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Oberto se prepara para subir al Aconcagua, en febrero

El integrante de la Generación Dorada aceptó el desafío junto a otros deportistas que superaron problemas de salud.
Lunes, 20 de noviembre de 2017 19:54

El campeón olímpico de básquet (integrante de la Generación Dorada) Fabricio Oberto, quien aceptó subir los 6.962 metros del Aconcagua junto a deportistas que superaron temas de salud, se entrena en bicicleta en un exigente circuito de mountain bike de cara a la mencionada experiencia que se realizará el 2 de febrero.
“Estoy más nervioso que cuando me tocó tirar libres en la final del Mundial”, reveló Oberto a quien le encantan las nuevas experiencias y disfruta del entrenamiento en bicicleta, pero sabe que no está en su ámbito.
El deportista tiene en claro que trepar, bajar, doblar y acelerar en un circuito exigente de mountain bike no son tareas sencillas cuando uno mide 2m 08cm y pesa 112 kilos, por lo cual primero analizó el descenso y después de recibir consejos, analizar peligros y respirar profundo, se animó a bajarla.
Así vivió el campeón olímpico una hora a pura adrenalina como parte del entrenamiento que realiza para cumplir la misión de subir al Aconcagua con un grupo de deportistas que han superados complejos problemas de salud.
Cuando lo contactaron para ser uno de los 12 deportistas que intentarán escalar los 6.962 metros del Aconcagua no lo dudó y lo hará junto a Santiago Lange (superó un cáncer de pulmón), Silvio Vello (no vidente, capitán de los Murciélagos) y Elisa Forti, una mujer de 82 años que ya cruzó cuatro veces la Cordillera (104 km), dentro de un grupo de 30 personas.
“Me encantó cuando me dijeron. Es como agarrar la hoja de mi vida y tachar ‘montañismo’. Es superar algo más, mis propios límites. Yo subí al Cerro Champaquí en Córdoba (2800m), pero esto será otro nivel, para la cual me estoy preparando a conciencia”, aseguró Oberto, quien jugó seis temporadas NBA (3 equipos, 1 anillo) y seis en España (3 títulos).
Chequeos con la médica de la expedición (Alejandra Hintze) y planes de alimentación con la nutricionista (Pinky Suberbuhler) y de entrenamiento con la PF (Gaby Castillo) son parte de su rutina mensual.
“Hago todo al pie de la letra para eliminar chances de no llegar a la cima y más en mi caso, que tengo una altura que no es ideal para una escalada tan exigente”, explicó y luego dijo: “Con la bici logré las primeras medallas de mi vida. Fue en mi pueblo, Las Varillas: gané dos carreras cuando tenía 7/8 años. Y siempre seguí andando”.
Oberto no sólo ha enfrentado a los mejores basquetbolistas del mundo ya que en el 2007, cuando pasaba su mejor época en la NBA, le diagnosticaron una arritmia cardíaca y aún recuerda el diálogo con el médico quien le informó que debían hacerle “un reseteo del corazón”.
Ante esta situación Oberto consultó qué pasaba si no arrancaba “de nuevo” a lo que le médico le contestó: “Te abrimos y te resucitamos”.
La pesadilla había comenzado cuando en un entrenamiento sintió “literalmente el corazón en la boca”, tras alcanzar los 214 latidos por minuto y los estudios confirmaron el despertar de una enfermedad congénita y la solución recomendada fue realizar una cardioversión, un shock eléctrico que restablece el ritmo cardíaco normal.

 

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El campeón olímpico de básquet (integrante de la Generación Dorada) Fabricio Oberto, quien aceptó subir los 6.962 metros del Aconcagua junto a deportistas que superaron temas de salud, se entrena en bicicleta en un exigente circuito de mountain bike de cara a la mencionada experiencia que se realizará el 2 de febrero.
“Estoy más nervioso que cuando me tocó tirar libres en la final del Mundial”, reveló Oberto a quien le encantan las nuevas experiencias y disfruta del entrenamiento en bicicleta, pero sabe que no está en su ámbito.
El deportista tiene en claro que trepar, bajar, doblar y acelerar en un circuito exigente de mountain bike no son tareas sencillas cuando uno mide 2m 08cm y pesa 112 kilos, por lo cual primero analizó el descenso y después de recibir consejos, analizar peligros y respirar profundo, se animó a bajarla.
Así vivió el campeón olímpico una hora a pura adrenalina como parte del entrenamiento que realiza para cumplir la misión de subir al Aconcagua con un grupo de deportistas que han superados complejos problemas de salud.
Cuando lo contactaron para ser uno de los 12 deportistas que intentarán escalar los 6.962 metros del Aconcagua no lo dudó y lo hará junto a Santiago Lange (superó un cáncer de pulmón), Silvio Vello (no vidente, capitán de los Murciélagos) y Elisa Forti, una mujer de 82 años que ya cruzó cuatro veces la Cordillera (104 km), dentro de un grupo de 30 personas.
“Me encantó cuando me dijeron. Es como agarrar la hoja de mi vida y tachar ‘montañismo’. Es superar algo más, mis propios límites. Yo subí al Cerro Champaquí en Córdoba (2800m), pero esto será otro nivel, para la cual me estoy preparando a conciencia”, aseguró Oberto, quien jugó seis temporadas NBA (3 equipos, 1 anillo) y seis en España (3 títulos).
Chequeos con la médica de la expedición (Alejandra Hintze) y planes de alimentación con la nutricionista (Pinky Suberbuhler) y de entrenamiento con la PF (Gaby Castillo) son parte de su rutina mensual.
“Hago todo al pie de la letra para eliminar chances de no llegar a la cima y más en mi caso, que tengo una altura que no es ideal para una escalada tan exigente”, explicó y luego dijo: “Con la bici logré las primeras medallas de mi vida. Fue en mi pueblo, Las Varillas: gané dos carreras cuando tenía 7/8 años. Y siempre seguí andando”.
Oberto no sólo ha enfrentado a los mejores basquetbolistas del mundo ya que en el 2007, cuando pasaba su mejor época en la NBA, le diagnosticaron una arritmia cardíaca y aún recuerda el diálogo con el médico quien le informó que debían hacerle “un reseteo del corazón”.
Ante esta situación Oberto consultó qué pasaba si no arrancaba “de nuevo” a lo que le médico le contestó: “Te abrimos y te resucitamos”.
La pesadilla había comenzado cuando en un entrenamiento sintió “literalmente el corazón en la boca”, tras alcanzar los 214 latidos por minuto y los estudios confirmaron el despertar de una enfermedad congénita y la solución recomendada fue realizar una cardioversión, un shock eléctrico que restablece el ritmo cardíaco normal.

 

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