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Ramón Núñez: "Quiero finalizar la carrera y en lo posible en una buena ubicación” 

El empresario minero y piloto de avión volverá a competir en el rally Dakar, tras su debut en la competencia pasada. Con 60 años, quiere su revancha y de todo eso habló con El Tribuno.
Miércoles, 22 de noviembre de 2017 22:00

Empresario minero y piloto de avión Ramón Núñez (60 años), este año sorprendió a todos cuando partió desde Asunción en el inicio del Dakar. Si bien tuvo que abandonar antes de llegar a Tucumán (en la etapa 2) por un duro accidente, fue reconocido por la gente cuando socorrió a unos pilotos que estaban atascados en el barro y el video de ese momento se hizo viral. Ahora se prepara para su segunda aventura, el Dakar 2018, nuevamente a bordo de una camioneta Toyota Hilux y sin equipo oficial.
En diálogo con El Tribuno, Núñez contó cómo vivió su experiencia anterior y cómo se prepara para volver a afrontar la carrera más difícil del mundo.
Cumpliste el deseo de correr el Dakar, pero tuviste que abandonar muy rápido, ¿qué sensaciones te quedaron?
Fue una sensación agridulce. Tuve una preparación mecánica, física y hasta psicológica, pero ahora ya estamos preparados para el próximo Dakar. La camioneta está en su etapa final de preparación.
Tenés 60 años y si bien hay otros pilotos de mayor edad (el japonés Yoshimasa Sugawara tiene 76), decís que estás preparado físicamente para la carrera, ¿en qué se basa tu entrenamiento?
Hago natación, caminata y troto las veces que puedo. Tengo exámenes constantemente porque mi actividad lo exige (al ser piloto de avión).
Del Dakar pasado te quedó un sinsabor, pero la gente te recuerda por el gesto solidario, ¿cómo fue esa situación?
Es que yo lo tomo así. No soy un piloto de punta y siempre fui solidario. Para mí es lo primordial, y si veo un accidentado lo ayudo, salvo que el piloto me diga que no hace falta. Ese es el espíritu. Además, no sabés si te puede pasar a vos y otros te van a ayudar.
Como minero me pasó de socorrer a gente que estaba al costado de la ruta. Jamás dejé tirado a nadie.
Y del accidente, ¿qué recordás?
Me llevó puesto un camión por una mala maniobra del conductor. Quedé detrás de los camiones, varios me pasaron muy cerca, pero con la tierra no ves al que viene atrás y nunca hizo sonar la alarma, que es obligatoria en estos casos. Sentí directamente el golpe y el vuelco.
¿Cuál es la atención psicológica que recibís?
Más que nada de mi familia y amigos. Especialmente son mis hijos quienes me motivan a correr el Dakar y esa energía se siente. No me hago tratar por un profesional, y esa fuerza que me da mi círculo íntimo me sienta muy bien.
¿Este Dakar va a ser tu revancha?
Tras no haber podido dar la vuelta este año, seguramente. En lo posible quiero tener una buena ubicación, pero lo importante es finalizar la carrera. Además, ya sé cómo es la competencia y no tengo esa incógnita que tiene alguien que compite por primera vez.
¿Entablaste relación con algunos pilotos?
Nos saludamos con Nasser Al-Attiyah, el príncipe de Qatar, que es una persona muy sencilla. También hice amistad con José Blangino, el cordobés dueño del rastrojero y de hecho vamos a acampar juntos en el Dakar.
¿En qué condiciones está la camioneta?
Muy bien. Este año participé en el Campeonato Argentino de Navegación. Terminé cuarto en Tucumán y San Luis y primero en Fiambalá. Ahora está totalmente renovada.
¿Cómo ves este desafío repleto de dunas y caminos muy complicados?
Perú va a ser un filtro muy grande, por las dunas y por bordear los 4.000 metros de altura. Bolivia también, con el salar, y después en Argentina será muy complicado.
Seguramente la altura será un problema, ¿para vos también?
Por mi trabajo en la minería, no es un problema, pero hay que ver cómo responde la camioneta.
¿Qué cambios hacés en tu próxima participación?
Voy a ir con asistencia propia y llevaré un pequeño motorhome. Después sigue siendo igual y Sergio Casas nuevamente será mi navegante.

 

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Empresario minero y piloto de avión Ramón Núñez (60 años), este año sorprendió a todos cuando partió desde Asunción en el inicio del Dakar. Si bien tuvo que abandonar antes de llegar a Tucumán (en la etapa 2) por un duro accidente, fue reconocido por la gente cuando socorrió a unos pilotos que estaban atascados en el barro y el video de ese momento se hizo viral. Ahora se prepara para su segunda aventura, el Dakar 2018, nuevamente a bordo de una camioneta Toyota Hilux y sin equipo oficial.
En diálogo con El Tribuno, Núñez contó cómo vivió su experiencia anterior y cómo se prepara para volver a afrontar la carrera más difícil del mundo.
Cumpliste el deseo de correr el Dakar, pero tuviste que abandonar muy rápido, ¿qué sensaciones te quedaron?
Fue una sensación agridulce. Tuve una preparación mecánica, física y hasta psicológica, pero ahora ya estamos preparados para el próximo Dakar. La camioneta está en su etapa final de preparación.
Tenés 60 años y si bien hay otros pilotos de mayor edad (el japonés Yoshimasa Sugawara tiene 76), decís que estás preparado físicamente para la carrera, ¿en qué se basa tu entrenamiento?
Hago natación, caminata y troto las veces que puedo. Tengo exámenes constantemente porque mi actividad lo exige (al ser piloto de avión).
Del Dakar pasado te quedó un sinsabor, pero la gente te recuerda por el gesto solidario, ¿cómo fue esa situación?
Es que yo lo tomo así. No soy un piloto de punta y siempre fui solidario. Para mí es lo primordial, y si veo un accidentado lo ayudo, salvo que el piloto me diga que no hace falta. Ese es el espíritu. Además, no sabés si te puede pasar a vos y otros te van a ayudar.
Como minero me pasó de socorrer a gente que estaba al costado de la ruta. Jamás dejé tirado a nadie.
Y del accidente, ¿qué recordás?
Me llevó puesto un camión por una mala maniobra del conductor. Quedé detrás de los camiones, varios me pasaron muy cerca, pero con la tierra no ves al que viene atrás y nunca hizo sonar la alarma, que es obligatoria en estos casos. Sentí directamente el golpe y el vuelco.
¿Cuál es la atención psicológica que recibís?
Más que nada de mi familia y amigos. Especialmente son mis hijos quienes me motivan a correr el Dakar y esa energía se siente. No me hago tratar por un profesional, y esa fuerza que me da mi círculo íntimo me sienta muy bien.
¿Este Dakar va a ser tu revancha?
Tras no haber podido dar la vuelta este año, seguramente. En lo posible quiero tener una buena ubicación, pero lo importante es finalizar la carrera. Además, ya sé cómo es la competencia y no tengo esa incógnita que tiene alguien que compite por primera vez.
¿Entablaste relación con algunos pilotos?
Nos saludamos con Nasser Al-Attiyah, el príncipe de Qatar, que es una persona muy sencilla. También hice amistad con José Blangino, el cordobés dueño del rastrojero y de hecho vamos a acampar juntos en el Dakar.
¿En qué condiciones está la camioneta?
Muy bien. Este año participé en el Campeonato Argentino de Navegación. Terminé cuarto en Tucumán y San Luis y primero en Fiambalá. Ahora está totalmente renovada.
¿Cómo ves este desafío repleto de dunas y caminos muy complicados?
Perú va a ser un filtro muy grande, por las dunas y por bordear los 4.000 metros de altura. Bolivia también, con el salar, y después en Argentina será muy complicado.
Seguramente la altura será un problema, ¿para vos también?
Por mi trabajo en la minería, no es un problema, pero hay que ver cómo responde la camioneta.
¿Qué cambios hacés en tu próxima participación?
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