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Genio y porte de los Spitz y Pomeranias

Descendiente de una de las razas más antiguas que existe: los perros nórdicos.
Martes, 14 de noviembre de 2017 19:47

Por Walter Octavio Chihan, médico veterinario

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Por Walter Octavio Chihan, médico veterinario

Los perros de esta raza se subdividen en dos variedades: gran Spitz y pequeño Spitz o Lulú Pomeranio. La diferencia en el tamaño comporta también, obviamente, una diversidad del carácter que en los pequeños es muy dulce y afectuoso, encariñándose de manera enfermiza con el amo, mientras que los de mayor tamaño son más reservados y esquivos con los extraños, por lo cual el gran Spitz también es considerado como un buen perro de guardería. Ambas variedades tienen un mismo estándar, que se diferencia únicamente por el tamaño.
Los orígenes de esta raza, están ligados con los perros nórdicos, que a su vez descienden del prehistórico Perro de la Turba o “Canis familiaris palustres”. Mientras que la variedad más grande se adaptó primeramente en las riberas del Báltico y después en Alemania septentrional, la más pequeña, también de origen alemán, es seleccionada sobretodo por los ingleses, que, partiendo de los ejemplares más pequeños, han logrado un perro de tamaño no muy grande. Estos pequeños perros, también llamado Lulús Pomeranios, tuvieron un gran éxito en la época de la Reina Victoria, que se enorgullecía de poseer el ejemplar más pequeño. La notoriedad de estos pequeños Spitz llegó a su máximo hacia finales del siglo pasado cuando esta raza se difundió rápidamente incluso en Francia. Los pequeños Lulús son más solicitados en Inglaterra, América y Francia.
El Pomerania es descendiente de una de las razas más antiguas que existe, los Spitz nórdicos, cuyo origen se remonta más allá de los tiempos de Jesucristo: se han hallado figuras que lo representan en piedra y bronce sobre tumbas egipcias y restos fósiles en Asia, África, Centro y Norte de Europa. Como raza apareció por primera vez en la región alemana de Pomerania, a la cual debe su nombre, y que significa “sobre el mar”. Originariamente, este perro era blanco y de tamaño mucho mayor. Los distintos cruces consanguíneos, dado el escaso número de ejemplares existentes, lo hicieron evolucionar hacia tallas más pequeñas. Además, cuando se introdujo en Inglaterra en 1800, los programas de crías iniciaron su miniaturización.

Características generales

Son perros de constitución sólida y corta con una capa abundante con tupido subpelo. La cabeza no debe ser nunca demasiado grande ni el hocico excesivamente largo. Se desplazan con paso muy desenvuelto, y su expresión denota, atención y vivacidad.
Este perro de graciosos movimientos es juguetón y cariñoso pero muy desconfiado, siempre que detecta la presencia de algún intruso, alerta a su dueño. Además de buen vigilante, el Pomerania posee una gran capacidad para asimilar órdenes y, lo más importante, se adapta a cualquier lugar y situación. No necesita grandes espacios para estar cómodo, el vive sin complicaciones en ambientes reducidos y al ser un perro pequeño, no ocasiona problemas al viajar.
Aunque parezca increíble, el espeso manto del Pomerania no precisa de cuidados esmerados ni de frecuentes visitas a la peluquería. No conviene bañarlo, a no ser que esté muy sucio, ya que su pelaje duro repele la suciedad. Solo hay que cepillarlo a fondo una vez a la semana y recortarle las puntas de pelo que sobresalen.

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