El futuro en juego: uno de cada cinco jóvenes no trabaja ni estudia
2 DE Octubre 2014 - 00:45
Son aquellos chicos que tienen entre 16 y 24 años que no hacen nada.Este sector representa un 18,19% de la población. Su avance sostenido es preocupante.
Catalina Felipe tiene 20 años y hace unos meses decidió irse a vivir a Córdoba para buscar otros rumbos. El año pasado estudiaba Recursos Naturales en la UNSa, pero abandonó porque se dio cuenta que no le gustaba. "No era lo que quería para mi vida, aparte era muy difícil. El año que viene voy a estudiar Organización de Eventos", agregó. Pero a esta joven también se le complica la inserción laboral. "Ahora estoy buscando trabajo pero no consigo nada, está bastante difícil. Quiero trabajar para ocupar mi tiempo y poder ahorrar", dijo.
En la provincia existen muchos casos parecidos a los de Catalina. Son muchos los jóvenes que tienen entre 16 y 24 años que ni estudian ni trabajan. Según un informe presentado por Fundara uno de cada cinco chicos no realiza ninguna de las dos actividades.
"En Salta, actualmente, hay 115.785 jóvenes de entre 15 y 24 años, de los cuales 21.059 chicos no estudian ni trabajan, lo que representa un 18,19% de la población", expone el informe. Son los "Ni Ni".
El informe detalla que dentro de la población hasta los 24 años que sí está empleada, es muy alta la incidencia del trabajo informal.
"De los ocupados en esta franja, solo un 13,79% registra aportes, lo que implica que el empleo en negro en esta franja etárea llega al 86,21%".
Mientras que, en el ámbito de la educación, las cifras no son para nada alentadoras. Según datos provenientes de la Dirección General de Estadísticas de la Provincia, en su última actualización, el 11,01% de los jóvenes inscriptos en los niveles medio y polimodal repiten cada año. "A su vez, uno de cada cuatro jóvenes entre 20 y 24 años no terminaron el secundario. Con estos indicadores, solamente seis de cada 1000 jóvenes hasta los 24 tienen título universitario", precisa el informe de Fundara.
Para el economista y director de NOAnomics, Félix Piacentini, los "Ni Ni" en el sector económico implica que una porción de jóvenes que están edad de trabajar o estudiar no hacen ninguna de las dos cosas, permaneciendo fuera de la PEA (Población Económicamente Activa) ahora y en el futuro, con lo que se pierde fuerza laboral productiva por un lado e implica un gasto adicional, ya sea por programas tendientes a otorgarles diferentes ayudas económicas, por el "lucro cesante" de su inactividad o por la pérdida de aportes a la seguridad social. "Ya en el plano social la porción de Ni Ni de menores ingresos representa además una bomba de tiempo en el sentido de que son jóvenes que pueden caer muy fácilmente en la delincuencia y/o droga si no son incorporados al mercado laboral o al ámbito estudiantil", agregó Félix Piacentini. Según aclaró el economista, no hay una edad ideal para la inserción en el mercado laboral. "Un joven no calificado no puede darse el lujo de ser inactivo y debe tratar de insertarse lo antes posible, mientras que los que son miembros de familias con mayores recursos tienen la posibilidad de retrasar el ingreso a la fuerza laboral para estudiar y lograr mayores ingresos", comentó.
Pero para Piacentini, el problema está en los altos índices de desempleo que padecen los jóvenes. "De todas formas un problema en Argentina y el mundo es que la tasa de desempleo de los jóvenes es del doble que el promedio, por eso hay mayor riesgo de 'efecto desaliento' y retiro de la PEA. De ahí la importancia de los programas de pasantías y otros que facilitan el primer empleo", comentó el economista.
"Es un problema para las empresas no tener mano de obra calificada. Ya hay déficit de determinadas calificaciones técnicas, sobre todo para la industria y el tema de los Ni Ni tampoco ayuda en ese sentido", expuso.
Para el salteño Javier Estrada esta situación es por culpa de la política que llevan adelante el Gobierno nacional y provincial. "No estoy de acuerdo con nada de lo que ellos plantean. Tenemos que darles más herramientas a los jóvenes y guiarlos. Además los padres tendrían que ser ejemplos de esos chicos. Yo tengo 62 años y me levanto a las 6 de la mañana para irme a ganar el pan".
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