Pasadas las 17, la temperatura en la ciudad descendió hasta ubicarse en los 13 grados, el viento empezó a soplar y algunas gotas empeoraban aún mas el tiempo.
Muchas personas que habían llegado hasta la plaza 9 de Julio para participar de la procesión decidieron hacer una parada en la plaza Belgrano, donde a los puestos de distintas instituciones y organizaciones sociales se sumaron puestos de comida rápida. Así, mientras en algunos locales se ofrecía tortas, masas secas y otras tradicionales, en algunos puestos se podía ver cómo se despachaban los platos con empanadas, pizzetas, panchos y hasta brochettes de pollo.
Pero lo que ocurría en plaza Belgrano no fue una situación particular sino que se multiplicaba en las peatonales Alberdi, La Florida, y la calle Buenos Aires hasta la avenida San Martín. Mientras, en las peatonales y la calle Buenos Aires se multiplicaban los carritos de pochoclos, azúcares y empanadas, sobre la avenida San Martín los puesto de choripán y panchos colmaron las veredas. Tanto es así que muchos de los carritos se vieron obligados a colocarse sobre la calle, lo que produjo un corte en el tránsito. La zona más afectada fue entre la Buenos Aires y Córdoba sobre la avenida San Martín, donde los efectivos de la Dirección de Tránsito se hicieron presentes para tratar de resolver los cortes que se producían debido a la presencia de los carros de comida.
Hasta pasadas las 20 la zona ya marcada se volvió una marea de creyentes y peregrinos que buscaban comer algo antes de retornar a sus hogares.
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Pasadas las 17, la temperatura en la ciudad descendió hasta ubicarse en los 13 grados, el viento empezó a soplar y algunas gotas empeoraban aún mas el tiempo.
Muchas personas que habían llegado hasta la plaza 9 de Julio para participar de la procesión decidieron hacer una parada en la plaza Belgrano, donde a los puestos de distintas instituciones y organizaciones sociales se sumaron puestos de comida rápida. Así, mientras en algunos locales se ofrecía tortas, masas secas y otras tradicionales, en algunos puestos se podía ver cómo se despachaban los platos con empanadas, pizzetas, panchos y hasta brochettes de pollo.
Pero lo que ocurría en plaza Belgrano no fue una situación particular sino que se multiplicaba en las peatonales Alberdi, La Florida, y la calle Buenos Aires hasta la avenida San Martín. Mientras, en las peatonales y la calle Buenos Aires se multiplicaban los carritos de pochoclos, azúcares y empanadas, sobre la avenida San Martín los puesto de choripán y panchos colmaron las veredas. Tanto es así que muchos de los carritos se vieron obligados a colocarse sobre la calle, lo que produjo un corte en el tránsito. La zona más afectada fue entre la Buenos Aires y Córdoba sobre la avenida San Martín, donde los efectivos de la Dirección de Tránsito se hicieron presentes para tratar de resolver los cortes que se producían debido a la presencia de los carros de comida.
Hasta pasadas las 20 la zona ya marcada se volvió una marea de creyentes y peregrinos que buscaban comer algo antes de retornar a sus hogares.
Locales abiertos
Por otro lado, en la zona de las peatonales, los locales de venta de comida rápida y otros de presentes y artesanías no dudaron a mantener sus puertas abiertas. “Estuvimos atendiendo todo el día. La zona está llena de turistas que llegaron para el Milagro y todos se llevan un presente, ya sea un imán, un llavero o una caja de alfajores regionales”, expresó Claudia que tiene su local de artesanías sobre Zuviría, frente a la plaza.
Sobre la peatonal Alberdi un local de comidas rápidas se vio sobrepasado por la cantidad de gente, por lo que ante la falta de mesas los clientes comían en las veredas de la plazoleta IV Siglos.
La situación se repetía a lo largo de las dos peatonales, donde los locales de papuchas, pizzas ligeras y panchos vendieron todo lo que tenían en los mostradores.
Igual suerte tuvieron los carritos de pochoclos, garrapiñadas y azúcares, que sumaron a toda la familia a los puestos de venta para no perder ningún cliente.