Otra vez los protagonistas de un hecho delictivo son los motochorros, que interceptaron un auto estacionado y aprovecharon para abordarlo. “¡Bajate!”, fue el desesperado grito de una madre para que su hija menor de edad saliera del vehículo (un Citroën C4 de color blanco) y evitase ser secuestrada por los delincuentes.
Los motochorros actuaron a cara descubierta y el robo quedó registrado por una cámara de seguridad instalada por los vecinos de la zona, a raíz del creciente número de robos que tuvieron lugar durante los últimos meses.
La secuencia es dramática, porque un detalle que hubiese alterado la escena podría haber derivado en lo peor. Los ladrones, evidentemente, no advirtieron que la nena estaba en el asiento del acompañante. Van directamente contra la mujer, a los gritos, y ella apenas se demora consciente de la situación de su nena.
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Otra vez los protagonistas de un hecho delictivo son los motochorros, que interceptaron un auto estacionado y aprovecharon para abordarlo. “¡Bajate!”, fue el desesperado grito de una madre para que su hija menor de edad saliera del vehículo (un Citroën C4 de color blanco) y evitase ser secuestrada por los delincuentes.
Los motochorros actuaron a cara descubierta y el robo quedó registrado por una cámara de seguridad instalada por los vecinos de la zona, a raíz del creciente número de robos que tuvieron lugar durante los últimos meses.
La secuencia es dramática, porque un detalle que hubiese alterado la escena podría haber derivado en lo peor. Los ladrones, evidentemente, no advirtieron que la nena estaba en el asiento del acompañante. Van directamente contra la mujer, a los gritos, y ella apenas se demora consciente de la situación de su nena.
El video del robo del auto en Ituzaingó muestra además que esa es la puerta de entrada para un abanico más amplio de delitos. Muestra que 15 segundos bastan para ser víctima de una entradera.
El ladrón toma la puerta del conductor para subirse al mando del vehículo y en ese segundo se ve que la madre le grita a su hija Carlota, de no más de 8 años, que en un gesto de lucidez increíble se saca el cinturón y baja corriendo, evitando que el ladrón se la lleva consigo. No hubiese sido la primera vez. Se dieron un par de casos en los que delincuentes se llevaron vehículos con chicos en su interior.
“Necesitamos que nos ayuden y se ocupen más de nosotros. A plena luz del día, a cara descubierta, no puede ser”, cerró el hombre. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad que los mismos vecinos de la zona se encargaron de instalar, cansados de la inseguridad. Los motochorros, que en todo momento actuaron a cara descubierta, escaparon y todavía permanecen prófugos. A raíz de la repercusión que tuvo el caso, el auto fue abandonado muy cerca de una de las villas del conurbano bonaerense.