POR FACUNDO CHAVES El Tribuno Jujuy
inicia sesión o regístrate.
POR FACUNDO CHAVES El Tribuno Jujuy
Si Ghandi, Bob Marley, el doctor Albert Hoffman y "Los Simpsons" vivieran y existieran, seguramente, se hubieran llegado por la "Fiesta Planta". No en vano, días atrás, los jóvenes y no tan jóvenes de Jujuy disfrutaron de un festival de música, paz y alegría, en un bellísimo y verde espacio cultural, ubicado al margen del místico río Yala.
Hasta allí fueron, con sus hijos y sin ellos, cientos de espíritus libres y adeptos al arte para apreciar una manifestación cultural pocas veces vista y vivida en ésta provincia.
Decir que todo transcurrió entre mixturas de alegría, risas y sutil camaradería, es quedarse corto, porque los gentiles protagonistas estuvieron tan educaditos que sin querer queriendo hicieron un revival del espíritu sententista, solo que con un poco más de "chic".
Así pues, la fauna humana pobló el predio natural mientras la humedad y el calor dejaban entrever jóvenes, de bermudas, y chicas, de bikini encubierto, listos para flipar.
En medio de esta algarabía "hipesca", la gran y fresca pileta creaba un oasis perfecto, donde muchos mitigaron el calor exterior e interior que la jornada comenzaba a presagiar.
Los primero en romper la monotonía fueron los purmamarqueños de Che Mandinga, quienes le pusieron mucho ají a la cosa y brindaron lo mejor de la música afroamerica, con un sonido potente, limpio y picantoso, como en las viejas y eternas noches de "Don Heriberto" bar.
Mientras esto ocurría, una pantalla gigante, cual "dejavu" paralelo, reflejaba las miradas, gestos y cuerpos de los parroquianos.
Varios minutos después le toco el turno a los changos de "Espíritu de Tucumán" y "Ñurda" quienes llegaron con muchas flores desde el "Jardín de la República" y una fusión de estilos jamaicanos que perfumaron más, el ambiente ya perfumado.
Entre banda y banda las texturas musicales fueron regaladas por los Djs "Benja", "Mendoza" y "Mauri", quienes ofrecieron un minimalismo perfecto para chamuyar, tomarse un elixír tropical y o simplemente contemplar la cofradía natural.
Por si las moscas, también hubo circo, junto a una estruendosa murga que hizo bailar a más de un niño y por supuesto a sus madres.
Cuando caía la noche calurosa en Yala, muchos más se desprendieron de sus ropas y se clavaron en la pileta, mientras una cola de personas se agolpaba tras los baños químicos, era hora del desagote. Mientras ocurría esto La Galera del Ekeko anticipaba la bailanta que terminó de armarse cuando los Combo Locoto subieron al escenario y desplegaron toda su mística sonora que era esperada tanto como a la luna.
Así paso una de las mejores fiestas del 2011 (por no decir la mejor) que lejos de berretas clichés y falsos slogans de luchas sociales, que solo buscan segmentar y discriminar a las personas, dio ejemplo de felicidad y alegría. Seguramente muchos "trogloditas", disfrazados de luchadores solidarios porque no les queda otra, deberían aprender que la música y la naturaleza es de y para todos, no en vano en esta fiesta también se recolectaron zapatillas para los niños de la escuela "Pan de Azúcar" de Rinconada. ¡Aguante!