Consultada por El Tribuno la licenciada en Psicología Vanesa Manzewitsch (M. P. 574) señaló que los miedos y la ansiedad de los padres cuando los hijos parten de vacaciones con los ex son normales y hasta esperables, sobre todo en el padre que convive con el niño.
"Esto es así porque naturalmente la función de los padres es la de proteger y suele suceder que en el imaginario de todos está el hecho de que nadie puede cuidar a nuestros hijos como nosotros mismos, cosa que nos impide ver que nuestra expareja es tan padre del niño como nosotros y a esto se le suma el hecho natural de extrañar y querer estar cerca de nuestros hijos. En este punto es muy importante poder dejar de lado nuestro ego y ver más allá de nuestras necesidades", expresó la Lic. Manzewitsch. Luego definió que las vacaciones de los hijos de padres separados deberían entenderse como un periodo de enriquecimiento y crecimiento personal para el menor y de mayor contacto con el padre o la madre con el que no convive. Pero muchas veces, los progenitores -y como resabios de una separación conflictiva- privilegian la rivalidad, el rencor y la retaliación por sobre el cuidado y la tranquilidad de los hijos.
"Por esto es necesario que la comunicación en los temas de los hijos sea clara, breve, concreta y concisa, centrándola en las necesidades de los niños y dejando las necesidades de los padres -como el deseo de venganza o de ejercer poder sobre el otro-. Así se ahorra sufrimiento en todos los miembros y se puede disfrutar más el tiempo que no se está con los hijos y aquel que se comparte con ellos", explicitó la Lic. Manzewitsch. Como los derechos a saber de los hijos y a tomar decisiones respecto de ellos pertenecen a ambos padres, la profesional apuntó a la buena comunicación. "Si bien no existen fórmulas, ya que cada ser, cada relación y cada familia son particulares, hay ciertas pautas que podemos poner en práctica cuando la comunicación no se da de manera natural, como, por ejemplo, establecer ambos que la prioridad es el bienestar de los hijos y buscar un lugar neutral para dialogar", destacó. Así, aconsejó convenir un tiempo específico para dialogar. Evitar, por ejemplo, mantener conversaciones cuando se busca o deja a los niños. Asimismo convenir que el tema que se tratará son los hijos, sin dejar que se mezclen cuestiones de pareja. De ser preciso debe reservarse otro momento y ámbito para abordar estos otros problemas.
La conversación debe ser lo más objetiva posible, evitando juicios de valor, agresiones e interrupciones. "Es muy importante escuchar para entender y no para contestar. Ser asertivo, esto es, ser claro y hablar en base a certezas", dijo. Por último, de acuerdo con la edad de los hijos y los temas a tratar se puede darles participación, poniendo especial atención en escucharlos.
Disfrutar sin sentir que dejan a uno de los padres
Los progenitores deben enseñarles a pasarla bien aun estando lejos de ellos. Según la Lic. Manzewitsch, las vacaciones de los niños pueden ser un momento de relax y ocio para el padre que se queda y de disfrute y aprendizaje para el niño y el padre de vacaciones o convertirse en una batalla en la que el que más pierde es el chico. Este último escenario se puede evitar si se establecen algunas pautas antes del descanso. Lo primero es respetar que ambos tienen la obligación y el derecho de pasar tiempo de calidad con los hijos y estos de disfrutar con ambos padres. Los niños deben naturalizar el compartir tiempo con los dos padres y para lograrlo es indispensable que los adultos los incentiven a esto con el convencimiento de que es lo mejor y les enseñen a divertirse lejos de ellos sin sentirse culpables porque los están "abandonando". Por último se deben consensuar pautas de alimentación, horarios, actividades y cuidados médicos. También la frecuencia de las llamadas. Lo conveniente es que se den una vez por día para darles el tiempo y el espacio para disfrutar, y reservar al niño la posibilidad de se comunique con su otro padre cuando desee hacerlo.
Para el padre que se queda
Debe respetar tanto el espacio como el tiempo de los hijos.
También respetar las pautas establecidas con el ex cónyuge.
No atosigar a los niños antes, durante o después de las vacaciones. Los niños están al cuidado de su padre/madre, quien los ama y velará por su bienestar como usted mismo.
Aprovechar el tiempo para usted. Hacer todas esas actividades y trámites pendientes.
Para el padre que se va
Respetar siempre los tiempos de los niños.
No delegar la responsabilidad de su cuidado en terceros como abuelos, parejas, etcétera.
Aprovechar el momento para pasar tiempo de calidad con los hijos y disfrutarlo a pleno, ya que se trata de jornadas completas y no solo de fines de semana.
Buscar actividades que sean del gusto e integren a todos los presentes como la nueva pareja, los hijos de la nueva pareja, etcétera.

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