Un hombre de 60 años afronta un costoso tratamiento para recuperarse de las graves fracturas y heridas que sufrió tras el impacto con una motocicleta conducida por un menor de 13 años.
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Un hombre de 60 años afronta un costoso tratamiento para recuperarse de las graves fracturas y heridas que sufrió tras el impacto con una motocicleta conducida por un menor de 13 años.
"Según varios testigos, el chico venía con otra menor en la moto haciendo "willy', dicen que venían jugando entre los dos y que por eso al bajarla no pudo dominarla y terminó chocando a mi papá", explicó ayer Melisa Cardozo.
Si bien el siniestro ocurrió el pasado 5 de noviembre, Rubén Aldo Cardozo aún permanece en recuperación por las cirugías a las que fue sometido, en las que debieron colocarle aparatos "para que no pierda la pierna, nos dijo el médico", dijo la hija de la víctima.
Ese domingo, alrededor de las 18, Cardozo iba en su motocicleta 110 cc por avenida Gemes casi esquina Formosa. Cuando cruzaba por esa vía un adolescente de 13 años que conducía otra moto 150 cc "lo atropelló desde atrás y la moto le cayó con todo el peso en el tobillo y la pierna, lo que le provocó una fractura de tibia y peroné", relató Melisa Cardozo.
El hombre recibió las primeras atenciones en el hospital de Pichanal, pero a las pocas horas fue derivado al San Vicente de Paúl, en Orán, donde permaneció internado hasta el miércoles siguiente.
"Como veíamos que necesitaba una atención más compleja, los hijos lo llevamos a Salta donde, después de varias gestiones, finalmente lo internaron en el hospital Oñativia y lo operaron. Le tuvieron que colocar un tutor para salvarle la pierna, según el médico", relató la joven.
Hoy don Cardozo se recupera en su casa de Pichanal, pero cada diez días debe viajar a Salta para los controles de la cirugía.
"Han pasado más de dos semanas y el padre del menor ni siquiera se comunicó con nosotros por los gastos que todo esto nos generó; más todavía, varios vecinos nos contaron que el menor sigue manejando la moto y la camioneta del padre", añadió.
Además, la joven se quejó porque "ni ese domingo ni el lunes ni martes siguiente quisieron recibirnos la denuncia en la Policía de Pichanal, no sabemos por qué, ya que las explicaciones no eran claras".
Añadió que "el miércoles me fui a la oficina de la Fiscalía Penal, donde me atendió el secretario de la fiscal, quien llamó a la Policía y los obligó a que nos reciban la denuncia".