1 de Mayo de 1886, los Mártires de Chicago, gesta heroica de los trabajadores en lucha por derechos legados a los trabajadores del mundo. Hoy es un día para honrar la pertenencia a esa clase trabajadora que supo estar a la altura de la historia y a pesar del costo que implicaba seguir por el camino trazado.
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1 de Mayo de 1886, los Mártires de Chicago, gesta heroica de los trabajadores en lucha por derechos legados a los trabajadores del mundo. Hoy es un día para honrar la pertenencia a esa clase trabajadora que supo estar a la altura de la historia y a pesar del costo que implicaba seguir por el camino trazado.
Hoy en nuestro país, nos encontramos una vez más ante una crisis que tiene ribetes cíclicos, siempre de la mano de gobiernos liberales, neoliberales, de derecha, que en los últimos años fueron elegidos por voto popular, en elecciones democráticas libres y en otros momentos ejercidos por dictaduras con el aval de las armas, las sotanas y los empresarios dispuestos a cambiar un modelo de país por otro de coloniaje y dependencia.
El devenir nos trajo a este momento del país donde de la mano de un gobierno cuasi dictatorial, de sesgo incomprensible, la crisis nuevamente recae sobre las espaldas del trabajador, con aumentos excesivos de precios en bienes de consumo masivo, con altas tarifas en servicios, con desfinanciación de la salud y la educación pública, con traslado de costo al usuario de transporte, parálisis de la obra pública y sobre todo la depreciación del salario, tomando una vez más al trabajador como variable de ajuste del sistema.
Esto sumado a la parálisis y cierre de la industria, de los comercios y la recesión que conlleva la falta de recursos económicos para el consumo de bienes. Lo cual también acarrea desempleo, subempleo y un franco deterioro en la vida familiar, todo un combo que soporta el trabajador.
Ante esta coyuntura, es siempre el pueblo trabajador, el movimiento obrero, organizado o no, el que desde sus bases da respuesta a la crisis y planta sus reales en defensa de los derechos legítimamente adquiridos, por la vía de la petición, cuando no de la lucha y hasta la pérdida de vidas en ello.
Y ante esta disyuntiva el pueblo trabajador vuelve a dar la cara, vuelve a imponer su presencia en la calle, sin banderías políticas, sin caciquejos que puedan arrogarse jefatura alguna, el pueblo que ante la crisis dice basta, y como antes obreros y estudiantes, todos juntos en defensa de la Patria, sin escatimar esfuerzos, a favor de todos.
La crisis económica golpea a todos en mayor o menor medida, los trabajadores saben que están ante un momento histórico, uno más, y que solamente el movimiento obrero podrá torcer el rumbo, habrá que ver (y es motivo de otro análisis) si los "dirigentes" del quehacer gremial y político están a la altura de las circunstancia o será "con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes", como enseñara el General Perón.
Una nueva conmemoración de los Mártires de Chicago, el Día del Trabajador, nos convoca, ojalá que sea un punto de partida para que todos a una voz digamos íViva la Patria! Y sepamos trabajar en consecuencia para su engrandecimiento y el bienestar de todo el Pueblo Argentino.