaron reanimarla y de golpe comenzó a gritar, inmersa en una profunda crisis la tuvieron que sacar. "Asesinos, son unos asesinos", comenzaron a gritar. "Pero alguien le disparó, como puede ser, ese tiro salió de algún lado", se escuchó también. Frente al desorden, la jueza ordenó desalojar la sala y seguir con la lectura del fallo.
"Lo único que pido es justicia. Esos cuatro lo mataron, en sus últimas palabras dijeron que aunque hubieran sabido jamás iban a mandar al frente a nadie, eso dijeron en sus últimas palabras. Son unos asesinos y los jueces escucharon y también son unos asesinos", expresó llorando y con una profunda congoja la esposa de Mura Ortiz, Milagro Cardozo.
El doctor, Romano Luciano, quien junto a Santiago Pedroza asumieron como querellantes, apuntó: "Hicimos todo lo posible y realmente tuvimos un resultado poco favorable. Me parece que hubo un cierto favoritismo por parte de los jueces, sinceramente no esperábamos esto, al menos esperábamos que se condene a quien nosotros creemos es el homicida, sin embargo, no fue lo que esperábamos". El letrado sostuvo: "Si uno va al barrio, las distancias son tan cortas que es imposible que ningún efectivo haya escuchado el disparo, haya visto el fogonazo. Están callando demasiado".

Del lado de la puerta de ingreso, se ubicaron los familiares y amigos de Gabriel Mura Ortiz. Divididos por un "cordón policial", al otro lado se ubicaron los familiares de los imputados, quienes rompieron el silencio a través del desahogo, el consuelo y bienestar que inundó sus almas.
Mientras eso ocurría en una parte del Salón, en la otra una de las hijas de la víctima sufrió un leve desmayo y cayó al suelo. Intentaron reanimarla y de golpe comenzó a gritar, inmersa en una profunda crisis la tuvieron que sacar. "Asesinos, son unos asesinos", comenzaron a gritar. "Pero alguien le disparó, como puede ser, ese tiro salió de algún lado", se escuchó también. Frente al desorden, la jueza ordenó desalojar la sala y seguir con la lectura del fallo.
"Lo único que pido es justicia. Esos cuatro lo mataron, en sus últimas palabras dijeron que aunque hubieran sabido jamás iban a mandar al frente a nadie, eso dijeron en sus últimas palabras. Son unos asesinos y los jueces escucharon y también son unos asesinos", expresó llorando y con una profunda congoja la esposa de Mura Ortiz, Milagro Cardozo.
El doctor, Romano Luciano, quien junto a Santiago Pedroza asumieron como querellantes, apuntó: "Hicimos todo lo posible y realmente tuvimos un resultado poco favorable. Me parece que hubo un cierto favoritismo por parte de los jueces, sinceramente no esperábamos esto, al menos esperábamos que se condene a quien nosotros creemos es el homicida, sin embargo, no fue lo que esperábamos". El letrado sostuvo: "Si uno va al barrio, las distancias son tan cortas que es imposible que ningún efectivo haya escuchado el disparo, haya visto el fogonazo. Están callando demasiado".