El cumpleaños es una fecha que suele despertar nostalgia y más aún si el lugar de nacimiento y crianza se encuentra a miles de kilómetros de distancia. María Fernanda Choque recibió el jueves pasado los 32 años en la ciudad portuguesa de Oporto donde afortunadamente conoció personas que le hacen sentir que su corazón también está aferrado allí, aunque hace poco más de un año haya emigrado desde Jujuy.
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El cumpleaños es una fecha que suele despertar nostalgia y más aún si el lugar de nacimiento y crianza se encuentra a miles de kilómetros de distancia. María Fernanda Choque recibió el jueves pasado los 32 años en la ciudad portuguesa de Oporto donde afortunadamente conoció personas que le hacen sentir que su corazón también está aferrado allí, aunque hace poco más de un año haya emigrado desde Jujuy.
"Mi presente es que me siento más estable y que estoy contenta. Sigo en un proceso de crecimiento", destacó la joven jujeña que estudió en el Colegio Lasalle del barrio Malvinas e incursionó en el Profesorado de Educación Física en Monterrico hasta que optó por el trabajo en el comercio.
Luego de 9 años en una misma empresa sintió que estaba estancada y que le era difícil crecer. "Comencé la búsqueda de un país para emigrar, con el riesgo de saber si iba a ser para crecer o no, pero fue una aventura que salió muy bien", confesó a El Tribuno de Jujuy. Tomó la decisión en un mes, vendió todas sus cosas, se compró el pasaje y partió del aeropuerto "Horacio Guzmán" el 24 de febrero de 2023.
Oporto es una ciudad antigua con muchos edificios con fachadas históricas, está cerca del océano Atlántico y rodeada por el río Duero. "Es una de las más elegidos por los que emigramos, hay muchas personas de Latinoamérica. Es bastante húmeda, hay mucho verde, por el río y el mar", comentó en una tarde lluviosa, fría e inestable donde los brotes empiezan a presagiar la primavera que "no es tan linda como la de Jujuy pero sí empiezan a florecer los arbolitos".
El idioma fue uno de los temores de "Fer", pero al mes de preparación previa con una profesora de Ciudad de Nieva suma el aprendizaje diario sobre todo de la fonética al escucharlo. Elogió asimismo la predisposición de los portugueses para lograr que se puedan entender.
Al poco tiempo de llegar se insertó en una empresa que hace cuidados domiciliarios y así conoció a la familia con la que está trabajando para acompañar a una pareja de abuelos durante las noches. "Son muy buenos conmigo, son como una familia para mí", expresó la joven.
Y como extras, durante el día desarrolló otras labores como nail art (belleza de uñas), servicio de limpieza y compra y venta de inmuebles. A partir de su experiencia considera que hay muchas oportunidades de trabajo, sobre todo en la temporada alta de verano.
En este año, de la valija de ropa y un cuarto compartido con que inició, ya pudo alquilar un departamento con más espacio, tener un autito y darse algunos gustos como salir a pasear, comer afuera o compartir momentos de diversión "que llenan el alma también".
A los amigos latinos, argentinos y jujeños sumó el amor de Fabio con quien se puso de novia y pudo conocer más de los bellos paisajes, la comida y costumbres portuguesas.
En este camino de crecimiento, agradeció y saludó a su familia, a los amigos y "a los que siempre están y acompañan" para brindar calma y poder seguir los sueños.