Tras asumir como jueza de la Corte de Justicia de Salta, Sandra Cristina Bonari Valdés brindó definiciones sobre la situación del sistema judicial, la violencia de género y defendió la educación religiosa en las escuelas. Sobre ese punto, sostuvo que no se debe desconocer la cultura de la provincia.
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Tras asumir como jueza de la Corte de Justicia de Salta, Sandra Cristina Bonari Valdés brindó definiciones sobre la situación del sistema judicial, la violencia de género y defendió la educación religiosa en las escuelas. Sobre ese punto, sostuvo que no se debe desconocer la cultura de la provincia.
"La población salteña es religiosa, creo que la Nación vive otra realidad. Yo creo que debe impartirse educación religiosa, y no estoy hablando de grupos católicos, estoy hablando de educación desde todas las religiones y con todos los profesores que hagan falta. Es bueno para los niños tener una orientación; obviamente, quién no la tenga, este en la libertad de cursar otra materia de la currícula", expresó.
Salta espera la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre el dictado de la educación religiosa en las escuelas. Tras una presentación de padres que reclaman educación laica en el sistema educativo público, se hicieron audiencias públicas en Buenos Aires en agosto.
El caso llegó al máximo tribunal argentino luego de que la Corte salteña considerara que es constitucional el dictado de esa materia. Bonari ahora integra ese cuerpo que había rechazado el planteó de un grupo de padres.
"La Nación argentina tiene el teísmo declarado a partir de la Constitución cuando decimos en el preámbulo: "Dios es fuente de toda razón y justicia'. Salta tiene particularidades. Hace poco tuvimos la procesión del Milagro, ustedes vieron la cantidad de gente, cada año es más, y más", expresó Bonari.
Al mediodía, prestó juramento como jueza de la Corte de Justicia de Salta en la Ciudad Judicial. Bonari fue designada por el decreto 1.366 luego de que el Senado le prestara acuerdo. El gobernador Juan Manuel Urtubey, quien propuso el pliego de la exmagistrada de Tartagal, participó del acto junto a los distintos jueces de la Corte Suprema.
Sandra Bonari ocupa la vacante que dejó Guillermo Félix Díaz y se suma a Susana Graciela Kauffman de Martinelli como la segunda mujer en integrar en un mismo período la Corte.
Respecto a este tema, la flamante jueza contó que es "el sueño de todo magistrado" integrar el máximo tribunal de la Provincia.
Preocupaciones
"Creo que estamos transitando tiempos muy difíciles, con flagelos sociales muy grandes como son las drogas, la violencia en todas sus formas, en los delitos de integridad física, en delitos sexuales y la violencia de género en todas sus formas", manifestó en diálogo con la prensa.
Bonari habló también de las objeciones que recibe el sistema judicial por parte de la sociedad. "No vamos a desconocer que existe una falta de credibilidad, como en todos lados, existen jueces buenos y jueces malos. Creo, además, que la cualidad primigenia de un magistrado es ser un hombre o una mujer de bien", afirmó.
También comentó que los medios tienen "mucho que ver" con esa situación porque son formadores de opinión. "Creo que en eso tenemos que trabajar ustedes (los medios) y nosotros. Nosotros porque ya es un axioma pasado de moda el hecho de que los jueces hablan por sus sentencias", dijo.
Con la asunción de Bonari, la Corte vuelve a tener siete miembros: Guillermo Catalano (presidente), Ernesto Samson, Fabián Vittar, Guillermo Posadas, Abel Cornejo y Susana Kauffman.
Violencia de género
Bonari reconoció que hay mucho por hacer en el campo de la violencia de género. Ante la consulta sobre la creación de una ley de asistencia a los chicos y adolescentes que no solo quedan huérfanos de madre sino con su padre preso como responsable del crimen, la jueza respondió que es necesario contar con estructuras para contener a esos niños, institucionalizarlos cuando no tienen con quien estar por los episodios de violencia.
"La violencia está instalada y más aún la violencia de género y familiar, especialmente ocurre en ámbitos muy cerrados donde a veces la seguridad no llega, donde a veces el vecino no se quiere meter a denunciar. Los niños son víctimas de esa violencia, los juzgados de género tienen una cantidad enorme de denuncias mensuales ", remarcó la jueza.
Respecto a la independencia de la Justicia, que fue criticada por un abogado, Sandra Bonari expresó que no se debe generalizar.
"Cuando decimos la Justicia no es independiente estamos hablando de un valor y la justicia es un valor", argumentó.
"En todo caso, digamos tal juez no es independiente, porque la Justicia lo es. Puede haber jueces que no, pero la mayoría, y me consta", finalizó Bonari.
Los cargos que ocupó
Sandra Cristina Bonari Valdés nació el 14 de noviembre de 1952 en la capital salteña. Es divorciada y tiene 3 hijos. Llega a la Corte de Justicia desde el Distrito Judicial Norte Tartagal, donde se desempeñó como camarista penal de la Sala I del Tribunal de Juicio durante varios años. La magistrada reemplazó en el cargo a Guillermo Félix Díaz, quien renunció en agosto pasado luego de haberse acogido a los beneficios de la jubilación. Además de su desempeño en la Justicia, fue auditora del Enresp, integró la Auditoría General de la Provincia, vocal y titular del Tribunal de Cuentas provincial. También fue diputada provincial, entre abril de 1994 y noviembre de 1997.