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Ricardo Alfonsín: “Hoy el radicalismo es un convidado de piedra en el Gobierno: no tiene derecho a voz ni voto”

Domingo, 16 de julio de 2017 21:43

Ricardo Alfonsín estuvo en Salta brindando su apoyo a la precandidatura de Rubén Emilio “Chato” Correa. Presentaron las listas y dialogaron con la prensa sobre un radicalismo quizás ambiguo, que quiere estar dentro de Cambiemos y que a la vez pretende discutir las políticas en contra de la gente. Se diferencia, pero no saca los pies del plato; por esa disyuntiva giraron los argumentos del ya histórico líder radical. Le pegó duro a Ernesto Sanz y habló sobre la necesidad de recuperar las viejas ideas del centenario partido.

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Ricardo Alfonsín estuvo en Salta brindando su apoyo a la precandidatura de Rubén Emilio “Chato” Correa. Presentaron las listas y dialogaron con la prensa sobre un radicalismo quizás ambiguo, que quiere estar dentro de Cambiemos y que a la vez pretende discutir las políticas en contra de la gente. Se diferencia, pero no saca los pies del plato; por esa disyuntiva giraron los argumentos del ya histórico líder radical. Le pegó duro a Ernesto Sanz y habló sobre la necesidad de recuperar las viejas ideas del centenario partido.


¿Cómo hace el vecino común para entender el mensaje que están dando? Porque ya está vinculado el radicalismo a Cambiemos...
La responsabilidad de la Unión Cívica Radical es tratar de influir en la gestión para que no se tomen decisiones como las que hasta ahora se tomaron y que son equivocadas. Lamentablemente hoy el radicalismo es un convidado de piedra porque no tiene derecho a voz ni voto. Como si porque no ganó en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) 2015 no tendríamos derecho a influir en las decisiones del Gobierno. 

Pero hay radicales dentro del Gobierno nacional. ¿Acaso ellos no tienen poder de decisión en las políticas tomadas?
El partido no tiene chances de influir en las decisiones. La conducción nacional ha renunciado a esas posibilidades. Nosotros debemos comenzar a influir desde nuestra propia identidad. No debemos quedar bien diciendo que todas las decisiones son correctas. No debemos pensar que al decir lo contrario podríamos hacer peligrar una candidatura a futuro. Lo que se trata es de ayudar a la gente. Si nosotros hubiésemos comprendido que esa era nuestra principal responsabilidad, lo primero que tendríamos que haber hecho es un acuerdo programático para desarrollar mecanismos dentro de Cambiemos que permitan que cada una de sus fuerzas, antes de realizar algunas acción, puedan escucharse sus voces. Si la UCR o las fuerzas que integran Cambiemos hubiesen actuado de esa forma, varias acciones que perjudicaron a la gente no se hubieran tomado.

¿Cuál es estado de situación del radicalismo en Salta y en el interior del país?
El radicalismo en el país está con dificultades desde 2001, cuando se escribían en los diarios que desaparecíamos. En la primera elección presidencial sacamos el 2%, en la segunda presidencial fuimos sin candidato propio. Me acuerdo que los medios decían que se cumplía el vaticinio de la extinción. Sin embargo en el 2011, cuando al oficialismo le iba muy bien, fuimos con candidato propio y sacamos 2 millones 700 mil votos. En las últimas elecciones, en las PASO, perdimos mucho ese caudal de votos, pero en el fondo el proceso de recuperación del partido está intacto. La sociedad quiere que la UCR vuelva a ser lo que perdimos. Ahora las propuestas que tenía el candidato del 2015 fueron muy distintas a las del candidato de 2011. Eran muy diferentes las propuestas en cuanto a cómo se debían resolver los problemas en los que nos metió el Frente para la Victoria. La diferencia en los votos no era porque yo fuera más lindo o más feo que Sanz, sino, precisamente, en la propuesta. En donde yo mantuve una posición más popular, más vinculada a lo nacional. En 2015 se planteó una posición, que para no disentir con el PRO, fue bastante indefinida.

¿Cuáles serán las propuestas entonces para las próximas elecciones?
Nosotros necesitamos políticas de inversión activas, fiscales y crediticias. Con estas tasas de interés es difícil que la inversión productiva le pueda ganar a la rentabilidad financiera. Con esas condiciones no creemos que se generen puestos de trabajo ni que el Estado recaude más. Creo que tenemos que tener mucho cuidado con la denominada apertura de la economía porque tenemos que cuidar a nuestros productores. Tenemos que parar la inflación porque afecta mucho a la competitividad y la rentabilidad de la economías regionales. Hay que tomar una serie de decisiones importantes que para mí pasan por un acuerdo entre la política, el capital y el trabajo. Se puede incluir a la Iglesia, quizá como fuerza inspiradora de las fuerzas políticas. Esto es para incluir la mayor cantidad de fuerzas para resolver los problemas ciudadanos.

Todos hablan de un shock que se viene para octubre. ¿Cuál será el rol de la UCR?
Me preocupa mucho. Sobre todo escuchar a especialistas, economistas, politólogos, periodistas y columnistas a favor de la flexibilización laboral. Me preocupa que estén pensando otra vez en la privatización del sistema de seguridad social. No lo dicen pero hay muchas presiones. Para evitar eso está la UCR si es que está dispuesta a ponerse los pantalones largos.

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