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Miguel "Mono" Cejas: Jugó con los mejores y recibió el homenaje y el afecto de la gente

El Concejo Deliberante de Orán efectuó un reconocimiento a la trayectoria social y deportiva de Miguel “Mono” Cejas, uno de los grandes deportistas nacionales
Lunes, 20 de noviembre de 2017 21:24

En la última sesión del Concejo Deliberante de la ciudad de Orán se llevó a cabo un merecido reconocimiento a la trayectoria social y deportiva de Miguel “Mono” Cejas, uno de los grandes futbolistas que dio el departamento y que integró instituciones que competían en el fútbol profesional argentino. En los últimos años el “Mono” estuvo ligado al Campo de Deportes, con una presencia muy activa en la organización de distintos eventos y colaborando de forma permanente con varias instituciones.

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En la última sesión del Concejo Deliberante de la ciudad de Orán se llevó a cabo un merecido reconocimiento a la trayectoria social y deportiva de Miguel “Mono” Cejas, uno de los grandes futbolistas que dio el departamento y que integró instituciones que competían en el fútbol profesional argentino. En los últimos años el “Mono” estuvo ligado al Campo de Deportes, con una presencia muy activa en la organización de distintos eventos y colaborando de forma permanente con varias instituciones.

Oriundo de Hipólito Yrigoyen, único hijo varón de una familia humilde llegó a estar en el podio del Torneo Nacional.
Se retiró del fútbol profesional hace 26 años. Se jacta de haber jugado contra los mejores jugadores argentinos, Consiguió grandes logros en la liga oranense, regional y torneos nacionales. 
Nunca dejó de estar vinculado al deporte, que lo vio crecer desde los 13 años. Hoy, con 61, Miguel “Mono” Cejas continúa siendo para muchos el mejor jugador que tuvo Salta. Entre recuerdos y un presente que lo tiene como organizador de 24 equipos de fútbol infantil cebollitas y coordinador de deportes en escuela para familias del municipio de Orán, pasa sus días compartiendo experiencia e inculcando disciplina deportiva.
Sencillo, discreto, humilde, padre de familia, abuelo de cinco nietos y con el mismo amor al deporte como en aquellos años que lo vieron surgir, el “Mono” habló con El Tribuno.
Hincha de River y Central Norte. Después de haber pasado por los mejores equipos de Jujuy (Huracán de Ledesma, Atlético Ledesma ) y Salta (Juventud, Central Norte y Gimnasia y Tiro), asegura que “ realmente siento que estuve en la vidriera del fútbol salteño, en la época en que los mejores equipos estaban integrados con jugadores destacados de la zona, uno mejor que otro”.
Sin lugar a dudas fue en 1979 cuando como marcador central de Gimnasia y Tiro de Salta clasificaron para el torneo nacional después de 17 años de frustrados intentos, lo que lo llevó a estar en los titulares de diarios y revistas deportivas. Era su momento de gloria. Gran parte de su carrera vio su vida dividida entre la pasión por el fútbol y el amor por la familia que había formado con María Inés Juárez, madre de sus dos hijos, y que quedaron en Orán por razones laborales. “Iba y venía, después de cada partido, para estar con Miguelito y Daniela”, recuerda
Jamás dejó el fútbol: “Es una parte importante de mi vida. Todas las oportunidades que tuve de crecer, conocer y mostrarme como persona fue gracia a este deporte. Hoy el fútbol se convirtió no solo en un medio de vida sino también en una herramienta fundamental para contener y proteger a los chicos que sueñan con ser algún día como Messi”.
Como empleado municipal organiza el torneo Cebollitas y coordina Escuela para Familia.
Convencido de que la suerte juega un papel importante a la hora de llegar. “Estar en el lugar indicado, en el momento justo, eso tiene que ver con la suerte y yo siento que tuve suerte, que entré siempre con el pie derecho”, sostuvo.
Jugó con los mejores de la Argentina; Pasarella, Ramón Díaz, Ruggeri, Galván, Olarticoechea. “Realmente fui un hombre afortunado”, aseguró.
Reconocido por sus habilidades en el campo de juego, en 1982 fue convocado The Strongest de Bolivia; fue ahí donde tomó la decisión más importante de su vida. Continuar con la actividad deportiva o empezar a disfrutar de su familia. La segunda opción sin dudar es lo que hoy lo hace feliz, rodeado del amor de su esposa, sus hijos y nietos, pero sobre todo respetado y reconocido por toda una comunidad que aún tiene vigente al futbolista que llevó en alto el nombre de Orán.
 

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