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Brasil se apagó por una fuerte corrupción

Lunes, 16 de mayo de 2016 01:30
Dilma y Lula, en sus mejores tiempos.
"Las metas puestas por el expresidente Lula eran altas. Su sucesora Dilma Rousseff llegó a su punto más bajo. Han sido muchas las oportunidades desaprovechadas, debido al exceso de corrupción y a la falta de reformas. El fracaso de Dilma se debe a sí misma. Con su estilo autoritario de gobierno, ella misma se aisló en la lejana Brasilia, desde la cual gobernaba con un inepto gabinete, resistente a aceptar cualquier crítica. Y eso en tiempos tan difíciles, debidos también a la caída de las ventas de materias primas a China. Un boom que duró del 2000 al 2014. El presidente interino de Brasil, Michel Temer, nombró un gobierno más conservador que el anterior, diseñado para tranquilizar a los mercados.
El sueño propagado por Lula de "Brasil como potencia mundial" se apagó. Y el país tendría la capacidad de serlo, pues tiene recursos suficientes para ello. Pero el cáncer de la omnipresente corrupción siempre ha destruido todo comienzo. Brasil necesita reformas y más estado de derecho".

Carnaval de hipócritas

"Senadores corruptos han tumbado a una presidenta corrupta. ¿Cómo es posible continuar con la democracia en Brasil? El sucesor de Rousseff, el exvicepresidente Michel Temer, tampoco goza de una reputación de persona honrada. También la reputación de muchos políticos con los que Temer quiere gobernar es dudosa. Toda la clase política en Brasil está bajo sospecha de corrupción y necesita ser reemplazada. Lo deseable sería que Temer no acuda a esos políticos corruptos y se rodee de técnicos profesionales".
¿Cómo avanzar con un Parlamento corrupto? "Temer, el presidente interino, prometió llevar a cabo las reformas económicas necesarias. Sin embargo, es dudoso que se puedan implementar con un Parlamento en el que es más de la mitad de los diputados son sospechosos de corrupción.
Los medios europeos critican fuertemente el planteo político brasileño, a sabiendas que desde que Lula y Dilma gobernaron el país sin importarles la gente, el pueblo que los llevó al poder con el voto popular, y no tuvieron la gerarquía y línea política para trabajar en el avance de su país. Pero sí tuvieron la alta capacidad de involucrarse en una corrupción total, y no les importó nada. Solo miraron para adentro de sus bolsillos.

Muchos piden el regreso de Dilma

Miles de brasileños se concentraron ayer en importantes estados. La protesta se produjo frente al palacio presidencial, en Brasilia, días después de que la jefa de Estado fuera desplazada del cargo. Críticas y repudios contra Michel Temer. También se convocaron marchas en San Pablo y Río de Janeiro
La concentraciones se realizaron frente al palacio presidencial para repudiar al presidente interino Michel Temer y exigir el regreso de Dilma Rousseff.
Al grito de "¡Golpistas, fascistas!", los brasileños se movilizaron ayer en varios estados importantes del país.
Los protestantes repetían una y otra vez la consigna: "¡Vuelve Dilma!". Las marchas se vieron cubierta por banderas de Brasil y del Partido de los Trabajadores (PT). Los manifestantes acusaron al actual gobierno de "golpista" y "fascista".

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"Las metas puestas por el expresidente Lula eran altas. Su sucesora Dilma Rousseff llegó a su punto más bajo. Han sido muchas las oportunidades desaprovechadas, debido al exceso de corrupción y a la falta de reformas. El fracaso de Dilma se debe a sí misma. Con su estilo autoritario de gobierno, ella misma se aisló en la lejana Brasilia, desde la cual gobernaba con un inepto gabinete, resistente a aceptar cualquier crítica. Y eso en tiempos tan difíciles, debidos también a la caída de las ventas de materias primas a China. Un boom que duró del 2000 al 2014. El presidente interino de Brasil, Michel Temer, nombró un gobierno más conservador que el anterior, diseñado para tranquilizar a los mercados.
El sueño propagado por Lula de "Brasil como potencia mundial" se apagó. Y el país tendría la capacidad de serlo, pues tiene recursos suficientes para ello. Pero el cáncer de la omnipresente corrupción siempre ha destruido todo comienzo. Brasil necesita reformas y más estado de derecho".

Carnaval de hipócritas

"Senadores corruptos han tumbado a una presidenta corrupta. ¿Cómo es posible continuar con la democracia en Brasil? El sucesor de Rousseff, el exvicepresidente Michel Temer, tampoco goza de una reputación de persona honrada. También la reputación de muchos políticos con los que Temer quiere gobernar es dudosa. Toda la clase política en Brasil está bajo sospecha de corrupción y necesita ser reemplazada. Lo deseable sería que Temer no acuda a esos políticos corruptos y se rodee de técnicos profesionales".
¿Cómo avanzar con un Parlamento corrupto? "Temer, el presidente interino, prometió llevar a cabo las reformas económicas necesarias. Sin embargo, es dudoso que se puedan implementar con un Parlamento en el que es más de la mitad de los diputados son sospechosos de corrupción.
Los medios europeos critican fuertemente el planteo político brasileño, a sabiendas que desde que Lula y Dilma gobernaron el país sin importarles la gente, el pueblo que los llevó al poder con el voto popular, y no tuvieron la gerarquía y línea política para trabajar en el avance de su país. Pero sí tuvieron la alta capacidad de involucrarse en una corrupción total, y no les importó nada. Solo miraron para adentro de sus bolsillos.

Muchos piden el regreso de Dilma

Miles de brasileños se concentraron ayer en importantes estados. La protesta se produjo frente al palacio presidencial, en Brasilia, días después de que la jefa de Estado fuera desplazada del cargo. Críticas y repudios contra Michel Temer. También se convocaron marchas en San Pablo y Río de Janeiro
La concentraciones se realizaron frente al palacio presidencial para repudiar al presidente interino Michel Temer y exigir el regreso de Dilma Rousseff.
Al grito de "¡Golpistas, fascistas!", los brasileños se movilizaron ayer en varios estados importantes del país.
Los protestantes repetían una y otra vez la consigna: "¡Vuelve Dilma!". Las marchas se vieron cubierta por banderas de Brasil y del Partido de los Trabajadores (PT). Los manifestantes acusaron al actual gobierno de "golpista" y "fascista".

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