"La vida te da sorpresas...sorpresas te da la vida...".Nos dice Rubén Blades, en su canción "Pedro Navaja" en ritmo de salsa que seguramente para Leopoldo Ángel Carrazana tiene una doble significación.
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"La vida te da sorpresas...sorpresas te da la vida...".Nos dice Rubén Blades, en su canción "Pedro Navaja" en ritmo de salsa que seguramente para Leopoldo Ángel Carrazana tiene una doble significación.
Leo tal como le gusta que lo llamen es no solo ejemplo de lo que se puede lograr cuando los sueños, la dedicación, el no bajar los brazos y pelearle cada día a la adversidad es más fuerte que cualquier escollo.
La historia comenzó a escribirse en el barrio de Chijra allá por 1974 con el nacimiento del protagonista de esta historia cargada de diferentes matices en la casa de Eustaquia Flores y Florencio Carrazana quienes festejaron alborozados la llegada de este niño que tenía espíritu aventurero y sangre de luchador.
Carrazana concurrió a la escuela primaria "RIM 20" de su querido y recordado barrio para posteriormente cursar estudios secundarios en el Bachillerato 21 de Mariano Moreno, pero mucho antes de eso, a los 10, salió a enfrentar la calle acompañado de un cajoncito que contenía cepillos, tinta, pomada y unos trapos a lustrar zapatos.
CUSTODIADO POR LAS HIJAS | LEO Y YUBELKIS Y LOS DOS VARONES.
A los 11 y con la finalidad de no abandonar sus estudios comienza a vender diarios actividad que lo acompañó por varios años. Recuerda que le "gustaba ir a Ciudad de Nieva, me gustaban las casas y la gente, siempre me trataron muy bien y vendía mucho".
A los 17 años con más sueños e ilusiones que equipaje viaja a Buenos Aires "yo les decía a mis primos me voy a buscar fortuna y nadie me creía pero yo emprendí el viaje y allí mi primer trabajo fue en una pizzería y como era menor estaba en negro".
"Soy clase 74 así que al año siguiente me tocó la ´colimba´ y me mandaron a Junín en la provincia de Buenos Aires pero por el exceso de soldados me firmaron la libreta y me mandaron de regreso a casa, de hecho volví a la pizzería pero al poco tiempo ingresé a trabajar en Manliba, como recolector", recuerda Leopoldo Carrazana.
COMIDA DOMINICANA | EN LA CASA DE LA MAMÁ DE LEOPOLDO EN SANTA RITA.
Con un tono especial de voz y picardía en su mirada nos comenta "ganaba muy bien en esa época, vivía en un hotel de San Telmo y conocí a mucha gente", aclarando que a los 21 saqué licencia para conducir un taxi y posteriormente para colectivo. "Es así como comienzo a trabajar en la Línea 84 de la empresa General Tomás Guido que cubría el trayecto entre Constitución y Villa del Parque".
Una nueva vida
LEOPOLDO CARRAZANA | POSA AL LADO DE UNO DE LOS EQUIPOS QUE MANEJA.
Carrazana manifiesta que "el 5 de febrero del 2001 parto rumbo a Nueva York sin saber una sola palabra en inglés. Lo peor que en el secundario yo había estudiado francés, allí fui recibido por el familiar de una amiga y a las dos semana me mudé a Nueva Jersey. Como era inmigrante tuve que comprar papeles falsos para comenzar a trabajar manejando una combi donde también ganaba muy buen dinero, hasta que pude regularizar mi situación casándome con una colombiana con residencia y ahí conseguí trabajo como camionero y recorrí todo el país".
Ya separado de su primer esposa, expresa que se dedicó a su trabajo y a viajar y en el año 2011 en un viaje de placer encontró el gran amor de su vida, una dominicana que lo flechó en una bailanta en la ciudad de Santiago de Caballero en República Dominicana quien bailaba salsa, merengue y bachatas "como una diosa", afirma muy enamorado.
MANHATTAN | A LOS PIES DEL “JUJEÑO SOÑADOR”
Con Yubelkis Sánchez llegaron sus dos hijas del corazón Leilani Michelle de 16 y Allyha de 15 pero la vida los premió con la llegada de los varones Dyllan de 10 y Liam de 6 y de esa manera Carrazana pudo cumplir su sueño. Para finalizar aclara que este año comprarán la vivienda y su mayor orgullo viajar a Jujuy para abrazar a sus padres.