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Juan de Dios Laguna: En el fútbol salteño ya no hay un jugador que mande

Miércoles, 28 de diciembre de 2016 23:43
El "Negro" Juan de Dios Laguna revivió su época de jugador vistiendo los colores de Juventud Antoniana, Central Norte y San Martín de Tucumán, en los cuales demostró su categoría como primer marcador central a fines de los años 60, la década del 70. Terminó su carrera en el fútbol boliviano a mediados de los 80. Hoy tiene 71 años (16-05-45) y también opinó sobre el fútbol salteño.

¿Nunca trabajaste como DT?
Nunca quise, pero estuve haciendo el curso cuando se dictaba en Perico, junto al Tano Riggio. Pero resulta que cuando iba en colectivo y el curso terminaba a las 10 de la noche, el problema era volver porque el colectivo que venía de la Quiaca a Salta, por ahí pasaba a las 4 de la mañana y hay veces que uno se tenía que quedar hasta el otro día esperándolo. Y eso me cansó.

¿Fuiste compañero del Tano Riggio en Central Norte?
Al Tano lo recomendé yo como jugador. El zurdo Sánchez y un muchacho de apellido Lizondo se lesionan. Entonces, le digo al técnico Marcial Acosta que lo ponga al Tano. Era un perro de presa. Era obediente el Tano.

¿Cómo fue marcar a los delanteros de aquellos tiempos?
Cuando jugaba nunca tuve problemas con los delanteros. Me tocó marcar grandes jugadores como Ángel Clemente Rojas que lo tenía Boca, a Morete de River. A Bianchi que jugaba en Vélez. Yo no me arrugaba. Con Pablo Cárdenas nos complementábamos bien, porque era un jugador exquisito, bajaba la pelota con el pecho en tu área y le gustaba salir jugando. Yo era la voz de mando. Si en un equipo no tenés alguien que mande no pasa nada. Acá lo veo a Juventud y a Central que no disponen de un jugador así en la cancha.

¿Por qué empezaste después de los 20 años a jugar el fútbol?
Mirá, cuando yo estaba en la marina, tenía compañeros que eran profesionales en la época de Bilardo, de Pachamé, de Aguirre Suárez, de Verón (padre de la Brujita). Y un día en la base naval de La Plata me pusieron en el seleccionado de fútbol y fuimos a jugar en Ushuaia, donde perdimos por penales. Allí comencé a jugar en el puesto de defensor. Luego me hablaron de Arsenal de Sarandí, donde jugué un año. Después me fui a Defensores de Belgrano y estuve a prueba en River pero me volví y fui a jugar a Zapla. No me pagaban lo que quería y me ofrecieron dar trabajo. Yo había decidido seguir jugando al fútbol y si era por trabajo me hubiera quedado a trabajar con mi papá en la carpintería en Güemes.

¿Cómo se dio de jugar en Pellegrini, el primer club en la capital salteña?
Y como me vieron jugar un amistoso con Zapla, acá en Salta, al otro día estuvieron en mi casa los dirigentes de Central Norte, Juventud, Mitre (el doctor Soler), los gerentes de la Coca Cola (que estaban a cargo del Deportivo Español -ya desaparecido), de Argentinos del Norte y no acepte la propuesta de ninguno. Un buen día apareció Pericote Nazr que me convenció y me trajo a Pellegrini y jugué un torneo. Y después pase a préstamo a Juventud, donde jugué diez años.

Hubo dos épocas bien marcadas en el fútbol salteño: Juventud Antoniana de los 70 y el Gimnasia de los 90, ¿qué opinás de aquellos tiempos?
Es que se debe tener en cuenta que estos planteles se conformaron con jugadores de la zona. En el caso de Juventud, la mayoría era de Salta y del interior. Vos a los changos de acá los preparás bien físicamente, vas a ver que te rinden mejor que el que viene de afuera con un sueldo todo arreglado y viven de joda. También es culpa del técnico.

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El "Negro" Juan de Dios Laguna revivió su época de jugador vistiendo los colores de Juventud Antoniana, Central Norte y San Martín de Tucumán, en los cuales demostró su categoría como primer marcador central a fines de los años 60, la década del 70. Terminó su carrera en el fútbol boliviano a mediados de los 80. Hoy tiene 71 años (16-05-45) y también opinó sobre el fútbol salteño.

¿Nunca trabajaste como DT?
Nunca quise, pero estuve haciendo el curso cuando se dictaba en Perico, junto al Tano Riggio. Pero resulta que cuando iba en colectivo y el curso terminaba a las 10 de la noche, el problema era volver porque el colectivo que venía de la Quiaca a Salta, por ahí pasaba a las 4 de la mañana y hay veces que uno se tenía que quedar hasta el otro día esperándolo. Y eso me cansó.

¿Fuiste compañero del Tano Riggio en Central Norte?
Al Tano lo recomendé yo como jugador. El zurdo Sánchez y un muchacho de apellido Lizondo se lesionan. Entonces, le digo al técnico Marcial Acosta que lo ponga al Tano. Era un perro de presa. Era obediente el Tano.

¿Cómo fue marcar a los delanteros de aquellos tiempos?
Cuando jugaba nunca tuve problemas con los delanteros. Me tocó marcar grandes jugadores como Ángel Clemente Rojas que lo tenía Boca, a Morete de River. A Bianchi que jugaba en Vélez. Yo no me arrugaba. Con Pablo Cárdenas nos complementábamos bien, porque era un jugador exquisito, bajaba la pelota con el pecho en tu área y le gustaba salir jugando. Yo era la voz de mando. Si en un equipo no tenés alguien que mande no pasa nada. Acá lo veo a Juventud y a Central que no disponen de un jugador así en la cancha.

¿Por qué empezaste después de los 20 años a jugar el fútbol?
Mirá, cuando yo estaba en la marina, tenía compañeros que eran profesionales en la época de Bilardo, de Pachamé, de Aguirre Suárez, de Verón (padre de la Brujita). Y un día en la base naval de La Plata me pusieron en el seleccionado de fútbol y fuimos a jugar en Ushuaia, donde perdimos por penales. Allí comencé a jugar en el puesto de defensor. Luego me hablaron de Arsenal de Sarandí, donde jugué un año. Después me fui a Defensores de Belgrano y estuve a prueba en River pero me volví y fui a jugar a Zapla. No me pagaban lo que quería y me ofrecieron dar trabajo. Yo había decidido seguir jugando al fútbol y si era por trabajo me hubiera quedado a trabajar con mi papá en la carpintería en Güemes.

¿Cómo se dio de jugar en Pellegrini, el primer club en la capital salteña?
Y como me vieron jugar un amistoso con Zapla, acá en Salta, al otro día estuvieron en mi casa los dirigentes de Central Norte, Juventud, Mitre (el doctor Soler), los gerentes de la Coca Cola (que estaban a cargo del Deportivo Español -ya desaparecido), de Argentinos del Norte y no acepte la propuesta de ninguno. Un buen día apareció Pericote Nazr que me convenció y me trajo a Pellegrini y jugué un torneo. Y después pase a préstamo a Juventud, donde jugué diez años.

Hubo dos épocas bien marcadas en el fútbol salteño: Juventud Antoniana de los 70 y el Gimnasia de los 90, ¿qué opinás de aquellos tiempos?
Es que se debe tener en cuenta que estos planteles se conformaron con jugadores de la zona. En el caso de Juventud, la mayoría era de Salta y del interior. Vos a los changos de acá los preparás bien físicamente, vas a ver que te rinden mejor que el que viene de afuera con un sueldo todo arreglado y viven de joda. También es culpa del técnico.

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