Fue un paso grande para la integración con el interior de la provincia. Y no lo dudaron. Las chicas de hockey de Gimnasia y Tiro, junto al técnico Ariel Sarapura, proyectaron, se esforzaron y ejecutaron la primera experiencia piloto de integración con el hockey anteño, el “puntapié inicial” para un proyecto extensivo.
Las categorías primera, intermedia y quinta del albo participaron hace una semana de una jornada integradora junto a la Escuela Municipal de Hockey de El Galpón, conducida por el profesor Rodrigo Verón, y el resultado fue sorprendente.
Así lo resaltaron Sarapura y la jugadora Martina Hamann, quienes señalaron la importancia de estas movidas, que develan una marcada diferencia estructural y profesional en los clubes del interior con respecto a los capitalinos, más beneficiados por el apoyo empresarial, gubernamental y a nivel competitivo.
Con los planteles albos también viajó un kinesiólogo, como así también el preparador físico y el ayudante de campo, que se convirtieron en piezas fundamentales en la experiencia solidaria.
Lo cierto es que la escuela galponense cuenta con un centenar de alumnas que practican en una cancha con marcadas irregularidades y solo compiten en algunas ocasiones con representantes de Joaquín V. González y Metán.
Además está considerada más como una escuela de integración que profesional, a raíz de la falta de infraestructura y la escasa competición. Pero aún así ponen tanto esfuerzo como lo hace su profesor que trabaja en forma gratuita.
Desde los trabajos recreativos, de destreza, donde las albitas enseñaron técnicas nuevas y corrigieron algunas otras, el intercambio de experiencias fue de alta calidad. De todos modos, el primer equipo local demostró que fue “profeta en su tierra”, y no se dejó arrebatar un triunfo digno.
“A nosotros nos sirvió mucho esta jornada. Las chicas conocieron una realidad muy diferente que vive el interior, que juegan con palos de PVC rotos del programa “Hockey para todos”, que carecen de comodidades y competición que las podrían hacer mucho más profesionales”, señaló Sarapura.
Por su parte, Hamann insistió que esta es la primer puerta que se abre a la integración, ya que comenzaron a planificar una nueva movida antes de fin de año y comenzaron a gestionar que algún equipo del interior reciba la ayuda para visitar más frecuentemente la capital.
“Fue una experiencia piloto muy buena, que nos da fuerza para hacer otra. Llevamos algunos implementos, como así también regalos para sortear, pero la experiencia vivida nos terminó engrandeciendo como personas y nos da fuerza para volver a hacerlo y contagiar lo vivido”, reconoció la jugadora.
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Fue un paso grande para la integración con el interior de la provincia. Y no lo dudaron. Las chicas de hockey de Gimnasia y Tiro, junto al técnico Ariel Sarapura, proyectaron, se esforzaron y ejecutaron la primera experiencia piloto de integración con el hockey anteño, el “puntapié inicial” para un proyecto extensivo.
Las categorías primera, intermedia y quinta del albo participaron hace una semana de una jornada integradora junto a la Escuela Municipal de Hockey de El Galpón, conducida por el profesor Rodrigo Verón, y el resultado fue sorprendente.
Así lo resaltaron Sarapura y la jugadora Martina Hamann, quienes señalaron la importancia de estas movidas, que develan una marcada diferencia estructural y profesional en los clubes del interior con respecto a los capitalinos, más beneficiados por el apoyo empresarial, gubernamental y a nivel competitivo.
Con los planteles albos también viajó un kinesiólogo, como así también el preparador físico y el ayudante de campo, que se convirtieron en piezas fundamentales en la experiencia solidaria.
Lo cierto es que la escuela galponense cuenta con un centenar de alumnas que practican en una cancha con marcadas irregularidades y solo compiten en algunas ocasiones con representantes de Joaquín V. González y Metán.
Además está considerada más como una escuela de integración que profesional, a raíz de la falta de infraestructura y la escasa competición. Pero aún así ponen tanto esfuerzo como lo hace su profesor que trabaja en forma gratuita.
Desde los trabajos recreativos, de destreza, donde las albitas enseñaron técnicas nuevas y corrigieron algunas otras, el intercambio de experiencias fue de alta calidad. De todos modos, el primer equipo local demostró que fue “profeta en su tierra”, y no se dejó arrebatar un triunfo digno.
“A nosotros nos sirvió mucho esta jornada. Las chicas conocieron una realidad muy diferente que vive el interior, que juegan con palos de PVC rotos del programa “Hockey para todos”, que carecen de comodidades y competición que las podrían hacer mucho más profesionales”, señaló Sarapura.
Por su parte, Hamann insistió que esta es la primer puerta que se abre a la integración, ya que comenzaron a planificar una nueva movida antes de fin de año y comenzaron a gestionar que algún equipo del interior reciba la ayuda para visitar más frecuentemente la capital.
“Fue una experiencia piloto muy buena, que nos da fuerza para hacer otra. Llevamos algunos implementos, como así también regalos para sortear, pero la experiencia vivida nos terminó engrandeciendo como personas y nos da fuerza para volver a hacerlo y contagiar lo vivido”, reconoció la jugadora.