Unas diez mujeres rubricaron una extensa cantidad de denuncias en contra de una joven salteña, a quien identificaron como María Solana Moya, quien en el término de los últimos meses estafó a decenas de salteñas, en barrios de la capital y el Valle de Lerma.
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Unas diez mujeres rubricaron una extensa cantidad de denuncias en contra de una joven salteña, a quien identificaron como María Solana Moya, quien en el término de los últimos meses estafó a decenas de salteñas, en barrios de la capital y el Valle de Lerma.
Muchas de las damnificadas se contactaron entre sí a través de las redes sociales y en la mañana de ayer lograron, con un cúmulo de denuncias, impedir la libertad de la mujer, exigida por su abogada.
El Tribuno, que ya había publicado el testimonio de un hombre timado en su propio domicilio de Finca Independencia, en la tarde de ayer recibió la queja pública de varias damnificadas, quienes explicaron paso a paso cómo la ahora detenida Moya se había apropiado de sus dinero a través de operaciones realizadas con carpetas, formularios, recibos, sellos y firmas de al menos dos empresas de nuestro medio dedicadas a la venta de automóviles y motocicletas, en la modalidad ahorro previo.
Uno de los casos relatados ayer corresponde a una mujer integrante de una fuerza de seguridad, con domicilio en Chicoana, quien denunció penalmente que la gestora encartada se había apoderado de 22.000 pesos a través de su tarjeta de crédito, que la utilizó para pagar un plan de ahorro por una automóvil 0 km.
Daniela explicó que Moya se presentó en su domicilio junto a otro vendedor de la empresa PoderSA y que le confeccionaron una carpeta por el automóvil elegido. El pago de la carpeta y los sellados y otros gastos administrativos dijeron que podían pagarlos con la tarjeta de crédito: "Como no tenían un posnet lo hicieron con un cupón por triplicado. A los dos meses 22.000 pesos me fueron descontados de mis haberes por compras realizadas a través de la web. Me quejé en la empresa y los encargados de la misma se lavaron las manos diciéndome que ya la habían echado. Lo peor es que reclamé por mi dinero, por todas las cuotas que me habían descontado y demás, gastos y como solución me pidieron que les dé el número de mi cuenta sueldo y mis datos personales. No sé qué hacer, si les entrego eso quedo en la calle. Por eso voy a ir con una denuncia penal contra los directivos y solicito por este medio que la Secretaría de Defensa al Consumidor tome cartas en el asunto", se quejó.
En tanto, otra mujer señaló que fue estafada por una motocicleta que jamás pudo retirar, después de haber pagado más de 15.000 pesos en efectivo.
Al respecto Ruth aseguró que "cuando fuimos a Sistema Free nos dijeron que esa mujer acababa de ser despedida. Lo llamativo es que otras chicas que compartimos la misma desgracia nos cuentan que la empresa le dice que la despidieron hace meses y lo peor de todo es que cuando la detuvieron en su cartera tenía formularios y carpetas de esa empresa".
"Ayer nos reunimos para evitar que le den su libertad y sé que mañana llegan más denuncias a la fiscalía de delitos económicos".
La mujer aseguró que fue un grupo de damnificadas las que le dieron caza a la mujer, ya que el domicilio de la misma pertenece a un oficial del Servicio Penitenciario que la escondió en un inquilinato.
"Igual la hallamos, la esperamos y cuando bajó la increpamos. Intentó agredirme, incluso me empujó y me tomó de los pechos. Eso fue en calle La Rioja al 2300, pasaje Matorras. Recién entonces apareció la policía. Lo peor es que una tercera mujer pretendía llevarse la cartera de la estafadora pero la férrea resistencia de sus víctimas impidió eso. La requisa demostró que en su interior había documentaciones de la empresa, carpetas, talonarios y tarjetas membreteadas. Hoy hemos contados más de veinte personas timadas todas por cifras cercanas a los 20.000 pesos".
"Exigimos justicia pero también que los demás responsables se hagan cargo de sus empleados, eso es verdadera justicia", dijeron.
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