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La connotación bélica de los vigilantes y las bombas de crema

Los nombres de la repostería nacional surgieron con una intención irónica y contestataria en Buenos Aires en el siglo XIX contra el gobierno, los militares y la Iglesia. 
Domingo, 19 de noviembre de 2017 19:25

Rebecca Treon es periodista de la BBC Mundo y, en un viaje a la Argentina, se cuestionó sobre los nombres de los mejores exponentes de la repostería de nuestro país. Y dejó abierto el interrogante: ¿de dónde proviene la connotación belicosa y la ironía de los nombres “factura”, “vigilante”, “cañones de dulce de leche” y “bombas de crema”. “La primera vez que visité una panadería en Buenos Aires pensé que mis oídos me engañaban”, cuenta la periodista, quien decidió indagar sobre el origen de los singulares nombres de la pastelería nacional.  Y la historia ofrece sus respuestas, que evidencian la relación intrínseca que existe entre las palabras y el contexto sociocultural en el que son empleadas. A finales del 1.800 un sindicato de pasteleros anarquistas usó sus creaciones para hacer propaganda. “Fueron los anarquistas, que eran antigobierno, antipolicía y antiiglesia, quienes les dieron esos nombres para llamar la atención sobre sus tendencias políticas”, contó Vicente Campana, pastelero y profesor en la Universidad Nacional de Entre Ríos. La blasfemia y la gastronomía han ido de la mano hace mucho tiempo.

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Rebecca Treon es periodista de la BBC Mundo y, en un viaje a la Argentina, se cuestionó sobre los nombres de los mejores exponentes de la repostería de nuestro país. Y dejó abierto el interrogante: ¿de dónde proviene la connotación belicosa y la ironía de los nombres “factura”, “vigilante”, “cañones de dulce de leche” y “bombas de crema”. “La primera vez que visité una panadería en Buenos Aires pensé que mis oídos me engañaban”, cuenta la periodista, quien decidió indagar sobre el origen de los singulares nombres de la pastelería nacional.  Y la historia ofrece sus respuestas, que evidencian la relación intrínseca que existe entre las palabras y el contexto sociocultural en el que son empleadas. A finales del 1.800 un sindicato de pasteleros anarquistas usó sus creaciones para hacer propaganda. “Fueron los anarquistas, que eran antigobierno, antipolicía y antiiglesia, quienes les dieron esos nombres para llamar la atención sobre sus tendencias políticas”, contó Vicente Campana, pastelero y profesor en la Universidad Nacional de Entre Ríos. La blasfemia y la gastronomía han ido de la mano hace mucho tiempo.

Medialunas “blasfemas”
Una leyenda cuenta que las medialunas fueron creadas por los austríacos en el siglo XVI para insultar a sus ocupante turcos. Según esta leyenda, los austríacos comían estas medialunas frente a los soldados turcos como forma de blasfemar a sus invasores.  En nuestro país, advierte el informe, adoptaron el término “factura”, que tiene su connotación. La palabra viene del latín “facere”, que significa “hacer”, aunque en español actual factura también significa “recibo”. Es así que el gremio de pasteleros usó la palabra como forma ingeniosa de llamar la atención sobre el valor de su trabajo.

Política y gastronomía
En el siglo XIX Buenos Aires recibió enormes cantidades de inmigrantes europeos, predominantemente de España e Italia, que buscaban una nueva vida. Ellos traían consigo el ideal de una sociedad libre de la autoridad soberana, militar o religiosa, donde todos fueran tratados por igual. A su vez, las escuelas de pensamiento anarquista y comunista se expandían por Europa, con demandas de mayores derechos para los trabajadores. Uno de estos anarquistas era el italiano Errico Malatesta, cuyas acciones antigobierno en su país de origen incluían escribir publicaciones y marchas socialistas. Por su activismo, huyó rumbo a la Argentina. Llegó a Buenos Aires en 1885 y rápidamente se asoció con otros anarquistas europeos, entre ellos su compatriota Ettore Mattei, quien había organizado un sindicato de pasteleros en la ciudad. “Hoy cuando disfruto de algo dulce para acompañar mi café con leche sé que también estoy honrando una lucha por la igualdad”, concluyó la periodista.

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