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Patoteros apedrearon la casa de una abuela

Ocurrió en el barrio Lamadrid, tierra de grupos que se enfrentan siempre.Destrozaron ventanas y un portón. La mujer fue asistida en el hospital.
Sabado, 25 de marzo de 2017 00:00

Una abuela con discapacidad se descompensó luego de que vándalos, miembros de una patota, destrozaran a pedradas el frente de su vivienda, en la calle José Superí 845, del barrio Lamadrid. Rompieron cinco ventanas y un portón.

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Una abuela con discapacidad se descompensó luego de que vándalos, miembros de una patota, destrozaran a pedradas el frente de su vivienda, en la calle José Superí 845, del barrio Lamadrid. Rompieron cinco ventanas y un portón.

La barriada es asediada constantemente por grupos de jóvenes que acostumbran a pelearse en las calles.

Tras el ataque, ocurrido días atrás, Avelina Choque, de 70 años y que tiene problemas para caminar y afecciones cardíacas, concurrió a la comisaría 3 de Tres Cerritos para radicar la denuncia, pero se descompensó y terminó en el hospital. La mujer tiene ahora consigna policial.

"Todo comenzó porque el hijo del presidente del centro vecinal, Walter Ignes, desafió a mi nieto Agustín a pelear, en la calle Pueyrredón y Terán, pero mi nieto se negaba. "Dejá, dejá', le decía. Lo increpó media cuadra hasta que mi nieto no tuvo otra opción que defenderse, le dio un empujón y este chico cayó al piso", relató la mujer.

"Mi nieto vive en Buenos Aires, no conmigo y vino solamente a pasar las vacaciones pero esta gente no tuvo mejor idea que tomar represalias contra mí y destruir mi casa, la que con tanto esfuerzo después de una vida de trabajo mantengo. En 70 años jamás viví algo así", dijo entre lágrimas.

"Eran las 18.20. Yo estaba preocupada, viendo cómo hacía arreglar las cloacas que se trancaron, cuando escuché un impacto en la ventana y alguien que gritaba: "Salí, gato, Agustín, vení'. Yo le contesté: "Escuchame aquí no vive Agustín'; pero me respondió: "¿Ah si? ¿No vive? Sos una vieja c... y te vamos a hacer m... la casa', y siguieron tirando piedras", aseguró.

Tras el violento episodio la mujer fue hasta la comisaría tercera para hacer la denuncia pero se descompensó. Le colocaron oxígeno y la internaron en el hospital Militar. En ese lapso la casa fue atacada por segunda vez. Recibió el alta a la 1 y pudo hacer la denuncia. "Soy cardíaca crónica. Tenía miedo de que volvieran a dañar mi casa y después de recibir el alta volví a mi casa y lamentablemente había sido así", manifestó.

En el baúl

"Nunca me imaginé que detrás de todo eso estaba el presidente del centro vecinal. A las 22.30, él junto a un grupo de un chicos y hasta el abuelo del chico habían vuelto a atacar mi casa. Sacaban piedras del baúl de su auto y las tiraban. Hay testigos", contó.

"Lo peor fue enterarme que estaban armados con cuchillos con los que me cortaron todas las telas mosqueras de las ventanas", señaló.

"En medio de todo esto, recibimos un mensaje que decía que por favor no dejemos que Agustín esté en el barrio porque lo van a hacer boleta. Yo no puedo renegar por mi salud. Me siento remal. Vivo sola. Dios quiera que no me pase nada. Soy operada y tengo cardiodesfibrilador, más marcapasos. Tomo 11 remedios al día. Pido que me paguen los daños causados", finalizó la abuela.

 

 

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