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19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Viernes, 06 de enero de 2017 01:30
Desde comienzo de año la provincia de Santa Fe está siendo afectada por la gran cantidad de lluvia caída.
Argentina está viviendo, en simultáneo, la cara y la ceca de un clima desconcertante, por momentos alarmante, que se cobra con producción agropecuaria y con vidas animales y humanas, además de propiedades y bienes personales. Incendios e inundaciones, de igual y trágica dimensión, recorren la parte central del país desde el comienzo de año. Arrasan con su furia y siguen. No se sabe hasta cuándo.
Más de 150 mil hectáreas se encuentran afectadas en la provincia de Santa Fe por los anegamientos derivados de las intensas lluvias, mientras continuaba ayer el alerta meteorológico por tormentas fuertes.
Desde que comenzó el año, la provincia de Santa Fe está siendo afectada por las lluvias, muchas de ellas acompañadas por fuertes vientos y caída de granizo.
El ministro de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, dijo que las hectáreas afectadas "son unas 150 mil a 200 mil" y están ubicadas entre las localidades de Colonia Castellano, Roca, Vila y San Antonio. Destacó que "una franja complicada es la ruta 70 hasta Ramona", y agregó: "Estamos peor que en la crisis de emergencia hídrica del año pasado".
El jefe comunal de esa localidad, Fabio Barbero, contó ayer que "en seis horas cayeron 160 milímetros, que se suman a los 150 del fin de semana. Eso hizo que colapsaran los canales de desage y que se anegara toda la población".
Según precisó el funcionario, "hace cinco años que padecemos lluvias en abril, pero se circunscribía a la zona rural, a la parte más deprimida. Se activaba el protocolo correspondiente y las bombas, y nunca había más de cuatro o cinco casas con problemas. Pero jamás pasó algo así".
Además, Barbero dijo que la lluvia que comenzó el martes por la noche los tomó desprevenidos y que la situación impactará fuertemente en los tambos de la zona.
Jaque a la producción
Con casi tres semanas sin que las lluvias den respiro en las principales zonas sojera y tambera del país, los números poco a poco comienzan a ser preocupantes para ambos sectores.
En el primero de los casos, las pérdidas estimadas ya se acercan a los 1.500 millones de dólares por potenciales exportaciones a valor FOB actual; mientras que la producción de leche cayó más de la mitad en provincias como Santa Fe y Córdoba, que concentran más de la mitad del volumen que se genera en el país.
De acuerdo a estimaciones oficiales, ya se proyecta una caída en la producción final de soja de unos 4 millones de toneladas en todo el país (alrededor del 7% de lo estimado al principio de la campaña), que, traducido en volúmenes finales, arrojan que la cosecha será de unas 56 millones de toneladas, con una caída de casi el 8% respecto de 2015. Esta situación también traerá consecuencias para las arcas del Estado nacional, ya que si las precipitaciones continúan y se pierden hasta 5 millones de toneladas, la Nación deberá resignar retenciones de la soja por entre 300 y 570 millones de dólares. Además, tomando como base un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las lluvias también han provocado un retraso en la cosecha de casi el 30%. El año pasado, para esta fecha ya se había cubierto el 46% de la superficie implantada, y en la actualidad tan solo se ha levantado el 16% de lo sembrado en las provincias de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe.
En tanto, el sector tambero de las provincias de Córdoba y Santa Fe, en la región considerada como la principal cuenca lechera de América del Sur, también está viviendo un momento muy duro. Ambos territorios concentran poco más del 70% de la oferta nacional, y las inundaciones han provocado un descenso de más del 50% de la producción.
Por si fuera poco, no se descarta que esta coyuntura provoque una suba de los precios en los próximos días: al haber quedado el alimento para las vacas bajo el agua, el costo para el productor se disparó de entre 4 y 4,5 pesos a más de 10 pesos por litro de leche.
"La situación es desesperante", aseguran los tamberos de aquella región, quienes en muchos casos se ven obligados a tirar la leche porque no puede trasladarse debido al mal estado de los caminos, ya que es necesario ordeñar todos los días a los animales. Además, esto también supone un problema para los vacas, ya que es necesario encontrarles un lugar seco para que pasen donde puedan pasar la noche.
El ministerio de Agroindustria asiste con más de 100 millones de pesos a los productores agropecuarios de Córdoba, Formosa, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Chaco afectados por inundaciones, y de La Rioja perjudicados por granizo.
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Argentina está viviendo, en simultáneo, la cara y la ceca de un clima desconcertante, por momentos alarmante, que se cobra con producción agropecuaria y con vidas animales y humanas, además de propiedades y bienes personales. Incendios e inundaciones, de igual y trágica dimensión, recorren la parte central del país desde el comienzo de año. Arrasan con su furia y siguen. No se sabe hasta cuándo.
Más de 150 mil hectáreas se encuentran afectadas en la provincia de Santa Fe por los anegamientos derivados de las intensas lluvias, mientras continuaba ayer el alerta meteorológico por tormentas fuertes.
Desde que comenzó el año, la provincia de Santa Fe está siendo afectada por las lluvias, muchas de ellas acompañadas por fuertes vientos y caída de granizo.
El ministro de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, dijo que las hectáreas afectadas "son unas 150 mil a 200 mil" y están ubicadas entre las localidades de Colonia Castellano, Roca, Vila y San Antonio. Destacó que "una franja complicada es la ruta 70 hasta Ramona", y agregó: "Estamos peor que en la crisis de emergencia hídrica del año pasado".
El jefe comunal de esa localidad, Fabio Barbero, contó ayer que "en seis horas cayeron 160 milímetros, que se suman a los 150 del fin de semana. Eso hizo que colapsaran los canales de desage y que se anegara toda la población".
Según precisó el funcionario, "hace cinco años que padecemos lluvias en abril, pero se circunscribía a la zona rural, a la parte más deprimida. Se activaba el protocolo correspondiente y las bombas, y nunca había más de cuatro o cinco casas con problemas. Pero jamás pasó algo así".
Además, Barbero dijo que la lluvia que comenzó el martes por la noche los tomó desprevenidos y que la situación impactará fuertemente en los tambos de la zona.
Jaque a la producción
Con casi tres semanas sin que las lluvias den respiro en las principales zonas sojera y tambera del país, los números poco a poco comienzan a ser preocupantes para ambos sectores.
En el primero de los casos, las pérdidas estimadas ya se acercan a los 1.500 millones de dólares por potenciales exportaciones a valor FOB actual; mientras que la producción de leche cayó más de la mitad en provincias como Santa Fe y Córdoba, que concentran más de la mitad del volumen que se genera en el país.
De acuerdo a estimaciones oficiales, ya se proyecta una caída en la producción final de soja de unos 4 millones de toneladas en todo el país (alrededor del 7% de lo estimado al principio de la campaña), que, traducido en volúmenes finales, arrojan que la cosecha será de unas 56 millones de toneladas, con una caída de casi el 8% respecto de 2015. Esta situación también traerá consecuencias para las arcas del Estado nacional, ya que si las precipitaciones continúan y se pierden hasta 5 millones de toneladas, la Nación deberá resignar retenciones de la soja por entre 300 y 570 millones de dólares. Además, tomando como base un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las lluvias también han provocado un retraso en la cosecha de casi el 30%. El año pasado, para esta fecha ya se había cubierto el 46% de la superficie implantada, y en la actualidad tan solo se ha levantado el 16% de lo sembrado en las provincias de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe.
En tanto, el sector tambero de las provincias de Córdoba y Santa Fe, en la región considerada como la principal cuenca lechera de América del Sur, también está viviendo un momento muy duro. Ambos territorios concentran poco más del 70% de la oferta nacional, y las inundaciones han provocado un descenso de más del 50% de la producción.
Por si fuera poco, no se descarta que esta coyuntura provoque una suba de los precios en los próximos días: al haber quedado el alimento para las vacas bajo el agua, el costo para el productor se disparó de entre 4 y 4,5 pesos a más de 10 pesos por litro de leche.
"La situación es desesperante", aseguran los tamberos de aquella región, quienes en muchos casos se ven obligados a tirar la leche porque no puede trasladarse debido al mal estado de los caminos, ya que es necesario ordeñar todos los días a los animales. Además, esto también supone un problema para los vacas, ya que es necesario encontrarles un lugar seco para que pasen donde puedan pasar la noche.
El ministerio de Agroindustria asiste con más de 100 millones de pesos a los productores agropecuarios de Córdoba, Formosa, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Chaco afectados por inundaciones, y de La Rioja perjudicados por granizo.

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