Vecinos del barrio San Francisco de Alava reclamaron por mayor seguridad y más presencia policial en una plaza de ese barrio, donde desde hace meses atrás que distintos grupos de menores y jóvenes protagonizan peleas en las que se arrojan piedras, poniendo en peligro a niños y vecinos que juegan y transitan por ese lugar.
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Vecinos del barrio San Francisco de Alava reclamaron por mayor seguridad y más presencia policial en una plaza de ese barrio, donde desde hace meses atrás que distintos grupos de menores y jóvenes protagonizan peleas en las que se arrojan piedras, poniendo en peligro a niños y vecinos que juegan y transitan por ese lugar.
Los hechos se vienen sucediendo desde hace tiempo y por esta razón es que los vecinos de ese sector, cansados de vivir con "el Jesús en la boca", decidieron hacer público éstos hechos que los mantienen en vilo y casi como prisioneros en sus propias viviendas.
Por esa razón un grupo de vecinos llegó a nuestro matutino y expresó: "nosotros aguantamos hasta ahora que estos jóvenes hagan lo que quieran. Pero la situación cada vez se torna más peligrosa, sobre todo cuando llega el anochecer, porque los muchachos toman la plaza, se apedrean sin importarles que haya niños jugando".
Sumado a este testimonio, hay que decir que ya son varias las viviendas que debido a estos enfrentamientos sufrieron la rotura de los vidrios de las ventanas, como también los vehículos estacionados en las calles adyacentes a esa plaza, ubicada entre calles Pirquitas, Escaya y Joaquín V.González.
Por su parte, una madre del sector expresó indignada a El Tribuno de Jujuy: "mis hijos, como los hijos de todos los vecinos de este sector, jugaban a diario en esa plaza. Pero debido a estas peleas y agresiones no podemos dejarlos porque si lo hacemos tenemos que estar pendientes y con temor a que les pase algo".
Como si fuera poco, los residentes de ese sector también apuntaron contra la escasa y casi nula seguridad policial que existe allí.
En este sentido señalaron que "cuando se producen estos enfrentamientos, muchas veces, llamamos a la Policía, pero nunca llegan al instante, siempre tardan, y por eso cuando ellos llegan, los patoteros ya no están".
Al respecto otro vecino del lugar indicó: "entendemos que por ahí la Policía no tiene mucho personal o no tienen combustible para salir, pero también ellos y los gobernantes tienen que entender que nosotros no queremos esperar que ocurra una desgracia para denunciar lo que ocurre aquí".
Ante esto los vecinos aseguraron que ya intentaron dialogar con éstos menores, pero "no nos llevan el apunte y lo único que ganamos es que nos tengan más bronca y se la agarren con nosotros".
Otra situación que alarma al vecindario es el tránsito continuo y peligroso de motocicletas por la misma plaza, a toda hora.